El desgaste de la cadera conlleva dolor, limitación del movimiento y otras molestias que en la mayoría de los casos suele remitir con tratamientos conservadores. En los casos que esto no sea posible, una prótesis de cadera resulta ser la mejor opción para recuperar la movilidad y eliminar el dolor. Si este es tu caso, seguramente tendrás muchas dudas: ¿qué tipos de prótesis hay? ¿qué complicaciones tiene? ¿cómo es la cirugía? aclara tus dudas en el artículo a continuación:
Primero es necesario aclarar cómo se constituye la articulación coxofemoral o de la cadera, ya que la prótesis tratará de abarcar las funciones de la misma.
La cadera es una articulación formada por el acetábulo (parte convexa) y la cabeza femoral (parte redondeada). Estos están cubiertos con cartílago articular para que la fricción durante el movimiento de la cabeza femoral contra el acetábulo sea mínima, lo que nos permite desplazarnos y caminar con facilidad. El borde del acetábulo está afianzado por el llamado labrum, un anillo hecho de cartílago fibroso, que aumenta la superficie articular y la estabiliza durante el movimiento. Además, la cadera está rodeada por una cápsula articular y una fuerte capa muscular y ligamentaria que estabiliza sus segmentos óseos. Todas estas estructuras están inervadas por una importante red de nervios por la parte delantera y trasera de la articulación, y vasos sanguíneos que irrigan desde la superficie frontal de la cadera justo por debajo de la ingle.
Todos los componentes de la articulación coxofemoral o de la cadera (cabeza femoral, acetábulo y cartílago articular) pueden degenerarse gravemente y comprometer su funcionamiento, después de un accidente, enfermedad o artrosis. En estos casos, para recuperar las funciones propias de la articulación, se considera reemplazar los componentes articulares afectados por unos artificiales. El reemplazo articular consiste en la colocación de una prótesis de cadera, que no es más que una extensión articular artificial cuya función es restaurar la movilidad y funcionalidad de la cadera afectada.
La prótesis de cadera, es una extensión articular artificial cuya función es restaurar la movilidad y funcionalidad de la cadera afectada.
La idea de reemplazar la articulación coxofemoral real con una artificial se remonta a 1891, cuando Themistocles Gluck usó marfil para reemplazar la cabeza femoral uniéndola con níquel. tornillos plateados, yeso de París, y pegamento. No fue hasta 1940, que el cirujano estadounidense Dr. Austin T. Moore realizó el primer remplazo articular metálico con una prótesis hecha de una aleación de cobalto y cromo llamada Vitallium., que al igual que los reemplazos articulares modernos, se insertan en el canal medular femoral y depende del crecimiento óseo a largo plazo para su fijación.
A través del tiempo se han ido perfeccionado tanto los materiales que constituyen la estructura de la prótesis, como los abordajes quirúrgicos. Actualmente existe no sólo la opción de cirugía abierta, sino también la cirugía mínimamente invasiva en donde los músculos y los tendones no se desgarran, sino que se conservan, permitiendo a los pacientes operados obtener una rehabilitación temprana y menos dolorosa.
Para que la prótesis logre imitar la función natural de la art. coxofemoral consta de cuatro componentes:
Dependiendo del tipo y grado de la afectación articular, se selecciona dentro de los diferentes tipos de articulaciones artificiales de cadera. También la elección del tipo de prótesis depende de la edad del paciente y la calidad y salud de su sistema óseo. Siendo así, los tipos son:
En la siguiente imagen podrás observar cómo se ven las prótesis de cadera tipo total, parcial y resuperficialización o resurfacing:
Básicamente existen tres opciones para anclar los elementos protésicos al hueso, los cuales son:
Otra opción que ofrecen los médicos para fijar el material protésico al hueso es la combinación de las anteriores opciones. La combinación de ambas técnicas toma las ventajas del anclaje cementado y no cementado, por lo que la copa acetabular se atornilla o presiona en la pelvis (no cementada), mientras que la cavidad protésica (cabeza femoral y vástago) se cementa en el fémur.
La incidencia de reemplazos articulares es bastante alta, se considera que más de 1 millón de artroplastias de cadera son realizadas cada año en los Estados Unidos y se estima que para 2030 la demanda de artroplastias aumente un 174%. En cuanto a nuestro país (España), se ha estimado que aproximadamente en el 2017 se llevaron a cabo 113 artroplastias por cada 100.000 habitantes, para 2019 se estimaba que cada año se colocaban 35.000 en España. Además, se ha estimado que su prevalencia es mayor en mujeres que en hombres y su prevalencia aumenta conforme la edad, alcanzando el 5,26% a los ochenta años. Esta estimación corresponde a 2.5 millones de personas (1.4 millones de mujeres y 1.1 millones de hombres) con reemplazo total de cadera.
