El cuello para poder mantenerse en una posición erguida y estable, necesita de una base firme y resistente, que soporte los movimientos repetitivos que realizamos día a día. Esta base está constituida por unas estructuras óseas, conocidas como vértebras cervicales, de las cuales daremos información en el siguiente artículo.
“El atlas no posee apófisis espinosa, el axis tiene en su cuerpo a la apófisis odontoides, la sexta vértebra incluye un tubérculo carotídeo que no tienen las demás, y la séptima vértebra es importante ya que se conecta con la primera vértebra dorsal”
¿Qué significa vértebra cervical?
Según el latín, la palabra vértebra es originada por la unión del término “vertere” con un sufijo, lo cual quiere decir “girar”. Luego, esta palabra fue utilizada para denominar aquellas estructuras óseas que forman parte de la columna vertebral y que hacen que el cuerpo pueda realizar movimientos donde se incluyen giros.
Ahora bien, el término cervical, es todo aquello que está relacionado con el cuello, y se deriva del término “cervix” de la lengua latín.
¿Dónde están las vértebras cervicales?
Constituyen una de las estructuras que se unen para formar la columna vertebral. Están ubicadas exactamente en la zona del cuello, comenzando desde la base del cráneo, hasta articularse con la 1era vértebra dorsal o torácica.
“Aguantan el peso de la cabeza, protegen a la médula espinal y permiten que los nervios se distribuyan al miembro superior”
¿Para qué sirven las vértebras cervicales?
Además de ser importante porque son las primeras estructuras de la columna vertebral, trabajan en las siguientes funciones:
- Mantienen y soportan el peso de la cabeza.
- Son protectoras de la médula espinal.
- Participan en los movimientos de flexión, extensión, rotación e inclinación del cuello y cabeza.
Lesiones de las vértebras cervicales
Las patologías que frecuentemente las afectan son aquellas ocasionadas, por movimientos repetitivos, por traumatismos y por factores degenerativos. Los problemas más comunes son la artrosis, hernias discales, osteofitos, osteoporosis, estenosis cervical, latigazo cervical y la espondilolistesis. Dependiendo de la extensión del daño y de las alteraciones en los tejidos de las vértebras y sus adyacencias, podemos encontrarnos con síntomas y signos clínicos que cursan con dolor, contracturas, dolor de cabeza, cambios en la sensibilidad y pérdida de fuerza en la zona de los miembros superiores.
“Generalmente todas las lesiones del área cervical producen síntomas como el dolor, debilidad en músculos y alteraciones sensitivas”
¿Qué ocasiona el desgaste de las vértebras cervicales?
Además de las patologías mencionadas en el párrafo anterior, que pueden causar desgaste en las superficies articulares de la zona cervical, también nos encontramos con actividades que consisten en movimientos repetitivos y de larga duración. Es decir, pasar mucho tiempo sentado, con posturas que se consideran negativas para la salud, como lo es permanecer con la cabeza flexionada; no realizar ningún tipo de ejercicio lo cual se considera sedentarismo, y por todo eso es que las estructuras óseas y músculos del cuello empiezan a perder fuerza.
“Toda actividad que sea repetida y que perdure en el tiempo puede desencadenar desgaste en cualquier superficie articular de un hueso”
Aunque sabemos que puede resultar complicado cambiar los hábitos negativos, es necesario que se cuide la salud a través del reentrenamiento de la postura y con la realización de ejercicios enfocados en producir hormonas que pueden hacer que la persona se sienta mejor.
Pero para que los ejercicios sean realizados adecuadamente, es necesaria la visita a un médico y también a un fisioterapeuta. Posteriormente, en las sesiones de fisioterapia se ejecutará un tratamiento con la idea de disminuir los síntomas (dolor), reducir el riesgo de generar más desgaste y más enfermedades tanto en los huesos como en las estructuras blandas.
Cada tratamiento dado por el médico y el terapeuta dependerá de los objetivos que se quieran lograr.