El músculo psoas está implicado en varias regiones del cuerpo: los lumbares, la pelvis y la cadera. Es por ello que está expuesto a sufrir de tensiones excesivas en su punto tendinoso de inserción, originando la Tendinitis del psoas. La inflamación del tendón del psoas ocasiona dolor inguinal que desmejora el movimiento de la cadera y afecta la realización de ciertas actividades, especialmente las deportivas. Aquí conocerás todo acerca de esta tendinopatía:
El término tendinitis está constituido por las palabras en latín tendo=tendón y la palabra itis=inflamación, lo que indica que se trata de una inflamación del tendón. Por lo tanto, la tendinitis del psoas, implica la inflamación del tendón del músculo psoas, la también conocida como psoítis no aparece tan frecuentemente por lo que es pasada por alto cuando existe dolor de cadera o ingle. Continúa leyendo y conoce más de esta importante estructura muscular de la cadera.
El músculo psoas forma parte de los músculos internos de la cadera y aunque nos referimos a él simplemente como un solo músculo, esta estructura está compuesta principalmente por el psoas mayor y el músculo ilíaco y, en algunas personas, también se relaciona con el psoas menor. Todos ellos en conjunto se extienden desde los procesos transversales de la columna lumbar y la fosa ilíaca, hasta culminar en el trocánter menor del fémur. Así es como se distribuye el flexor más fuerte de la articulación de la cadera. También es responsable de la rotación externa del muslo.
No está del todo establecida la incidencia y prevalencia de esta tendinopatía en la población en general. Sin embargo, variedad de estudios epidemiológicos en deportistas, han reportado que los jóvenes atletas (principalmente del género femenino) están en mayor riesgo de padecerla. Si bien el dolor de cadera es muy frecuente después de los 60 años, esta afección pocas veces ha sido relacionada a su origen. De las personas famosas que han padecido este tipo de lesiones, desatacamos al futbolista chileno 31 años Charles Aranguiz quien padeció de esta lesión en 2012.
Charles Aranguiz tiene para 10 días de para debido a una tendinitis insercional del psoas con derrame en la vaina, indicó el doctor Orizola
— Universidad de Chile (@udechile) October 3, 2012
Teniendo en cuenta las áreas de origen e inserción del músculo psoas, es comprensible que una alteración del mismo pueda ocasionar lumbalgia, dolor en la parte delantera de la cadera y dolor de ingle, siendo este último el más característico de la afección, ya que en esta región se encuentra el punto de inserción del tendón inflamado.
Inicialmente, los pacientes afectados experimentan dolor inguinal solo en relación con las actividades que irritan al tendón, y los síntomas desaparecen tan pronto como se detienen dichas actividades.
Ciertas actividades deportivas como correr o pedalear frecuentemente desencadenan dolencias en el medio de la ingle, que en algunos casos termina irradiando hacia la parte delantera del muslo y hasta la rodilla. Sin embargo, al empeorar la tendinopatía, estas dolencias también aparecen en reposo. Además, algunas veces la persona afectada puede sentir una especie de chasquido en la cadera o la ingle durante las actividades que involucren flexión de cadera.
A menudo esta lesión tendinosa se desarrolla producto de una sobrecarga de los músculos flexores de cadera, principalmente del psoas. Por lo que no es raro que esta afección se presente en las personas que ejercen mucha presión sobre sus caderas y que realizan flexiones repetitivas de la cadera, como los bailarines, atletas y jugadores de fútbol.
Se desarrolla producto de una sobrecarga de los músculos flexores de cadera, principalmente del psoas.
Además, también puede darse como resultado de un bloqueo de los cuerpos vertebrales en el área de la columna torácica inferior y la columna lumbar (puntos de origen del músculo psoas). Esta situación provoca una tensión de defensa refleja en el músculo, que puede provocar que el mismo traccione de más su punto de inserción tendinoso distal. Otros factores causales que favorecen su aparición son: la mala alineación corporal y el calzado inadecuado.
Si tenemos en cuenta que la aparición de la tendinopatía del psoas ilíaco se debe a los movimientos incorrectos y a la sobrecarga de este músculo. La mejor manera de prevenir esta afección es mediante la incentivación del movimiento adecuado de la región lumbopélvica, para ello recomendamos:
Para llevar a cabo correctamente la última recomendación re recomendamos ver el siguiente vídeo en donde un profesional fisioterapeuta, te enseñará dos formas de estirar o flexibilizar este importante músculo flexor de la cadera, con la finalidad de prevenir afecciones de salud como las lesiones tendinosas, lumbalgia y la coxalgia crónica:
El dolor inguinal asociado a esta tendinopatía puede ser provocados por otras entidades patológicas desarrolladas en la cadera, algunos de los diagnósticos diferenciales de esta afección son:
Otros diagnósticos que refieren los síntomas de la tendinopatía del psoas son una hernia de disco o un síndrome compartimental compresión del nervio femoral). Sin embargo, estos últimos están asociados con trastornos de sensibilidad en la ingle, por lo que pueden ser identificados en la mayoría de los casos.
Generalmente se puede sospechar de este diagnóstico por lo síntomas que refiere el paciente, pero teniendo en cuenta que son varias las enfermedades que puede ocasionar dolor inguinal, es necesario tener en cuenta los diagnósticos diferenciales durante la valoración. Para dar con el diagnostico de esta afección el médico o fisioterapeuta lleva a cabo una exploración física del paciente, que incluye la palpación de la región inguinal (resulta dolorosa), la valoración de la amplitud articular (movimientos de flexión reducidos por dolor) y la fuerza de los músculos de la cadera. Además, lleva a cabo pruebas de provocación como la prueba de Ludloff, la cual consiste en la flexión de la cadera con la rodilla extendida y el paciente acostado, si esta acción ocasiona un dolor profundo en la ingle es indicativo que la inserción tendinosa del músculo en el trocánter menor se ve afectada (signo positivo de Ludloff).
Si bien el examen físico resulta ser suficiente para detectar una psoítis, la única manera de determinar la magnitud del daño tendinoso es mediante las pruebas de imagen. Inicialmente se lleva a cabo una ecografía en la zona, este estudio permite observa el estado del tendón. Además, se indican estudios como la resonancia magnética y la tomografía computarizada, no sólo para valorar el punto de inserción de flexor de cadera, sino también para descartar que exista otra lesión adyacente que ocasione síntomas similares a psoítis (diagnóstico diferencial).
El médico indica al paciente inicialmente el reposo deportivo y la reducción de actividades que ocasionen estrés en la cadera, así como también el uso de hielo sobre la zona dolorosa y de medicamentos como el ibuprofeno o el diclofenaco para reducir el dolor y la inflamación. Después de que el dolor haya disminuido en gran medida, el médico indica fisioterapia para el entrenamiento del movimiento mediante ejercicios especiales de estiramiento y fortalecimiento. Si los síntomas persisten, el médico puede administrar una inyección de cortisona en las adyacencias del tendón que se encuentra en la base del muslo.
El tratamiento quirúrgico siempre es una opción, sin embargo, no es frecuentemente usado y los resultados positivos obtenidos no superan los obtenidos con el tratamiento conservador. Resultando un abordaje terapéutico solamente usado en los casos que se evidencie una importante degeneración tisular o en aquellos que los síntomas persistan por mucho tiempo o sean intermitentes. La cirugía para resolver esta afección consiste en el alargamiento artroscópico del tendón para aliviarlo, y en la liberación parcial o total de la inserción del psoas, mediante artroscopia o cirugía mínimamente invasiva guiada por ecografía.
Un componente terapéutico importante para la curación de este tipo de lesiones es la fisioterapia. Ya que, en cualquier etapa de la afección, ofrece alivio notable del dolor en la ingle e impide que el tendón siga deteriorándose, reduciendo el riesgo de que ocurra un desgarro del mismo a largo plazo. Inicialmente las intervenciones fisioterapéuticas estarán enfocadas en la analgesia del dolor y la reducción de la inflamación, para ello trata los factores causales que promueven la irritación del punto de inserción del psoas. En la fase inicial el fisioterapeuta hace uso de variedad de técnicas y herramientas terapéuticas tales como.
Después de completar esta fase, el dolor agudo y la inflamación ya no están presentes, por lo que el fisioterapeuta lleva el tratamiento a la siguiente fase, que consiste en la dosificación de ejercicio activo, ejercicios de estiramiento (principalmente del psoas ilíaco) y fortalecimiento correctos y adecuados para el paciente en este momento. En el caso de pacientes deportistas, los ejercicios de fuerza y resistencia pueden ser dosificados más rápidamente, además se revisa el gesto deportivo en la disciplina que practica y se modifica en base a las alteraciones encontradas por el fisioterapeuta deportivo.
En ocasiones las lesiones tendinosas no suelen resolverse favorablemente con los métodos de fisioterapia convencionales, es por ello que hemos diseñado una propuesta diferente basada no sólo en la solución de los síntomas, sino de importantes causas que frecuentemente no son tomadas en cuenta. Nuestro método terapéutico Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa, está basada en los estudios realizados desde la Medicina Tradicional China (Medicina Oriental), este tipo de medicina establece que el desarrollo de una alteración de algún órgano o víscera en es producto de una emoción en concreto, la presencia de esta alteración podrá repercutir negativamente en el tono muscular y en la biomecánica de algunos segmentos intervertebrales, debido a la relación establecida por el sistema simpático y parasimpático. Además, otros factores causales muy importantes, pero poco tomados en cuenta como la nutrición y el mal manejo del estrés también contribuyen a la instauración de una disfunción visceral que finalmente genere alteraciones en el sistema musculoesquelético.
