La sexualidad es mucho más que relaciones sexuales. Desde un punto de vista evolutivo, puede significar reproducción, sin embargo, la sexualidad tiene un significado muy amplio que va desde el deseo, la identidad y roles de género, comportamiento y los órganos sexuales y sensoriales que intervienen en el acto sexual y en la posibilidad de procreación, por lo que no se debe tomar como único significado el puro acto sexual. En el presente artículo tratamos de sintetizar todos los aspectos relacionados con la sexualidad para lograr comprenderla mejor:
Su definición es muy amplia, si no vamos hacia su significado etimológico que proviene del latín “sexus” que denota la existencia de (al menos) dos géneros humanos para lograr la reproducción: masculino y femenino; enlazado a los sufijos “alis” que significa relación y “dad” que significa cualidad se puede decir que su significado es: característica o cualidad del sexo cada persona. La sexualidad engloba todo un abanico de características, sensaciones y acciones diferentes y es mucho más que un "simple" acto sexual o una función corporal que puede ser normal o alterada. La sexualidad acompaña a las personas durante toda la vida, pudiendo cambiar en cada etapa de nuestras vidas, es una necesidad básica esencial y parte de nuestra personalidad, sobre todo dentro de una relación sexual. Sin embargo, la sexualidad y el deseo de pareja también deben ser llevados por el amor, la conexión y el afecto y no deben reducirse al puro acto sexual.
La sexualidad engloba todo un abanico de características, sensaciones y acciones diferentes y es mucho más que un "simple" acto sexual..."
En un sentido más amplio, la sexualidad significa todo lo que tiene que ver con la identidad de género, orientación sexual y los roles de género. Los cambios por los cuáles pasan los órganos sexuales en las etapas del crecimiento, así como la función de los órganos sensoriales, el cerebro como centro de control de la experiencia y el comportamiento sexual, juegan un papel esencial en términos de sexualidad. La comunicación y las relaciones (por ejemplo, cercanía, seguridad, confianza) forman parte de la sexualidad tanto como el placer y la posibilidad de procreación. En la antigüedad, la sexualidad sólo por placer era considerada pecado en algunas culturas que consideraban al sexo como un método exclusivo para concebir; tampoco existía la diversidad sexual por lo que la homosexualidad era socialmente inaceptable, mientras que, en algunas culturas como la griega, el sexo por placer, la prostitución y la homosexualidad eran socialmente aceptadas. Aunque en la actualidad sigan existiendo personas con formas de pensar que limitan la expresión sexual de otros, tener el conocimiento de esta desde una temprana edad, permite un mejor entendimiento, mayor seguridad y un desarrollo saludable de la misma durante su vida con otras personas, más allá de los rígidos estereotipos.
Su desarrollo es gradual y comienza desde el momento en que nacemos e interactuamos con otras personas:
El desarrollo no termina ni en la etapa media de desarrollo, ni con la mayoría de edad. Sin duda, los jóvenes pueden centrarse en las etapas de desarrollo posconvencionales. Así como los adultos pueden quedarse atascados en los niveles de niños y adolescentes. Incluso como adultos, nuestro desarrollo sexual puede progresar más. Durante ciertos periodos que aparecen en la adultez, como la menopausia, se presentan variedad de cambios físicos. Y dependiendo de los cambios físicos y hormonales presentes, los factores sobre la sexualidad y la experiencia durante el sexo cambian.
El desarrollo de la sexualidad no termina ni en la etapa media de desarrollo, ni con la mayoría de edad..."
Como comentamos la expresión de la sexualidad tiene muchas caras, cuando es expresada mediante el acto sexual, muchos procesos fisiológicos interactúan entre sí para lograr que tal evento ocurra satisfactoriamente. La expresión de la sexualidad mediante el acto sexual es posible mediante la interacción de diferentes hormonas, nervios, glándulas, órganos sexuales y la compleja integración de los estímulos que realiza el cerebro.
