Celulitis - Qué es, causas y tratamiento en fisioestética

Celulitis - Qué es, causas y tratamiento en fisioestética
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    Takeshi- Centro de terapi...
    Osteopata / Medicina traicional China

    He estudiado en la Michigan State University en el College of Osteopathic Medicine, inscrita en la (AACOM). He hecho cursos de Medicina tradicional China en el Hospital Guang Ming (Pudong, Shanghai, R.P. China. También cursos promulgados por la S.I.Fit (sociedad italiana  de Fitoterapia), más lo que he cursado en China.

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La celulitis, en el sentido estricto debería significar "inflamación de las células". Sin embargo, la alteración morfológica comúnmente llamada como celulitis simplemente es una esclerosis (endurecimiento) de las membranas celulares de tejido subcutáneo, con la consiguiente hipertrofia de la adiposidad. En éste artículo te explicamos más acerca de la celulitis y qué hacer en caso de padecer celulitis.

¿En qué consiste la celulitis?

En la imagen podemos ver una representación de nuestra piel. La piel tiene tres capas:

  • Dermis: la más superficial
  • Epidermis: la capa intermedia
  • Hipodermis: la capa más profunda

Podemos observar en la piel sana que la distribución de células adiposas (círculos de color amarillo) es regular en todas las células.

En la celulitis se produce un mayor almacenamiento de grasas y líquido intersticial por parte de los adipocitos de la hipodermis. Este almacén aumentado comprime a su vez los vasos sanguíneos, linfáticos y las terminaciones nerviosas, comprometiendo de esa forma la circulación. Estéticamente, el tejido cutáneo, con el tejido adiposo subyacente, presenta grandes nódulos, a menudo dolorosos a la palpación con los dedos.

Los sujetos afectados de celulitis son mayoritariamente unos falsos obesos que de obesidad solo tienen la apariencia. Lo que se infiltra en el tejido celular del tejido conectivo no es exclusivamente grasa, también es una sustancia hídrica rica en catabolitos tóxicos.

¿Cómo saber si existe celulitis?

En un examen superficial se constatan las deformaciones generales de la piel y de la distribución de grasa. Pero en un examen más profundo, especialmente dermotáctil, nos encontramos que en la celulitis hay:

  • Una parte tisular infiltrada y nodular y en su conjunto dolorosa por la compresión de las terminaciones nerviosas
  • Un flujo perezoso de la linfa que fluye perezosamente entre las mallas del tejido conectivo
  • Un recambio que se ve ralentizado, con un gran sufrimiento celular y la consiguiente esclerosis de las membranas de las células
  • Fenómenos osmóticos (de intercambio de nutrientes) que se ven alterados
  • Canales linfáticos ensanchados por la pereza de la circulación
  • Una actividad vasomotora comprometida
  • Un tejido adiposo que absorbe el agua, alterando el aspecto morfológico de los distritos afectados por la excesiva celulitis.

¿Qué lesiones se producen a consecuencia de la celulitis?

A menudo, el excesivo acúmulo de tejido celulítico determina algias en determinados distritos orgánicos que se confunden fácilmente con dolores reumáticos o artríticos. También a menudo los dolores de la celulitis surgen a cargo de las aponeurosis musculares y superficiales en el tejido subcutáneo, en las vainas musculares, de los tendones y del sistema nervioso. Alguna vez la celulitis provoca también edemas, en los cuales el líquido extravasado es caracterizado por la ausencia de células inflamadas, que caracterizan en cambio los infiltrados flogísticos.

¿Es natural tener celulitis?