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— Tweet Salud (@tweet_salud) June 3, 2019
La artroplastia protésica de cadera se hace necesaria cuando la articulación coxofemoral natural está tan dañada o desgastada por cambios degenerativos, lesiones o enfermedades que los métodos de tratamiento conservadores, ya no prometen el éxito de curación requerido. Este es el caso si el dolor en la cadera persiste a pesar de la fisioterapia o del uso de medicamentos (analgésicos y antiinflamatorios), y si la movilidad reducida y la funcionalidad no puedan restablecerse lo suficiente mediante estas y otras medidas conservadoras de preservación de las articulaciones. Algunas de las indicaciones más frecuentes para una prótesis de cadera son:
Si bien el procedimiento de reemplazo articular no puede ser evitado en muchos casos, debido a que existen factores causales imprevistos como las fracturas, que no pueden ser prevenidos. Sin embargo, el desgaste, la degeneración articular progresiva y dolor pueden ser prevenidos y ralentizados con algunas simples acciones. A continuación, te dejamos algunas recomendaciones que promuevan la salud de tus caderas:
Sabemos que las poblaciones más propensas a necesitar un reemplazo articular son los adultos mayores, es por ello que les recomendamos a nuestros lectores de la tercera edad que visualicen el siguiente vídeo, en donde un experto fisioterapeuta te mostrará cómo hacer fáciles y efectivos ejercicios enfocados en mantener y mejorar la movilidad de caderas y piernas:
Siendo la artroplastia protésica un procedimiento muy complejo y delicado, se requiere de ciertas valoraciones que permitan al médico o cirujano establecer en conjunto con el paciente, la planificación de un procedimiento apropiado con los requerimientos y las características individuales del paciente. Esto implica la selección adecuada del material protésico (metal, titanio, cerámica), tipo de prótesis (completa, parcial o resurfacing), tipo de fijación (cementada o no cementada) y técnica quirúrgica (abierta/mínimamente invasiva). La evaluación previa a la prótesis de cadera consta de:
En la cirugía en sí, se hace una distinción entre el abordaje abierto, en el que el cirujano accede a la cadera a través de una gran incisión en la piel (frontal, posterior o lateral), y el procedimiento mínimamente invasivo, en el que se inserta las partes protésicas con instrumentos especiales, en el procedimiento como ya hemos comentado, los músculos y los tendones no se cortan, sino que se separan.
La cirugía se lleva a cabo bajo anestesia parcial o general. Una vez anestesiado el paciente el especialista en traumatología y ortopedia expone la articulación y se retira el tejido óseo dañado, preparando a la región articular para la implantación de la prótesis mediante un fresado o raspado óseo. En caso de una prótesis cementada, la copa acetabular artificial y el vástago se fijan con el llamado cemento óseo. En caso de una prótesis de cadera no cementada, las partes protésicas se presionan en el lecho óseo preparado o se atornilla al hueso correspondiente. Ya implantada las partes protésicas el cirujano cierra la apertura o portal quirúrgico realizado.
La duración de la operación es de aproximadamente 1 o 2 horas y media.
Las cirugías de este tipo pueden tener muchos riesgos, pero en general son poco frecuentes. Algunos de ellos son:
Además de los riesgos generales del procedimiento quirúrgico, existen riesgos específicos asociados a la prótesis. Las complicaciones más comunes son:
Al igual que otros tipos de endoprótesis, una prótesis de cadera tiene una vida útil limitada. Con una cirugía adecuada, la vida útil de la misma es de 15-20 años, incluso en algunos casos llegan a ser funcionales después de 25 años o más. Los pacientes mayores de 65 años tienen muy buenas perspectivas de no tener que experimentar un cambio de prótesis en sus vidas.
La fisioterapia no sólo constituye un pilar fundamental en la recuperación funcional del paciente operado, sino también que puede mejorar el proceso de curación con intervenciones fisioterapéuticas previas a la artroplastia. Debido a la enfermedad y al dolor causantes del reemplazo articular, los músculos que abarcan la art. coxofemoral se debilitan, acortan e incluso se atrofian, lo que desmejora el proceso de recuperación posquirúrgica. Para evitarlo, se lleva a cabo principalmente un entrenamiento especializado tipo isométrico, enfocado en reducir la pérdida de masa y fuerza muscular.
Los abordajes terapéuticos realizados posterior a la cirugía varían según las características individuales del paciente, el tipo de intervención quirúrgica y el tipo de prótesis implantada, por lo que es importante la comunicación entre el médico que realizó la artroplastia y el fisioterapeuta. Una buena comunicación garantiza el éxito de los resultados funcionales de la articulación artificial implantada.
