Dolor de cuello o cervical. 5 mentiras que te has creido sobre sus causas y tratamiento

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    Iñigo Junquera
    Fisioterapeuta / Terapia manual y RPG

    He estudiado mucho, he leído muchos libros, he analizado y reflexionado hasta la saciedad, he tratado siempre de profundizar con espíritu crítico.... y con el paso del tiempo, cada vez creo que el cuerpo, la naturaleza y la vida son muuuucho más grandes de lo que ninguna persona o ciencia sean nunca capaz de conocer y analizar.

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El cuello es una estructura sumamente importante para el cuerpo, generalmente es una de los segmentos de la columna vertebral más aquejados por dolor, el dolor a nivel cervical es denominado cervicalgia.

Constantemente creemos que el dolor de cuello es producto de varios factores que se desarrollan con la ejecución actividades de la vida diaria, la existencia de alguna enfermedad que predispone el dolor de cuello, así como el uso de antiinflamatorios, o collarín para mejorar o disminuir el dolor cervical.

En este artículo se desarrollan 5 mentiras sobre los dolores de cuello o de la cervical:

La causa del dolor son los esfuerzos y movimientos repetitivos 

Los esfuerzos y los movimientos repetitivos del cuello son una influencia en los dolores de cuello, más no son la causa real de esta dolencia. Si la columna cervical se encuentra bien sin ningún tipo de lesión o enfermedad ella podrá realizar todos los esfuerzos sin generar ningún tipo de dolor o molestia, hay personas que realizan esfuerzos constantemente y no refieren dolor, o por el contrario existen personas que no realizan ningún tipo de esfuerzo pero refieren dolor a nivel cervical.

"Los esfuerzos y los movimientos repetitivos del cuello son una influencia en los dolores de cuello, más no son la causa."

Por lo que los esfuerzos o los movimientos repetitivos no son la causa real de las cervicalgias.

La artrosis cervical, las hernias y protrusiones de disco son las culpables

Estas enfermedades que vienen dadas por procesos de degeneración, desgaste y envejecimiento de las estructuras que conforman el cuello (articulaciones, vértebras, discos intervertebrales), estas patologías no son las culpables del dolor sino que son manifestaciones conjuntas generadas por alguna alteración en el sistema nervioso, por situaciones emocionales, factores nutricionales, en el estado energético, actividad física etc, que confluyen y desencadenan estos procesos degenerativos y por tanto se produzca el dolor. 

Por lo que en muchos casos cuando se realiza un cambio en el estilo de vida donde estos factores dejan de afectar, es muy probable que el dolor de cuello desaparezca , aun teniendo alguna enfermedad o patología diagnosticada. 

Lo mejor es inmovilizado con collarín

La inmovilización lejos de ayudar suele empeorar la condición existente en la zona cervical, por lo que su uso no es recomendable salvo que sean cervicalgias agudas y en las que el propio cuello producto del dolor y de la inestabilidad amerite su uso o el descanso de él.

Tomar antiinflamatorios es muy importante para la solución del dolor

Los medicamentos antiinflamatorios pueden generar una mínima ayuda en las fases más agudas del dolor, mientras se plantea un mejor tratamiento que realmente solucione el problema real. La ingesta de medicamentos por largos periodos de tiempo en vez de generar una ayuda afectan el hígado, que es un órgano con gran influencia visceral y emocional sobre las dolencia de la región cervical.

Está demostrado que los antiinflamatorios tomados por las largos periodos favorecen los procesos inflamatorios en un largo plazo.

Una vez que ha pasado el dolor se puede hacer una vida normal pero teniendo cuidado, evitando pesos, movimientos etc..

Estos mensajes de miedo y cuidado con la ejecución de movimientos y el desarrollo de sus actividades de la vida diaria alejan al paciente del desarrollo normal del movimiento, y de la ejecución de la actividad física que es tan saludable y favorable para el estado de salud. 

De forma que ese miedo instaurado para la ejecución de los movimientos genera patrones alterados, lo que se denomina un proceso de kinesiofobia, evitando realizar actividades, esfuerzos, movimientos para no caer de nuevo en el dolor. 

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