Inicialmente las hormonas (testosterona, estrógeno, oxitocina, androstenona) juegan un papel importante, no solo aseguran la producción de óvulos y espermatozoides, además, estas células mensajeras aumentan el deseo, aumentan la sensación de placer, y nos hacen sentir eufóricos, preparando así a todo el organismo para el coito. Igual de importantes son las vías nerviosas que transmiten estímulos y señales desde los ojos, nariz, oídos, lengua, labios, piel, pene y clítoris al cerebro. Las señales se evalúan en la cabeza y se traducen en una sensación de excitación sexual.
Además, mientras que algunas ramificaciones del sistema nervioso aumentan la frecuencia respiratoria y aceleran los latidos del corazón, otras hacen que los músculos del suelo pélvico de la vagina se contraigan o que los músculos del pene lo pongan rígido, aumente la llegada de sangre a los órganos sexuales (genitales) en cuestión de segundos durante el acto sexual, lo que hace que se hinchen. Aquí también entran en juego varias glándulas que producen y excretan secreciones como el líquido seminal; y que suministran o producen fragancias especiales para atraer a la pareja, llamadas feromonas.
Cuando estamos enamorados o atraídos por otra persona: su mirada intensa, su aroma tentador o un pensamiento sobre esa persona, resultan ser estímulos simples que son suficientes para poner en marcha todos los procesos de nuestro cuerpo, hasta que la excitación física alcance su clímax y conlleve al orgasmo.
Existen un grupo de músculos que permiten que el acto sexual se lleve a cabo, pero este grupo muscular no sólo se ocupa de cumplir esa función, además, brinda la estabilidad necesaria para mantener otras funciones viscerales en óptimo desarrollo. Conoce en el siguiente vídeo cuales son estas funciones y como son desarrolladas por el suelo pélvico:
Los comportamientos sexuales y nuestra experiencia personal se basan en la fluida interacción de variedad de factores internos (como los que mencionamos previamente) y externos tales como:
Cuánta sexualidad o lo que uno percibe como sexualmente estimulante depende en última instancia de la educación y la cultura en la que uno creció, algunos ejemplos son: el hecho de que los hombres en China encuentran extremadamente sensuales los pies de sus posibles parejas sexuales, mientras que en Europa los senos son muy importantes, otro ejemplo es que, en África, las nalgas o glúteos juegan un papel importante en la atracción sexual. Pero también los modelos a seguir y los estándares dados en los medios de comunicación sobre quién y qué es sexualmente atractivo (y qué no lo es) resultan ser factores que dan forma a la conciencia social y personal de la sexualidad.
La orientación sexual significa el sexo por el que alguien se siente atraído sexualmente con sus sentimientos y deseos. Las orientaciones sexuales básicas incluyen la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad y, para muchos expertos sexólogos, también la pansexualidad y la asexualidad.
La heterosexualidad significa que alguien se siente atraído por personas del sexo opuesto. Debido a que esta orientación es tan común, durante mucho tiempo en algunas culturas se la ha considerado una orientación "normal".
Alguien se siente atraído sexualmente por personas del mismo sexo (homo significa literalmente: igual). En el lenguaje común, el término "gay" se ha establecido para la homosexualidad masculina y "lesbiana" para la mujer. En el pasado, las tendencias y acciones homosexuales se consideraban patológicas y se tipificaban como delito en muchos países. Hoy, tanto en la medicina como el sistema legal se entiende a la homosexualidad como una variante normal de la orientación sexual, que también se puede encontrar en todas las culturas de la humanidad.
Interés sexual por personas de ambos sexos (masculino y femenino). La mayoría de los bisexuales manifiestan una preferencia por un género. También son consideradas personas bisexuales a las personas con una orientación fundamentalmente heterosexual que también tienen experiencias homosexuales a lo largo de sus vidas. Así como existen personas interesadas en su mismo sexo durante su juventud y que no lo están todavía en la edad adulta.
La pansexualidad significa que alguien se siente atraído emocional y sexualmente y puede enamorarse de personas de cualquier género. A diferencia de las personas bisexuales, además de hombres y mujeres, también ser transgénero, intersexual y hermafrodita. El deseo, sin embargo, solo se relaciona con los humanos adultos, por lo que no se extiende más allá de los límites de edad o especie.
