Rotura de fibras de los aductores, desgarro muscular o rotura fibrilar de los aductores, son algunos de los nombres que se utilizan para definir esta patología frecuente en deportistas de alto rendimiento. El siguiente artículo tiene como finalidad brindar información detallada sobre esta lesión: definición, causas, síntomas, tratamiento médico y tratamiento desde el punto de vista fisioterapéutico, entre otros temas.
Se entiende como rotura de fibras de aductor o aductores, al desgarro o rasgadura de los tejidos que conforman los músculos aductores, las causas de estas lesiones pueden variar, y pueden estar asociadas a aceleraciones, o desaceleraciones bruscas con las piernas, así como también a cambios de dirección. Una rotura de fibras de los aductores ocurre por el sobre estiramiento de los músculos, más allá de lo que representa su resistencia máxima, haciendo que de esta manera se rompan fascias, fibras nerviosas y vasos sanguíneos que los constituyen, ocasionando dolor agudo en la parte media del muslo.
Los aductores son un grupo de músculos que se ubican en la cara interna del muslo. En total son cinco y su función primordial es como lo indica su nombre la aducción, lo cual no es más que el movimiento de adentro hacia afuera y viceversa que realiza el muslo, gracias a esta acción el ser humano puede cruzar una pierna sobre la otra. Otra de las funciones de lo aductores es la estabilización de la pelvis, de esta manera se logra mantener el cuerpo en una postura erguida.
Tal como se describió anteriormente los músculos aductores son cinco (5), y ellos son:
Con la pelvis fija, en donde encarga de flexionar el muslo y participar en su rotación externa.
Con el fémur fijo, en donde se encarga de producir inclinación lateral interna del iliaco con anteversión y rotación externa.
Si bien es cierto que el grupo de aductores está conformado por cinco (5) músculos, en este tipo de lesiones generalmente se ven afectados tres (3) de ellos, como lo son: el aductor menor, mediano o largo y el mayor.
Cuando existe una rotura de fibras de los aductores la misma se clasifica según la magnitud de la lesión o la cantidad de fibras dañadas. A continuación, se describen los tres grados:
Las roturas de fibras de aductores son lesiones que están altamente asociadas a la práctica de disciplinas deportivas en donde se realicen movimientos como la aceleración, desaceleración, cambios bruscos de dirección o de postura de las piernas, encontrándose que un 30% de las personas afectadas con esta patología están ligadas al ámbito deportivo. Entre los jugadores de fútbol europeo, las lesiones musculares aductoras fueron el segundo grupo de músculos más comúnmente lesionados (23%) detrás de los isquiotibiales (37%).
Del grupo de los aductores, el aductor largo es el músculo más comúnmente lesionado y representa del 62% al 90% de los casos.
Esta lesión tiene una alta prevalencia en personas del género masculino que se encuentren entre la segunda y cuarta década de su vida. De las personas afectadas por la rotura de aductores, destacamos al futbolista del Real Zaragoza Marc Gual quien sufrió una rotura de fibras en el aductor izquierdo en 2018.
El futbolista del Real Zaragoza Marc Gual sufre una rotura de fibras en el aductor izquierdo https://t.co/8nTdlO0bU4 pic.twitter.com/1VAkcaiwv1
— Real Zaragoza (@RealZaragoza) October 10, 2018
Los síntomas de esta patología van a variar, ya que están ligados al grado de lesión de la rotura de la fibra en el músculo aductor que posea el paciente, dentro de los síntomas más comunes encontramos:
Una vez que se produce la rotura de las fibras musculares o el desgarro el paciente atraviesa por una serie de fases, en donde cada una de estas fases posee características sintomatológicas diferentes, las cuales con:
Fase 0, son las reacciones casi que inmediatas que realiza el cuerpo después de la lesión, los síntomas son:
Fase 1, son las reacciones que aparecen entre el primer al tercer día de la lesión, los síntomas son:
Fase 2, son las reacciones que aparecen entre el segundo al vigésimo primer día después de la lesión.
Fase 3, son las reacciones que aparecen en el décimo día.
Las causas de este tipo de lesiones son variadas, pero están generalmente asociadas a movimientos bruscos en donde se realiza una sobre carga del músculo extralimitando las capacidades del mismo. Es común encontrarla dentro de las lesiones en deportes como, por ejemplo: patinaje, equitación, fútbol, karate y atletismo. Ya que estos deportes originan frecuentemente cambios bruscos de dirección, constituidos por una aducción rápida contra una gran fuerza de abducción.
A menudo una tensión desproporcionada en los aductores en combinación con un acondicionamiento deficiente y una falta de estiramiento, estresa a las fibras de algún músculo aductor y ocasiona su rotura o desgarro. La mayor tensión excéntrica se coloca en el complejo de los aductores cuando la pierna está en rotación externa y abducción. En resumen, dentro las causas más comunes de las roturas de fibras de los aductores encontramos:
Teniendo en cuenta la alta prevalencia que tiene esta lesión en personas deportistas, les dejamos algunos consejos para prevenir estas lesiones musculares:
El dolor inguinal y en la región interna del muslo puede ser ocasionado por otras lesiones que afecten el sistema aductor. Los diagnósticos diferenciales son muy variados, en los más destacables encontramos:
De los diagnósticos diferenciales a tener en cuenta destacamos a la contractura o espasmo muscular, aunque ambas lesiones comprometen el estado fisiológico normal de las fibras musculares y refieren similitud en su clínica, no se tratan de las mismas lesiones. Aprendes a como diferenciarlas con ayuda de un fisioterapeuta experto, que te indicará en el vídeo a continuación cuales son los síntomas distintivos en cada lesión:
Si bien los síntomas y las molestias descritas por el paciente en la anamnesis y en el examen físico, aportan importante información que puede orientar al profesional de salud a establecer el diagnóstico. Sólo se puede establecer que está presente esta lesión, con la ayuda de los estudios de imagen como la ecografía o resonancia magnética. En el caso de la ecografía o ultrasonido, el estudio además de ser usado para identificar el área y el alcance de la lesión, sirve para evaluar periódicamente durante la recuperación. Las imágenes obtenidas con estos estudios también pueden ayudar a evaluar otras causas de dolor, como las mencionadas en el diagnóstico diferencial.