El 90% de las mujeres tiene, ha tenido o tendrá celulitis. Sin embargo, existen diferentes grados de intensidad y se puede decir que la presencia de celulitis en la mujer es normal, pero por otra parte el exceso de celulitis es anormal. Cuando se estudian las zonas en las cuales en las mujeres se acumula, nos damos cuenta que estas se encuentran selectivamente a nivel de ciertas regiones en relación con el sexo femenino y con la feminidad: cadera, nalgas, muslos. Así, la presencia de celulitis en la mujer es un carácter sexual secundario femenino, como puede ser el pecho, por ejemplo. Es innegable que la presencia de la celulitis esté ligada al sexo femenino, principalmente porque el hombre prácticamente no la tiene.

El problema más importante es por lo tanto conseguir establecer aquella frontera sutil, dependiendo de cada mujer, que existe entre celulitis y exceso de celulitis. En el diccionario se remonta a 1878 la primera aparición del término celulitis, pero no es hasta 1925 y, en particular, tras la Segunda Guerra Mundial, que el problema se ha convertido en importante. Hay que especificar muy bien esto: la celulitis es un problema de estos últimos años. Es un problema, si lo limitamos al análisis estético, episódico, vinculado a una cultura y una sociedad.

Nuestra civilización ha hecho nacer, hace unos 50 años, una nueva belleza física: una mujer bella, joven, atlética y especialmente delgada. Si la palabra celulitis es reciente, la existencia de la celulitis al contrario es antigua. La Venere Callipigia, esculpida hace 2000 años, representa aún hoy un modelo de estética. Sin embargo, el cuerpo de la mujer que ha servido como modelo no era delgado: las nalgas, los muslos y la cintura eran abundantes.

La traducción literal del nombre de esta estatua es Venus de las hermosas nalgas: por lo tanto, las nalgas y los muslos gruesos en la antigüedad eran considerados hermosos.

Numerosos cuadros y esculturas de Tiziano, Rubens, Rafael, Botticelli, Velázquez, Rembrandt, Renoir... son apreciados por la belleza de las formas, un poco de aquella que nosotros hoy llamamos celulitis. ¿Por qué entonces lo que es así frecuentemente reproducido y apreciado en pintura o en la escultura y que se encuentra muy a menudo en las mujeres, no es aceptado como normal constitución femenina, estéticamente agradable?

La respuesta viene dada por el estudio de la evolución de las técnicas y de los medios artísticos, la fotografía, el cine, la publicidad y la televisión, que han permitido el desarrollo de una nueva estética del cuerpo de la mujer. Las actrices de cine, las diseñadoras de moda, las modelos de publicidad... han tomado el lugar de la Venus de Milo y la Mona Lisa: son todas guapas, jóvenes y delgadas.

Esta nueva orientación de la figura femenina se ha acentuado en el curso de los últimos años en proporción al progresivo desvestirse de la mujer. Si nuestras abuelas no se ocupaban de su celulitis, escondida bajo un buen numero de faldas, la mujer de 1925 comenzó a experimentar problemas debido a su corto vestido. La de 1965, con una minifalda, trató de resolverlos; la mujer de hoy en vaqueros unisex no puede aceptar el más pequeño cojinete desagradable.

Uno de los problemas más evidentes ligado a la celulitis es el de la circulación, que con el transcurso de los años puede crear un malestar significativo, cuando no da lugar a enfermedades reales. Este es el aspecto que curamos en particular pero, al mismo tiempo, intentamos llevar a la mujer a un estilo de vida diferente.

Siempre prometemos que no podemos hacer milagros, por lo tanto, junto a nuestro trabajo, la paciente tendrá que hacer algo de deporte, algo de movimiento, tener una mejor higiene alimentaria y beber más agua. Por lo general nosotros en el tratamiento de la celulitis utilizaremos rayos infrarrojos, ultrasonidos, iontoforesis y, sonre todo, masaje de drenaje circulatorio y linfático, ya sea utilizando un equipo complejo y eficaz o utilizando nuestras propias manos.

Beneficios y efectos de la tecarterapia en estética y fisioestética

En este vídeo te explicaremos los usos de la tecarterapia en la fisioterapia estética:

¿Qué se puede hacer contra la celulitis?

