Este trastorno doloroso originado en la región del epicóndilo puede resultar ser la pesadilla de muchos tenistas, sin embargo, no sólo ellos son los afectados, también las secretarias y los obreros pueden padecerla. Te explicaremos aquí que factores causales la originan, lo que te ayudará a prevenirla y si ya la padeces te mostramos cual es el tratamiento mediante ejercicios y otras recomendaciones que te ayudarán a liberarte del dolor lateral de codo que ocasiona.
Podemos encontrar la primera descripción de esta patología inflamatoria del codo en 1873 y se le atribuye al doctor alemán F. Runge, quien para ese momento la denominaba Schreibekrampf (que traducido desde el alemán significa “calambre del escritor”). Posteriormente en 1883 se da a conocer como el ahora famoso término “codo de tenista” el cual fue acuñado por el doctor H.P. Major. Otro término que usamos para hacer referencia a esta lesión de codo, es la epicondilitis, esta palabra proviene de la unión de las palabras griegas “ἐπί” que significa “sobre” “kondylo- κόνδυλος” que significa “parte saliente o nudo de una articulación” y la palabra “îtis” que significa “'inflamación” todas estas palabras enlazadas hacen referencia a la inflamación del epicóndilo.
Éste trata de una protuberancia ósea ubicada lateral a la articulación del codo, la misma funge como punto de inserción de los músculos extensores de la muñeca y el carpo, los cuáles son los siguientes:
En el caso de epicondilitis, esta se ve asociada al tejido tendinoso de uno o varios de estos músculos extensores de muñeca, siendo el tendón mayormente afectado el tendón del extensor radial corto del carpo (ERCC).
El codo de tenista, así como el codo de golfista no son, como lo indica su significado etimológico (epicondilitis) una inflamación completa en sí, la inflamación sólo se da en el inicio de la enfermedad, por lo que más bien se trata de una irritación de las inserciones tendinosas de los músculos anteriormente mencionados (tendinopatía o epicondilopatía).
La irritación en esa zona se ve asociado al sobreuso, sobreesfuerzo y tracción repetitiva de estos tendones extensores del carpo y de los dedos.
Y aunque también es conocida por afectar a los tenistas, no es una patología exclusiva de los jugadores de tenis, otros deportistas de disciplinas como pádel, béisbol, golf o halterofilia son frecuentemente afectados. Sin embargo, su incidencia en deportistas puede ser alta, eso no deja por fuera a otras poblaciones, aquellas que realizan movimientos repetitivos vinculados al origen de esta afección, tales como amas de casa, jardineros o personas que usan mucho el ordenador.
Esta lesión en los tendones extensores la podrás visualizar mejor en la siguiente infografía sobre codo de tenista:
Esta lesión de codo afecta al 1-3% de la población mundial en general, o sea tanto deportistas como personas comunes, lo que indica que no es una lesión única en deportistas. Apareciendo con mayor frecuencia en personas entre los 35-50 años de edad.
Afecta al 1-3% de la población mundial en general.
Con respecto a la asociación que tiene esta afección a los tenistas, un estudio realizado a 200 tenistas mayores de 30 años, encontró que el 50% padeció en algún momento de esta patología inflamatoria del codo. Puede considerarse una enfermedad laboral: la epicondilitis que sufren las gerocultoras de residencias de ancianos es enfermedad profesional.
La epicondilitis que sufren las gerocultoras de residencias de ancianos es enfermedad profesional. STS https://t.co/pRvZZ3xu52
— Club Laboral-Social (@ClubLaboral) February 24, 2020
Cualquier persona que sufre de un codo de tenista siente un dolor intenso en la parte lateral o externa del codo, que puede irradiarse desde el antebrazo hasta la mano y los dedos. El dolor puede desencadenarse o exacerbarse al tensar el músculo correspondiente afectado. Además, la mano y la muñeca afectada puede perder fuerza, esto puede llevar a la aparición de dolor en movimientos que se realizan en las actividades de la vida diaria, tales como:
A medida que evoluciona esta afección, el dolor lateral de codo puede presentarse en reposo, incluso durante la noche, adicionalmente se pueden presentar parestesias u hormigueos en el antebrazo o la mano.
