En nuestro sistema musculoesquelético se producen diferentes funciones que son necesarios para que se produzcan los movimientos que realizamos día a día. Esos procesos son las llamadas contracciones, las cuales se clasifican en contracción muscular isotónica, con su tipo concéntrica y excéntrica, y las contracciones isométricas.
"Las contracciones musculares y los cambios en la tensión del músculo pueden darse gracias a la presencia de ATP"
¿Cómo se da la contracción isométrica?
En este tipo de contracción muscular, se genera una tensión constante, que hace que se genere un desplazamiento de los filamentos musculares, luego las proteínas actina y miosina se unen, y se genera una fuerza para que se logre el movimiento final.
Esto quiere decir, que aunque las fibras se encuentran bajo una fuerza que varía, estas no se alargan ni acortan, si no que más bien se mantienen fuertes y resistiendo los factores externos, a diferencias de las excéntricas y concéntricas que si producen un movimiento visible.
¿Para qué sirve la contracción isométrica?
En nuestro cuerpo necesitamos de diferentes tipos de contracciones, ya que para movernos es necesaria la presencia de diferentes mecanismos de movimiento. Es decir, mientras la contracción excéntrica y la concéntrica permiten que realicemos movimientos para alcanzar y llevar nuestras extremidades a diferentes lugares, la contracción isométrica ayuda en los ejercicios y en las actividades donde alguna zona de nuestro cuerpo deba permanecer sin moverse y manteniendo una resistencia.
"Para que cada músculo pueda ejercer su función de contraerse necesita de una fuerza constante que logre vencer la resistencia, ya sea ejercida por el entorno o por un objeto"
¿En qué movimientos se produce la contracción isométrica?
Como ya sabemos este tipo de contracción no genera ningún cambio en a longitud del músculo, así que no se puede observar en la mayoría de los movimientos que realizamos día a día. Pero si tenemos el conocimiento de que la contracción muscular isométrica es la que utilizamos cuando queremos mantenernos de pie, cuando sostenemos algún peso con nuestros brazos o cuando queremos mantener una parte de nuestro cuerpo en una posición estática.
En los ejercicios que realizamos diariamente solemos utilizar este tipo de contracción muscular, para lograr realizar las diferentes actividades de la vida diaria.