¿Sabías que existen infinidad de patologías y lesiones que pueden perjudicar nuestra cabeza - cara? Gran parte de la población se encuentra expuesta a padecerlas. A través de este texto podrás conocer más acerca de algunas de estas lesiones relacionadas con este tipo de problema, sus respectivas causas y su debido tratamiento.
Existe infinidad de patologías y lesiones que afectan nuestras estructuras de cabeza y cara, las cuales van desde dolor o debilidad hasta una parálisis que puede desencadenar pérdida de la funcionalidad de la musculatura involucrada, afectando de esta manera la salud de la persona que lo padece, impidiendo que se desarrolle de manera satisfactoria en sus actividades de la vida cotidiana, afectando al individuo tanto a nivel psicológico, como social y laboral. A continuación, te hablaremos acerca de las patologías o lesiones más comunes que pueden desencadenar alteraciones en la cabeza - cara.
La parálisis de Bell se trata de un síndrome clínico neuromuscular el cual surge muy frecuentemente con afectación parcial o total del nervio facial, también conocido como séptimo par craneal, nervios que se distribuyen a través de los agujeros de la base del cráneo en la cabeza. Está alteración se manifiesta como una parálisis facial periférica unilateral súbita que afecta la salud del individuo que la padece.
Está lesión es bastante común con una incidencia global de 15 a 40 casos por cada 100.000 habitantes por año, con una afectación mundial anual de 40,000. La edad más frecuente de esta lesión se da entre 20 a 29 años y de 50- 59 años, siendo inusual antes de los 6 años y posterior a los 60. En las mujeres en edad reproductiva presenta un leve aumento de casos en comparación con los varones, no obstante, no hay diferencia importante en los demás rangos de edad.
De manera frecuente se denomina a esta parálisis a la enfermedad que se caracteriza por una parálisis facial aguda unilateral idiopática, es decir, donde su etiología específica es un enigma.
De igual manera existe un gran número de estudios científicos que involucran mecanismos inmunitarios, infecciosas e isquémicos del nervio facial como la causa principal para desarrollar este tipo de parálisis grave.
Una las posibles causas que puede estar relacionada con este tipo de lesión y que afecta la salud del individuo es la infección por el virus del herpes simple reactivo que constituye la etiología generalmente más afectada para este tipo de alteración, su fisiopatología se centra alrededor de la afección del ganglio geniculado y la capacidad neurotrópica para los nervios periféricos.
El virus del herpes zóster es la segunda infección más viral relacionada con la parálisis periférica…
Esta parálisis facial también está relacionada por parte de otros virus graves, como es el virus herpes simple tipo 2 y el virus varicela-zóster, los cuales entran en el cuerpo mediante una exposición mucocutánea con gran afinidad por los nervios periféricos y establecen así su presencia de manera latente.
Se ha visto un aumento del riesgo a sufrir este tipo de parálisis relacionado con el embarazo, la preeclampsia grave, la diabetes, fracturas, lesiones del cerebro, infecciones del tracto respiratorio superior graves y la hipertensión.
Las manifestaciones clínicas de este tipo de parálisis están originados por una contractibilidad muscular comprometida con daño de las funciones del control neuronal o cerebral del nervio facial, lo cual produce una debilidad muscular progresiva así como una pérdida de la sensibilidad en una hemicara con una afectación nerviosa completa o incompleta. De manera usual se puede observar en la hemicara afectada una disminución de la fuerza muscular así como dificultad para realizar gestos como elevar las cejas, sonreír o comer, incapacidad para cerrar el ojo, impedimento al fruncir los labios, sumado al deterioro del habla gracias a la afectación del inervación muscular.
En esta parálisis puede presentarse afectación de los nervios glosofaríngeos, hipoglosos y trigéminos contralaterales…
De igual manera se puede manifestar una afectación sensitiva con dolor en la zona de la mandíbula y detrás del oído, dolores de cabeza, pérdida del gusto e hipersensibilidad del sonido del lado que se encuentra perjudicado.
Aunque los pacientes suelen tener solo una afectación del séptimo par craneal se han visto casos de otras neuropatías concomitantes con afectación del trigémino contralateral, glosofaríngeo e hipogloso.
La parálisis de Bell se caracteriza por un inicio súbito progresivo de uno a dos días con debilidad facial, teniendo una remisión a los dos o tres semanas del inicio de las manifestaciones clínicas. En pacientes con empeoramiento o donde no hay una remisión clínica a los 4 meses se vuelve necesario descartar patologías tumorales o denervación.
El diagnóstico de esta parálisis es clínico, el médico incluye una historia clínica completa sobre el paciente, sobre la exposición a varios virus, como es el caso del herpes, varicela, entre otros y así investigar el tiempo inicio de los síntomas.
El examen físico valora los movimientos faciales con respuesta a órdenes dadas por el evaluador, se evalúa la presencia del fenómeno de Bell descrito como una rotación hacia arriba del globo ocular cuando el intenta cerrar el ojo, está presente en un 75% de la población que se encuentra afectada.
De manera adicional se le solicita al paciente elevar la frente, fruncir el ceño y los labios, así como mostrar los dientes y tensar los tejidos blandos del cuello para así buscar la pérdida de la función del músculo orbicular de los párpados, esto afecta el manejo adecuado de las lágrimas, así como una pérdida del tono muscular de la cabeza - cara.
La terapia física para la reeducación neuromuscular es ideal para aquellos pacientes con parálisis de Bell que se basa en la realización de ejercicios movimientos faciales y de cabeza, como la elevación de cejas y los labios, cerrar los ojos, sonreír, intentar silbar frente al espejo, además de técnicas de estimulación con la yema de los dedos ejecutando percusiones y vibraciones en la zona afectada tres veces al día o con masajes de tres a cinco minutos.
Si deseas obtener más información, presta atención a estos ejercicios empleados en el abordaje de la parálisis facial, te invito a ver este vídeo.
Se trata de una lesión infecciosa la cual se produce como consecuencia de la reactivación del VZV, un tipo de Alfa herpes virus, en ganglio geniculado del VII par craneal que se distribuye a través de los agujeros de la base del cráneo en la cabeza, gracias a una disminución en la inmunidad celular del huésped. Esto desencadena edema y compresión del nervio sumado a un proceso de desmineralización lo cual aumenta la lesión en el nervio.
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— BBC News Mundo (@bbcmundo) June 15, 2022
Los estudios han demostrado que más del 95% de los adultos se encuentran infectados por VZV. Con Varicela primaria se tiene una probabilidad de un 20% de presentar, sin embargo, es una patología cuya incidencia aumenta con la edad, es más frecuente en adultos mayores de 50 años y excepcional en niños de 6 años.
Con respecto al sexo, algunas fuentes mencionan que es igual en hombres y mujeres, no obstante, otros autores afirman que hay una mayor incidencia mujeres, pero en general la predilección por género es poco clara.
Las manifestaciones clínicas son dependientes de la estructura neuronal o cerebral donde se produce la reactivación viral, aunque suele presentarse una tríada clásica la cual está conformada por una parálisis facial ipsilateral, otalgia, lesión vesicular en conducto auditivo externo y el pabellón auricular.
Gracias a la presentación clínica tan variada que contempla signos y síntomas neurológicos y dermatológicos, este síndrome se ha tenido que clasificar en cuatro estadios diferentes:
Generalmente inicia con dolor fiebre malestar general, cefalea prurito y parestesias, que suele durar de 1 a 5 días, signos característicos del herpes zóster.
En cuanto las manifestaciones neurológicas, en el caso del nervio facial que generalmente el que más se encuentra perjudicado, hay una mayor alteración motora y de ciertas ramas sensitivas del cerebro, hay una disminución del reflejo alteración del gusto, hipoacusia, otalgia y alteraciones del habla debido al daño de diferentes nervios.
Con respecto a la parálisis facial de este síndrome, se evidencia pérdida de los pliegues frontales y nasolabial, dificultad para movilizar el párpado superior, incapacidad de cerrar los ojos debido a la parálisis del orbicular del ojo, retracción del globo ocular hacia arriba al cerrar el párpado, así como incapacidad de elevar el ala de la nariz, caída de la comisura labial ipsilateral, entre otros.
En gran parte de los casos el diagnóstico de este tipo de lesiones es clínico empleado sólo a través de una historia y exploración física, se debe recordar entonces la tríada clásica, las manifestaciones iniciales: dolor óptico en el 50% de los casos, parálisis facial en un 20% de los casos y las lesiones herpéticas en un 2%.
La vacuna del virus vivo ha demostrado disminuir la incidencia del herpes zóster y neuralgia posterior al mismo, administrando en personas mayores inmunocompetentes de 60 años, sin embargo, esta vacuna no está recomendada para pacientes embarazadas, niños, usuarios de terapias biológicas ni que están recibiendo antivirales.
La esclerosis múltiple se trata de una enfermedad autoinmune grave, crónica inflamatoria y desmielinizante que afecta el sistema nervioso central y perjudica la salud, la cual se presenta en individuos genéticamente susceptibles y que involucra a factores inmunológicos como anticuerpos completos y mediadores de respuesta inmune innata.
En Japón las tasas de prevalencia varían entre 2 a 3 por cada 100.000 habitantes.
Esta enfermedad es más común en mujeres en relación de 2 a 1 entre los 15 y 50 años con una edad media de 30 años.
Los principales signos y síntomas de esta patología están relacionados con lesiones tanto sensitivas como motoras.
Los síndromes más comunes en esta alteración son lesiones que perjudican la zona de la cabeza - cara como es la neuritis óptica, oftalmoplejia internuclear, neuralgia del trigémino, mielitis transversa y síndromes polisintomáticos donde no hay alteraciones de la conciencia.
Los pacientes que presentan este tipo de enfermedad presentan una progresión lenta…
De igual manera los pacientes con esta enfermedad presentan debilidad muscular en todo el cuerpo, incluyendo cabeza y cuello, espasticidad, así como alteración de los reflejos, por lo tanto, el pacientes es más propenso a caídas y a sufrir fracturas. Entre las alteraciones sensitivas se encuentran alteraciones en la percepción de la vibración, termoalgesia, dolor y signo de Lhermitte. hay alteraciones a nivel del cráneo en el cerebelo como ataxia, temblor, nistagmo y disartria, se perjudican los nervios craneales donde hay una alteración de los movimientos oculares signos vulvares y vértigos, además hay problemas autonómicos como disfunción vesical, intestinal, sexual y se pueden presentar alteraciones psiquiátricas como depresión, euforia sumado a las alteraciones cognitivas.
El diagnóstico de la esclerosis múltiple es bastante difícil debido a que hay que considerar un gran número de lesiones que cursan con datos similares a las características que presenta esta enfermedad. Los exámenes paraclínicos son útiles para su diagnóstico, el estudio citoquímico del líquido cefalorraquídeo contribuye a identificar esta enfermedad…
Debido a que la sintomatología de esta patología puede ocurrir en otros padecimientos, es preciso realizar estudios que vayan dirigidos a confirmar o descartar como es el hecho de exámenes realizados al cerebro, perfil inmunológico, el perfil reumatológico, búsqueda de agente infecciosos diversos, entre otros.
Frecuentemente la sobrevivencia de los pacientes con este tipo de lesión es en promedio de 35 años posterior al inicio de la enfermedad con un 76.2% a los 25 años.
El pico de mortalidad de la esclerosis múltiple se encuentra ubicado entre los 55 y los 64 años de edad…
A través de este transcurso los pacientes presentan diversas discapacidades físicas graves que pueden ser cada vez más severas, lo cual impide la deambulación de los mismos a los 15 años del inicio de la enfermedad en gran parte de los casos.
El objetivo de la intervención para esta lesión está encaminada en prevenir la discapacidad así como reducir la frecuencia severidad y duración de las caídas, mejorar los síntomas y restablecer o mantener la funcionalidad se trabaja a través de diferentes tratamientos farmacológicos.
En cuanto al abordaje fisioterapéutico:
La miastenia grave se trata de un trastorno o lesión de transmisión neuromuscular que se da debido a una disminución de origen autoinmune del número de receptores de acetilcolina en la placa motora. Está patología se caracteriza por debilidad y fatiga muscular de manera fluctuante, sobre todos los músculos inervados por los pares craneales que se ubican en el cráneo, es decir, se presenta de manera frecuente produciendo alteraciones o lesiones de la cabeza y cara. Este tipo de lesión se manifiesta durante la actividad continuada y mejora después del reposo.
En gran parte de los casos está alteración comienza afectando los músculos oculares como diplopía o ptosis palpebral…
La debilidad puede permanecer de manera confinada en los músculos oculares por un largo tiempo o también pueden volar los músculos que pertenecen a la masticación, salivación y articulación.
Si deseas obtener más información acerca de esta lesión, échale un vistazo a este vídeo.
La prevalencia varía entre 20 y 150 por millón de habitantes y va aumentado desde el año 1950. En Estados Unidos se encontró una prevalencia de 142 por millón y surge de manera más frecuente en individuos de raza negra.
La incidencia anual de esta enfermedad en Europa varía entre 4 y 11 por millón…
En regiones tropicales se han realizado pocos estudios, en Cuba se demostró una prevalencia 29,2 mientras que en Aruba y Curazao fue de 70 por millón.
En la miastenia gravis hay una presencia de debilidad y fatiga la cual afecta a diversos grupos musculares. La debilidad muscular empeora con la actividad y mejora durante el reposo, los músculos oculares y faciales son los que se encuentran más afectados durante esta enfermedad.
La predilección de ciertos grupos musculares está relacionada a numerosos factores, uno de los cuales es la diferencia de temperatura entre estos músculos, los pacientes que presentan miastenia gravis manifiestan empeoramiento de la debilidad muscular con infecciones, fiebre, agotamiento físico o emocional. Esta debilidad puede mejorar con el frío y es la base de uno de los métodos de diagnóstico.
Los músculos que se encuentran principalmente afectados debido a este tipo de lesiones son aquellos de la musculatura estriada como:
Está alteración se diagnostica con diferentes pruebas, como las pruebas farmacológicas (con la ayuda del cloruro de hidrógeno endovenoso), pruebas electrofisiológicas (a través de la estimulación repetitiva diferentes nervios en el método electrofisiológico más frecuente para detectar una alteración de la transmisión neuromuscular anticuerpos contra receptores de acetilcolina) y a través de estudios radiológicos o resonancias magnéticas del cerebro debido a que un 10% de los pacientes con este tipo de alteración padece timomas.
La fisioterapia desempeña un papel importante en el abordaje de los pacientes con miastenia gravis, la intervención mediante la fisioterapia tiene tres finalidades que son; mantener la fuerza muscular a través de ejercicios de movilizaciones pasivas y activas y ejercicios de fortalecimiento, mantenimiento de la capacidad aeróbica a través de diferentes ejercicios cómo ejercicios en bicicleta caminar entre otros y la prevención de diferentes complicaciones como en este caso es la relacionada con los músculos de la masticación, la respiración y a nivel cerebral.
Luego de realizar un diagnóstico efectivo para identificar qué lesión o patología está desencadenando este problema en la cabeza y cara, una atención médica especializada y temprana podrá contribuir a una mejora en los síntomas del individuo que lo padece.
Cuando se ha establecido el origen de la lesión o patología que perjudica la cabeza y la cara, el terapeuta desarrolla un plan terapéutico que está orientado al abordaje de los signos y síntomas y posiblemente la resolución de las causas, sin embargo, debido a que normalmente las patologías mencionadas con anterioridad tienen un origen neurológico o cerebral y la mayoría tiene un pronóstico conservado, el tratamiento de las causas a través de la fisioterapia es un tanto complejo.
Infinidad de técnicas y herramientas están disponibles para la intervención de estas alteraciones, las cuales también pueden estar reforzadas a través de la fisioterapia integrativa, concepto que se maneja en nuestra redes de clínicas.
El Fiit concept o la fisioterapia integrativa, está basada en ver el cuerpo desde un punto de vista holístico donde esté se ve perjudicado debido a alteraciones que van más allá de lesiones o patologías específicas, esto quiere decir que un factor emocional o una alimentación incorrecta repercute en un órgano provocando una disfunción del mismo, cuando hablamos de disfunción nos estamos refiriendo a un mal funcionamiento de este órgano o víscera, más no a una enfermedad, dicha disfunción afecta a una parte del cuerpo lo cual desencadena esta patología.
La fisioterapia en el abordaje de lesiones o patologías que desencadenan problemas a nivel de la cabeza - cara se basa en el uso de la crioterapia y la termoterapia, la electroterapia, ejercicios de fortalecimiento, ejercicios de estiramiento, ejercicios propioceptivos, terapia manual, entre otras infinidades de herramientas que la fisioterapia en general proporciona y evitar posibles complicaciones que se puedan generar como la probabilidad de caídas gracias a la debilidad que puede generar como consecuencia fracturas.