Esta enfermedad afecta el revestimiento de las articulaciones (membrana sinovial) y provoca en ellas dolor e hinchazón, que provoca la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.
Las partes más afectadas por esta enfermedad son las muñecas, manos, pies, hombros, codos, caderas, rodillas y cervicales…
¿Cuáles son las causas de la Artritis reumatoide?
No se ha encontrado una causa específica que sea la que origine este proceso inflamatorio en las articulaciones. Pero, lo que han arrojado los estudios es que los factores ambientales y genéticos tienen gran influencia en la aparición de esta enfermedad autoinmune.
Por otro lado, los factores de riesgo que predisponen a la aparición de la Artritis reumatoide tenemos:
- El sexo (la prevalencia aumenta en las mujeres)
- La edad (predominancia en mayores de 35 años)
- Hábitos tabáquicos.
- Antecedentes patológicos hereditarios.
- Exceso de peso.
¿Cómo saber si padezco de Artritis reumatoide? Signos y síntomas
Los signos y síntomas más característicos de la Artritis reumatoide son:
- Dolor en las articulaciones.
- Inflamación articular.
- Aumento de la temperatura y la sensibilidad de las articulaciones.
- Rigidez articular.
- Deformidades articulares.
- Enrojecimientos y eritemas.
- Disminución de la fuerza.
- Pérdida de masa muscular.
- Disminución de la amplitud articular.
- También puede producir alteraciones médicas en el corazón, los pulmones, los nervios, los ojos y la piel.
Estos signos y síntomas pueden variar en intensidad e incluso pueden aparecer y desaparecer.
¿Cómo tratar la Artritis reumatoide?
Actualmente no existe una cura total de esta enfermedad, el tratamiento se va a enfocar en evitar que los brotes se intensifiquen.
El abordaje de intervención en este tipo de enfermedad va de la mano de un equipo multidisciplinario, bajo las especialidades de: reumatología,psicología,fisioterapia, podología, dermatología, terapeuta ocupacional y cirujano.
Tratamiento médico
A nivel médico el tratamiento estará enfocado en la prescripción de medicamentos tales como corticoides, analgésicos, inmunosupresores y algunos fármacos antirreumáticos.
Tratamiento fisioterapéutico
La fisioterapia permite controlar aquellos riesgo y síntomas que desencadena esta enfermedad, proporcionando: alivio del dolor, aumento de la movilidad, la fuerza, la funcionalidad y el estado de salud en general. Para lograr estos objetivos se emplean las siguientes herramientas y síntomas:
- Crioterapia (para disminuir la inflamación).
- Ejercicio terapéutico, de movilidad, flexibilidad y fortalecimiento.
- Reeducación de la marcha (para evitar caídas).
- Electroterapia (para disminuir el dolor y estimular la musculatura).
- Terapia acuática.
- Entrenamiento del sistema respiratorio.
- Entrenamiento del sistema cardiovascular.
- Estiramientos
- Técnicas de terapia manual.
- Técnicas de liberación miofascial.