Si bien la operación de reemplazo de cadera trata y mejora la función articular, las estructuras periarticulares resultan desfavorecidas, principalmente los músculos, ligamentos y tendones que la estabilizan. Para lograr restablecer la función de estas estructuras y mejorar la movilidad, fuerza y flexibilidad del paciente operado, es importante una rehabilitación postoperatoria temprana que inicie el primer día después del reemplazo articular. Esta rehabilitación frecuentemente es divida según las semanas posteriores a la intervención.
El primer día después de la operación, el fisioterapeuta ayuda al paciente a levantarse por primera vez y cargar el implante, si se trata de una fijación protésica cementada. Si la fijación es no cementada, frecuentemente se realiza una carga suave, con ayuda de muletas en las primeras semanas, para evitar que los componentes protésicos se desplacen. Algunas de las intervenciones llevadas a cabo por el fisioterapeuta en esta fase son:
Después de dos o cuatro semanas casi todos los síntomas o molestias desaparecen por completo. Las muletas generalmente se requieren durante las primeras 4 a 6 semanas a pesar de la carga completa permitida, en ese tiempo el fisioterapeuta se enfoca en rehabilitar e incentivar la marcha sin apoyo. Para ello se indican ejercicios de fortalecimiento en cama y de pie con apoyo parcial.
Seis semanas después de la operación, la integración del material protésico se completa en gran medida por el tejido óseo que crece alrededor. Por lo cual, en esta fase, las intervenciones fisioterapéuticas se enfocan en ganar amplitud articular, potenciar la fuerza, resistencia y promover el equilibrio y la estabilización. Con el tiempo, la articulación se estabiliza a través del proceso de curación y la construcción muscular por lo que después de tres meses, el estrés deportivo es posible sin riesgos.
Los deportes de altos impacto están contraindicados, ya que pueden promover el aflojamiento de los componentes protésicos. Siendo así, los deportes inadecuados son:
En cuanto a los deportes que no son perjudiciales para la prótesis de cadera, destacamos los siguientes:
Para asegurar una recuperación adecuada y prevenir la dislocación de la prótesis, serán necesarias algunas precauciones especiales, principalmente durante las primeras 6 semanas después de la cirugía:
Nuestro canal de YouTube FisioOnline cuenta con infinidad de vídeos realizados por especialistas en rehabilitación y fisioterapia, que te brindarán oportunos consejos para que reduzcas las molestias de distintas afecciones. Ten en cuenta que los vídeos que te dejaremos a continuación, no podrán remplazar en ningún momento la intervención de un fisioterapeuta, por lo que recomendamos consultarle antes de seguir con alguna de las siguientes recomendaciones indicaciones.
Si ya tomaste la decisión de reemplazar esa art. coxofemoral que tanto te molesta, te recomendamos ver el siguiente vídeo, en el cual podrás encontrar consejos por parte de un experimentado fisioterapeuta, que te ayudarán a orientarte y mejorar el resultado de la operación:
La coxartrosis es la principal causa de artroplastias de caderas y con frecuencia afecta ambas caderas, por lo que es importante mantener la salud de la articulación no operada. Para ello te dejamos en el siguiente vídeo varios ejercicios, estiramientos y masajes, fáciles de realizar bajo las directrices de un experto fisioterapeuta:
En el siguiente vídeo te mostramos unos parámetros específicos, enfocados en la rehabilitación de este procedimiento quirúrgico que te ayudaran durante la primera fase de tratamiento, estas recomendaciones no reemplazan la intervención presencial de un fisioterapeuta, pero podrían favorecer el tratamiento fisioterapéutico que te ha establecido:
El procedimiento quirúrgico puede conllevar pequeñas o grandes cicatrices posoperatorias, para evitar que las mismas ocasionen molestias es importante abordarlas terapéuticamente lo más temprano posible. Para ello te dejamos en el siguiente vídeo las directrices necesarias para realizar un adecuado automasaje de cicatriz:
En la mayoría de los casos, el pronóstico a corto y largo plazo es favorable tanto en jóvenes cómo en adultos mayores, los pacientes con reemplazo articular obtienen alivio del dolor en combinación con una movilidad significativamente mejorada en los primeros tres meses.
Ciertas molestias musculares residuales son normales al principio de la recuperación, así como ciertas molestias leves en el área de la ingle. Estos síntomas generalmente desaparecen por completo, pero a veces esto puede tomar algo de tiempo. La recuperación total de una prótesis de cadera generalmente se logra después de un año.
Como ya se ha destacado anteriormente la vida útil y funcional de la prótesis está limitada (de 10 - 20 años). Hay varios factores que pueden afectarla negativamente, por ejemplo, la prótesis puede aflojarse después de unos pocos años debido a accidentes, deportes de alto impacto, sobrecargas, osteoporosis o abrasión del material protésico. En estos casos una operación de cambio de material protésico se convierte en una necesidad.