Toda esta relación en la que se basa nuestro método de tratamiento la podrás ver ejemplificada en el siguiente diagrama:
Siendo así, podemos afirmar que la tendinitis del psoas no sólo se produce por factores físicos o mecánicos (malas posturas, trabajos repetitivos, exceso de ejercicio o sedentarismo) mencionados anteriormente en este artículo, sino que además puede verse influida por la presencia de estrés, alteraciones nutricionales y emocionales pueden ser los causantes.
Desde el punto de vista Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa la tendinitis del psoas se origina como consecuencia de una disfunción visceral del riñón, los órganos sexuales (útero-ovarios y próstata) y del intestino.
Desde el punto de vista Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa la tendinitis del psoas se origina como consecuencia de una disfunción visceral del riñón, los órganos sexuales (útero-ovarios y próstata) y del intestino, sobre todo en aquellas tendinopatías crónicas que están presentes durante mucho tiempo y que son muy difíciles de tratar con los tratamientos de fisioterapia convencionales.
La disfunción visceral de alguno de los órganos anteriormente mencionados puede repercutir de manera refleja en la región lumbopélvica, ocasionando asimetrías musculares provocadas por bloqueos vertebrales lumbares lo cual repercute directamente en los músculos de la cadera. Estos bloqueos vertebrales pueden estar ocasionados por disfunciones viscerales del colon o riñón en el caso de que se presente una tendinitis del psoas izquierdo o del intestino delgado o el útero-próstata en el caso se presente una tendinitis del psoas derecho. Estas disfunciones viscerales están provocadas por ciertas situaciones que a continuación te explicaré:
Todos estos factores influyen negativamente en el sistema musculoesquelético a nivel lumbar, originando tensión y desequilibrio de los músculos lumbares promovido por la rigidez en la zona dorsal baja y lumbopélvica, conduciendo a una zona lumbar hipermóvil e inestable que aumenta la tracción y la tensión en el tendón de psoas como respuesta refleja ante estas disfunciones viscerales.
Las tendinopatías pueden resultar ser eternas si no se mantiene un tratamiento constante, es por ello que hemos preparado variedad de vídeos que te ayudarán a continuar con el tratamiento médico y fisioterapéutico desde tu casa. Cada uno de estos videos son realizados por profesionales fisioterapeutas, que de manera amena y didáctica te explicarán con deshacerte de las molestias mediante los vídeos de nuestro canal de YouTube FisioOnline:
Evita que la salud del tendón de este importante músculo de la cadera siga deteriorándose, mediante la realización de ejercicios, automasajes y estiramientos. Si quieres aprender a cómo realizarlos correctamente te recomendamos ver y seguir las directrices que te brindaremos en el video a continuación;
Como ya hemos explicado en la información del presente artículo, la psoítis puede desarrollarse por otros factores poco conocidos como lo son las disfunciones viscerales. Teniendo en cuenta esto te proponemos en el siguiente vídeo un tratamiento natural altamente efectivo para la tendinitis del psoas izquierdo:
Teniendo en cuenta que puede presentar en ambos lados de la cadera, te recomendamos ver el siguiente vídeo, en donde encontraras un tratamiento natural altamente efectivo que te ayudará si estas presentado una tendinitis en el psoas derecho:
El pronóstico de esta lesión del psoas es variable, cada persona es diferente, por lo que su anatomía también lo es. Además, teniendo en cuenta todos tienen un "umbral" diferente, por lo que cada cuerpo puede soportar niveles de estrés y sobrecarga distintos. En consecuencia, la duración de la curación es variable en cada caso.
Si el problema tendinoso se ignoró anteriormente y se prolongó durante un período de tiempo más largo, o si la persona afectada no ha seguido de manera constante las medidas terapéuticas necesarias y, por ejemplo, ha continuado con su estilo de vida estresante (trabajo, deporte) o no ha realizado ningún ejercicio de estiramiento, el proceso de curación puede llevar mucho más de 6-8 semanas. Incluso si estas acciones se mantienen por mucho tiempo, estos períodos pueden alargarse y las opciones de tratamiento resultar infructuosas.
Debe darle a su cuerpo el tiempo necesario para recuperarse, si no puede ser que la tendinitis del psoas nunca sane por completo.