La asexualidad se refiere a la ausencia de cualquier deseo de interacción sexual. La asexualidad ahora se considera la cuarta forma de orientación sexual junto con la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad. Los asexuales no están interesados en el sexo, pero como todas las demás personas pueden tener una libido generalizada, es decir, una ocurrencia espontánea de excitación o la necesidad de masturbarse. La asexualidad tampoco descarta la asociación y las atracciones románticas. Muchos asexuales desean las relaciones sobre una base generalmente puramente platónica.
Es un término que engloba las diferentes expresiones de la sexualidad, las cuales van más allá de la idea tradicional de hombre-mujer y cómo relaciona su cuerpo en un contexto especifico. En la siguiente infografía podrás observar las diferentes expresiones de la sexualidad y su significado:
En ocasiones la expresión de la sexualidad puede verse alterada por una disfunción sexual, la misma puede ocurrir en diferentes etapas de la respuesta sexual, como trastornos del deseo sexual, excitación sexual (disfunción eréctil), coito doloroso (dispareunia, vaginismo) u trastornos del orgasmo (ausencia después de una etapa de excitación o anorgasmia). Afectan tanto a hombres como a mujeres. Un ejemplo en los hombres son los orgasmos prematuros (eyaculación precoz) y la disfunción eréctil; mientras que las mujeres pueden experimentar dolor durante las relaciones sexuales, por ejemplo, como resultado sequedad vaginal, cambios hormonales (por la menopausia, el embarazo o la lactancia), vaginismo o asociada a una enfermedad de transmisión sexual.
La disfunción sexual puede tener causas físicas, sin embargo, los factores interpersonales, psicológicos y los conflictos internos son los más frecuentes. Esto incluye, por ejemplo, la “insatisfacción” con la pareja, que también se puede expresar a nivel sexual. La disfunción sexual puede estar asociada con altos niveles de estrés psicológico, miedo al fracaso y desconfianza que pueden hacer que se sienta inseguro, llevar a comportamientos temerosos y de evitación del acto sexual. Otras cargas y circunstancias psicológicas y sociales representan una influencia negativa significativa, que van desde estrés, falta de información, ideas poco realistas sobre el sexo, hasta experiencias sexuales traumáticas en el transcurso de la vida (por ejemplo, abuso). También puede haber varias causas. Las causas físicas incluyen enfermedades del sistema cardiovascular o del metabolismo (desórdenes o deficiencias hormonales), así como también las trastornos mentales; estas disfunciones pueden ser influenciadas por el uso de drogas o sustancias dañinas para la salud como el alcohol.
Con todo lo anteriormente expuesto queda claro que la sexualidad no es sólo sexo, por lo que la prevención de patologías u embarazos no son las únicas medidas para lograr una sexualidad saludable. Teniendo en cuenta toda la variedad de factores que están implicadas, podemos decir que para lograr una sexualidad sana es necesario.
Siempre buscamos las maneras de brindarte información sobre los principales y más fáciles métodos terapéuticos para mejorar tu salud y promover tu bienestar. Con ese objetivo tenemos variedad de vídeos informativos en nuestro portal FisioOnline en YouTube que te pueden ser de utilidad.
Un suelo pélvico sano permite tener una mejor salud sexual, pero para tratarlo es importante que antes logres identificarlo, por ello te dejamos a continuación un vídeo con información sobre la ubicación de este grupo muscular, así como además, unas simples directrices y consejos que te ayudarán a conocer cada una de las estructuras que lo componen:
Una vez detectadas las zonas a trabajar, te recomendamos ver en el siguiente vídeo, en donde obtendrás valiosa información sobre cómo realizar ejercicios de Kegel desde el nivel principiante. Estos ejercicios ayudarán en caso de padecer una disfunción como el vaginismo, ya que la realización de ellos favorece la normalización del tono muscular pélvico y aumenta la llegada de flujo sanguíneo a la zona, lo que repercute positivamente en la percepción del dolor y normaliza la contracción muscular en la vagina:
La salud de los músculos de la región pélvica puede verse mejorada por los ejercicios hipopresivos por lo cual te recomendamos ver el siguiente vídeo en donde podrás observar y aprender cómo se realizan de manera adecuada estos ejercicios con unas simples y sencillas directrices dadas por un profesional fisioterapeuta: