Cuando hablamos de dolores en la pelvis, la cadera o la zona lumbar, solemos fijarnos en la musculatura profunda, en la columna o en los hábitos posturales. Sin embargo, hay un elemento que se pasa por alto con demasiada frecuencia: los pies. La forma en que apoyas y usas tus pies cada día tiene un impacto directo sobre la alineación y la funcionalidad de tu pelvis.
Desde la fisioterapia integrativa Fiit Concept, entendemos que el cuerpo funciona como una cadena conectada, en la que el desequilibrio en un extremo afecta al otro. En este artículo te explicamos cómo influyen los pies en la salud de tu pelvis, qué alteraciones posturales se producen y cómo puedes empezar a corregirlas desde la base.
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¿Por qué los pies son fundamentales en la postura?
Los pies son la base estructural del cuerpo. Son el único punto de contacto directo con el suelo, y a través de ellos se transmite la información de apoyo, equilibrio y movimiento hacia arriba, afectando:
- La estabilidad de los tobillos y las rodillas
- La posición de la pelvis
- La activación de la musculatura del core
- La distribución de cargas en la columna
Un pie que no apoya bien genera una cadena de compensaciones musculares y articulares que llegan hasta la zona pélvica.
Tipos de alteraciones en el apoyo del pie
Algunas de las alteraciones más comunes que repercuten sobre la pelvis son:
- Pie plano: disminuye la activación del arco plantar y genera una rotación interna de la pierna, desalineando la cadera.
- Pie cavo o muy rígido: transmite el impacto de forma más brusca y sobrecarga la articulación sacroilíaca.
- Pronación excesiva: colapsa el tobillo y la rodilla, provocando una caída pélvica hacia un lado.
- Supinación o apoyo externo excesivo: genera rigidez en la cadena lateral del cuerpo y puede producir dolor sacroilíaco.
- Diferente apoyo entre pie derecho e izquierdo: obliga a la pelvis a inclinarse o rotarse de forma crónica.
Estas pequeñas asimetrías, mantenidas día tras día, afectan la función muscular de glúteos, psoas, suelo pélvico y abdominales profundos.
Síntomas que indican una disfunción postural por los pies
- Dolor en una cadera o articulación sacroilíaca al caminar
- Molestias lumbares al estar de pie mucho tiempo
- Desequilibrio pélvico en la marcha o en la postura estática
- Sensación de pierna “más corta” o diferente al apoyar
- Cansancio en la zona glútea tras caminar
- Tensión en la musculatura lumbar o en los aductores
En muchos casos, estos síntomas no se resuelven con trabajo local, porque el origen está más abajo: en el pie y su forma de apoyar.
La pelvis: centro de fuerza, equilibrio y compensación
La pelvis no solo es el punto de unión entre el tronco y las piernas, sino que actúa como estabilizador central del cuerpo. Está directamente influida por:
- El apoyo del pie
- La alineación de rodilla y cadera
- La tensión de los músculos abdominales, glúteos y psoas
- La movilidad del sacro y las vértebras lumbares
Cuando hay una alteración en el pie, la pelvis debe adaptarse para mantener el equilibrio, aunque eso implique hacerlo a costa de tensar músculos o forzar articulaciones. Es una adaptación inteligente, pero si se mantiene en el tiempo, genera dolor y disfunción.
Enfoque terapéutico desde Fiit Concept
El modelo Fiit Concept aborda este tipo de disfunciones posturales desde una visión global, teniendo en cuenta no solo la estructura, sino también el papel del sistema visceral, emocional y fascial.
Para tratar una disfunción de la pelvis originada en los pies, el abordaje incluye:
Valoración y corrección del apoyo plantar
- Test de carga y distribución del peso en cada pie
- Evaluación de la cadena ascendente (tobillo, rodilla, cadera)
- Trabajo de activación del arco plantar y propiocepción
- Reeducación de la pisada con ejercicios y conciencia corporal
Liberación miofascial y articular
- Liberación de tensiones en planta del pie, gemelos, peroneos y fascia
- Normalización de la articulación sacroilíaca y zona lumbar
- Masaje profundo y estiramientos de cadenas musculares
Reeducación postural y respiratoria
- Estabilización pélvica con trabajo de core y diafragma
- Estiramientos activos globales que integran el pie y la pelvis
- Ejercicios de coordinación respiración-movimiento
Fitoterapia y cuidado del sistema circulatorio
El sistema fascial y la musculatura profunda necesitan un entorno bioquímico sano para autorregularse. Se recomienda:
- Mejorar la circulación con plantas como castaño de Indias o rusco
- Alimentación rica en antioxidantes y baja en inflamatorios
- Suplementos naturales si hay rigidez fascial persistente
Conclusión
Los pies son la base de tu postura, y su influencia llega hasta la pelvis, la columna y más allá. Cuando el apoyo está desequilibrado, el cuerpo lo compensa generando tensiones, asimetrías y, con el tiempo, dolor.
Desde Fiit Concept, abordamos esta relación de forma integrativa, ayudando al cuerpo a recuperar su equilibrio desde abajo hacia arriba, desde el apoyo hasta la percepción corporal, desde la estructura hasta la emoción.
Si tienes dolor pélvico, molestias lumbares o sensación de desalineación postural, te invitamos a explorar nuestro programa programas aquí. No ignores la base: tus pies pueden tener la respuesta que tu pelvis está esperando.