Son varias las cosas que se pueden hacer para combatir la celulitis. Aquí te damos algunos consejos:

El masaje circulatorio

En las arterias la sangre es impulsada por la bomba cardíaca; en las venas en cambio su movimiento es mecánico, ligado en gran parte a la contracción de los músculos. La progresión de la sangre en las venas a menudo es frenada por la celulitis, que reduce el diámetro de los vasos. Hay un estancamiento de la sangre que provoca edemas, piernas pesadas y una acumulación de toxinas.

El masaje circulatorio tiene como objetivo esencial mejorar y  facilitar el retorno de la sangre venosa de las extremidades inferiores hacia el pecho. La circulación venosa se lleva a cabo desde el extremo de la extremidad hacia la raíz, por lo que el masaje empezará en el pie para terminar en el muslo.

La primera zona a masajear, muy importante y que a menudo se olvida, será la planta del pie, donde existe de hecho una red venosa muy desarrollada que recoge la mayor parte de la sangre del pie. A partir de la planta de los pies, con una serie de compresiones suaves y rápidas, haremos avanzar las manos como una ola a lo largo de los recorridos venosos del pie, de los gemelos, de la rodilla y del muslo hasta llegar a la ingle y a las nalgas.

Cómo hacer un masaje anticelulítico y reductor de pierna o muslo - Eliminar celulitis

En este vídeo te explicamos las pautas que debes seguir para realizar un masaje anticelulítico. Aprenderás maniobras como el amasamiento suave por toda la pierna y glúteos, la pinza rodada y las maniobras circulatorias.

Drenaje linfático

El drenaje linfático es el segundo tipo de masaje, cuya importancia es primordial en el tratamiento de la celulitis.

Nuestro cuerpo está formado por un 60-80% de agua, que se encuentra bajo dos formas: el agua intracelular y el agua libre que circula en forma de plasma en los vasos sanguíneos, de linfa en los vasos linfáticos y que rodea todas las células formando los líquidos intersticiales. Todas las células del organismo están en contacto con este líquido, derivado del plasma sanguíneo, que sirve de conexión entre la célula y la sangre.

Todos los intercambios se producen a través de él, que transporta los nutrientes de la célula y recupera sus residuos. El líquido intersticial, que tiene un gran volumen representando el 15% del peso del cuerpo, se renueva gracias a la circulación linfática. Cuando la carga de sustancias de desecho celulares se dirige hacia los pequeños vasos que lo drenan, se convierte en linfa. Los vasos linfáticos son muy numerosos en el cuerpo y sobre todo en la dermis. Se ramifican como los vasos sanguíneos y se reúnen hasta formar conductos siempre más grandes que confluyen hacia el pecho y terminan en la vena cava.

La linfa llega así al pecho a la sangre venosa, y sufrirá la misma depuración. Sobre el recorrido de los vasos linfáticos existen ocasionalmente estaciones ganglionares que se pueden comparar de alguna forma con las estaciones de bombeo.

Una célula funciona bien solo si sus residuos son rápidamente eliminados, por eso el torrente linfático tendrá que ser rápido y regular. La linfa circula lentamente, porque al contrario que la sangre no posee la bomba del corazón. Su flujo desde la periferia hacia el pecho es posible solamente gracias a las contracciones musculares y entre estos el diafragma, que separa el estómago del tórax y que constituye la más importante bomba linfática.

Durante la respiración profunda los movimientos inspiratorios (descenso) y los movimientos espiratorios (elevación) del diafragma permiten a la linfa de los vasos abdominales y torácicos circular normalmente. Cuando estos se vacían, determinan una rellamada de la linfa desde los vasos de las extremidades inferiores que así son drenados. Los movimientos respiratorios facilitan entonces una buena circulación de la linfa en las extremidades inferiores. Cuando esta circulación se retrasa o se ralentiza, se produce una retención de líquidos intersticiales en los tejidos. A nivel de los muslos y de las piernas el exceso de líquido intersticial en la dermis va a acrecentar la superhidratación de la sustancia fundamental.