El tratamiento conservador predomina en el abordaje terapéutico de esta lesión, debido a que ofrece los mejores resultados en cuento a la recuperación del paciente lesionado. Las indicaciones de los médicos frecuentemente son:
Actualmente, no existen criterios establecidos para determinar quién requiere una cirugía para reparar el músculo desgarrado, sin embargo, algunas de las situaciones que indican al médico que es necesario llevar a cabo un procedimiento quirúrgico para reparar esta rotura son: una recuperación deficiente con un manejo conservador, desgarros de espesor total del músculo (grado III) o lesiones recuperadas que presenten una debilidad y dolor persistente de la extremidad afectada. Básicamente en el procedimiento quirúrgico el cirujano repara la separación de las fibras musculares aductoras comprometidas, mediante puntos de sutura que unen entre sí los bordes desgarrados del músculo aductor, frecuentemente esto se lleva a cabo mediante una cirugía mínimamente invasiva.
El tratamiento desde la fisioterapia va a variar dependiendo de la magnitud de la lesión y las características y requerimientos físicos del paciente afectado. El objetivo de la fisioterapia en la rehabilitación de esta lesión es lograr proteger la reparación, optimizar la recuperación y finalmente recuperar la funcionalidad del músculo desgarrado. Para ello el fisioterapeuta hará uso de variedad de técnicas y herramientas terapéuticas combinado con ejercicio terapéutico, estas intervenciones fisioterapéuticas serán divididas por fases:
Esta fase comienza una vez detectada esta lesión o posterior al procedimiento quirúrgico de reparación (48 horas). Aquí inicialmente se intentará con la fisioterapia minimizar los efectos de la lesión tisular presente: dolor, inflamación y hematoma. Con el objetivo de que el paciente logre recuperar el rango de movimiento y restaurar la fuerza progresivamente. Con estos objetivos el fisioterapeuta efectuará las siguientes intervenciones:
Una vez se haya recuperado el rango de movimiento normal y las molestias hayan remitido, en esta fase se busca entrenar al musculo lesionado con ejercicios de fuerza específicos con el objetivo de conseguir mayor resistencia y un rango completo de movimiento funcional sin dolor. Algunas de las intervenciones usadas en esta fase son:
Las intervenciones realizadas en la fase anterior son reforzadas, aumentado carga, intensidad y numero de repeticiones. En esta fase se puede permitir dolor leve durante el ejercicio, pero debe desaparecer inmediatamente después del cese del entrenamiento. En esta fase el objetivo es volver a la función deportiva, para ello el fisioterapeuta efectúa un programa específico de entrenamiento y reprogramación funcional para el tipo de disciplina deportiva que practica el paciente.
Puedes potenciar los beneficios durante tu tratamiento fisioterapéutico con ayuda de nuestros vídeos de FisioOnline que podrás encontrar en YouTube, todos son realizados por profesionales de salud expertos en rehabilitación y fisioterapia, que te explicarán fáciles ejercicios, automasajes, estiramiento y otros autocuidados que te ayudarán a recuperarte más rápidamente de tu lesión deportiva.
Si deseas conocer el proceso de reparación por el que pasan las roturas de fibras musculares, te recomendamos ver el siguiente vídeo, en donde un experto fisioterapeuta te explicará cómo suceden estas lesiones y cómo se reparan las mismas.
Las técnicas de automasaje que te mostraremos en el vídeo a continuación son altamente beneficiosas para este tipo de lesiones musculares, es por ello que nuestra recomendación es hacerlos con ayuda de las directrices que te dará un experto fisioterapeuta:
Los beneficios obtenidos con el automasaje pueden verse incrementados con ayuda del hielo. Aprende a como llevar a cabo una automasaje con hielo que te permitirá descargar la musculatura aductora lesionada en el siguiente vídeo:
La interrupción súbita de las fibras de la musculatura aductora conlleva a la aparición de importante dolor, hinchazón y hematomas o moretones. Te mostramos en el presente vídeo nuestra rutina de ejercicios automasajes y estiramientos para el tratamiento de las roturas de fibras o fibrilar del músculo aductor:
El pronóstico de esta afección, es favorable en la mayoría de los casos tratados con un abordaje conservador. El tiempo de recuperación de una rotura de fibras en los aductores es variable y se ve relacionado a varios factores, como el grado de desgarro presente y la condición física y de salud general del paciente afectado. Por ejemplo, una rotura de primer grado podría tomar 7 – 10 días para recuperarse, mientras que una del segundo grado podría requerir 21 días de tratamiento, si se trata de una rotura grado 3 va a requerir más tiempo, aproximadamente 60 días (puede variar). La mayoría de los deportistas volverán a jugar con un dolor mínimo y una función normal si se les proporciona un descanso relativo adecuado y rehabilitación de al menos 4 - 8 semanas.
Si el paciente vuelve a jugar demasiado pronto o se rehabilita inadecuadamente, el dolor puede volverse crónico.