Tengo un dolor punzante y persistente desde el tobillo hasta los dedos del pie, por la parte externa. No está hinchado no está caliente, no me lesioné. En la noche el dolor no me deja dormir, comenzó gradualmente y cuando se intensifica irradia hacia la pantorrilla en la parte posterior del tobillo. Al presionar se siente el dolor. Mejora cuando tomo ibuprofeno, pero vuelve al pasar el efecto. Al mismo tiempo me duelen los pulgares de la mano extendiéndose hacia el brazo. Dolor en las muñecas y la palma de la mano (cerca a la muñeca) que se intensifica con movimientos de pinza o presión en la zona, eso limita mi fuerza y movimiento. Siento punzadas en el tobillo, leves y constantes que van extendiendo el dolor hacia la pantorrilla. Tengo antecedentes de dolor neuropático intercostal al nivel de la sexta vértebra tratado con pregabalina 150 mg en dos tomas diarias. Al terminar el tratamiento, comenzaron estos otros dolores en manos y pies. También apliqué masajes con cremas para el dolor, mejora y luego vuelve.
Según la teoría se trata de un dolor originado como consecuencia directa de una lesión o enfermedad que afecta al sistema somatosensorial, a nivel periférico o central. El dolor neuropático no se relaciona con la activación de nociceptores, sino que aparece como consecuencia directa de una lesión del propio Sistema Nervioso, y su presencia carece de efecto protector o beneficiosos.
Las personas que presentan esta lesión, suelen describir el dolor neuropático, con los siguientes síntomas:
También presentan alodinia, la cual es una respuesta inadecuada ante un estímulo que no es doloroso e hiperalgesia.
Existen muchas causas de este tipo de dolor, ya que puede ser resultado de alteraciones en múltiples zonas del organismo. Es por eso, que podemos encontrar como desencadenantes de estos síntomas, lesiones que generan inflamación, infección, compresión y desgaste a nivel de los nervios; y patologías que traen como consecuencia alteraciones tanto en la estructura como en las funciones del encéfalo y de la médula espinal.
La fisioterapia es una gran aliada para el tratamiento de esta patologia, ya que es de vital importancia para mantener la fuerza, la movilidad, la estabilidad y la coordinacion.
Debes acudir a un profesional ya que el tratamiento es netamente personalizado.
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