La ralentización limita la eliminación de las toxinas y de los residuos y agrava el proceso de autointoxicación celular de la celulitis. El drenaje linfático, según la técnica de Leduc, permite mejorar el flujo de la linfa en los vasos linfáticos y por esto desintoxicar los tejidos. 

Higiene alimentaria 

Partimos de la base de que la reducción de la grasa de las zonas celulíticas es difícil de obtener con una dieta, los excesos alimentarios pueden en cambio agravar una celulitis muy fácilmente y también asociarse a un rápido aumento de peso. La celulitis es la primera etapa de una obesidad en proceso de constitución. Hará falta por lo tanto vigilar siempre el propio modo de alimentarse y, en cada caso, observar los principios de una alimentación sana, equilibrada y bien repartida durante el día. Existen tres imperativos en el control alimentario de la celulitis.

La alimentación tiene que ser rica en proteínas y en agua y muy pobre en sal (yo hasta aconsejaría eliminarla, dado que todos los alimentos procesados traen más de los valores aconsejados). Las proteínas representan, a través de los aminoácidos que las componen, el elemento base de todas las células de nuestro organismo; nada puede ser fabricado sin las proteínas.

Por el contrario, los hidratos de carbono y los lípidos no pueden ser fabricados por nuestras células. Para ello es indispensable que la alimentación aporte a nuestro organismo las materias primas proteicas necesarias para su vida. Además, el reequilibrio y el normal funcionamiento del tejido conectivo dérmico son un indispensable resultado de los tratamientos anticelulíticos y es indispensable para ello una alimentación rica en proteínas. Podemos encontrar dos fuentes de proteínas: la proteína de origen animal y la de origen vegetal. Yo limitaría las de origen animal y fomentaría más las vegetales por ser más asimilables por nuestro organismo, sin olvidar el aporte de las frutas y legumbres frescos, fuentes de vitaminas y sales minerales.

El agua

El agua se tiene que tomar en grandes cantidades, por lo menos dos litros de agua no gaseosa al día, repartida si fuera posible lejos de las comidas. El cuerpo humano contiene agua y sal en solución en proporciones bien definidas. Si se cambia la concentración del agua o de la sal, el otro de los dos factores también modificara la propia concentración para mantener constantes las proporciones.

Así, si bebemos mucha agua y poca sal, el agua diluirá la sangre, que encontrándose con menos concentración de sal, tendrá que ir a buscarlo en los tejidos. Estos se empobrecerán de sal y para mantener el equilibrio agua-sal, movilizaran a su vez el agua. Con este simple sistema, que consiste en beber mucho y salar poco, la celulitis eliminará sal y estará obligada a restituir también agua. El tratamiento se completa enseñando a la paciente ejercicios de movilización y de respiración.

Si quieres más consejos sobre cómo evitar la celulitis visita este artículo: 10 consejos de una fisioterapeuta para evitar la celulitis.

Conclusiones sobre la celulitis

Para concluir, tenemos los aspectos más resaltantes de la celulitis:

  • En la celulitis se produce un mayor almacenamiento de grasas que comprime los vasos sanguíneos, linfáticos y las terminaciones nerviosas, comprometiendo de tal forma la circulación.
  • A menudo la excesiva acumulación de tejido celulítico determina algias en determinados distritos orgánicos que se confunden fácilmente por dolores reumáticos o artríticos.
  • Tener celulitis es completamente natural, no hay que dejarse llevar por la influencia de modas.
  • Para ayudar a combatir los síntomas negativos de la celulitis debes realizar masajes circulatorios y de drenaje linfático, cuidar tu alimentación y beber mucha agua.

Osteópata por la Michigan State University en el College of Osteopathic Medicine, inscrita en la (AACOM).

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comentarios (1)

Comentario

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vcalix

excelente inf. 

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