Como ya se ha mencionado anteriormente los tendones de todos los músculos extensores de la muñeca forman un enfoque tendinoso común en donde se origina la lesión, denominado epicóndilo lateral. La circulación sanguínea y el metabolismo están severamente disminuidos en el tejido tendinoso en este punto, lo que hace que esta área no sea muy elástica y no se repare con facilidad.
Inicialmente el origen de la epicondilitis o codo de tenista se ve asociado a movimientos de manos específicos y repetitivos, aquellos que requieren el uso de la musculatura extensora de la muñeca.
Estos tipos de movimientos ocurren frecuentemente en deportes de raqueta por una técnica incorrecta (como el tenis y el pádel), así como oficios (como jardineros), al tocar instrumentos musicales (como el violín) o trabajos de oficina (como secretarias) que requieran el uso constante de ordenadores y dispositivos electrónicos, estas situaciones pueden tensar e irritar permanentemente los tendones.
Esto ocurre debido a un desbalance muscular, originado porque en algún momento los movimientos repetitivos aumentan la fuerza con la que el músculo tira del tendón, lo que genera desgarros microscópicos acompañado de un proceso degenerativo en el origen tendinoso, que el cuerpo no puede reparar lo suficiente rápido para la siguiente tracción del músculo.
Esta situación es reforzada por el pobre suministro de sangre (hipovascularidad) en la base tendinosa.
Adicionalmente, desde nuestra visión Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa, afirmamos que dicha lesión puede estar influida por conflictos emocionales y situaciones de estrés, así como efecto secundario a una incorrecta alimentación, debido a que estas situaciones alteran el correcto funcionamiento hepático-biliar y renal, lo que dificulta la eliminación de toxinas y contribuye a la aparición de bloqueos vertebrales a nivel cervical que ocasionan un cambio biomecánico que origina esta lesión a nivel del codo. Por lo que podemos decir que la epicondilitis puede originarse también producto de una alteración psicosomática.
Si quieres conocer más sobre la relación de las alteraciones emocionales en el origen de la epicondilitis, te dejamos en el siguiente vídeo información gráfica y detallada sobre este importante factor causal:
Esta afección es prevenible en la mayoría de los casos, entonces si usted es vulnerable a un codo de tenista debido a su trabajo o un pasatiempo (deportivo o musical), hay varias cosas que puede hacer para evitar una sobrecarga que origine esta lesión de codo. Por ejemplo:
Descargar los músculos involucrados también disminuye el riesgo de sufrir esta tendinopatía, por lo cual te dejamos a continuación, un vídeo con el cual aprenderás como realizar un masaje a la zona epicondílea, lo que te ayudará a evitar esta lesión.
Varios son los diagnósticos que suelen presentar sintomatología similar a la del codo de tenista, la diferenciación de esta afección de otras lesiones o enfermedades, es importante para lograr la correcta planificación del tratamiento. Los diagnósticos diferenciales en este caso son:
Para la obtención de un diagnóstico certero en caso de esta patología, el médico o fisioterapeuta realiza inicialmente una anamnesis en donde investiga si existen algunos de los factores causales asociados a esta lesión y precisa las deficiencias en cuanto a dolor y funcionalidad por las cual está pasando el paciente.
Seguidamente efectúa un examen físico en donde palpa los puntos dolorosos y evalúa la zona afectada, en el examen, la epicondilitis se expresa a través de un dolor intenso en la parte externa del codo. En este examen físico también se valora el estado de los músculos, tendones, vasos nervios y vasculares mediante pruebas musculares y de provocación que reproduzcan el dolor característico de esta lesión, las más usada para confirmar el diagnóstico de epicondilitis son:
El diagnóstico puede realizarse mediante estas pruebas de provocación, ya que estas pruebas inducen a una reacción física específica de esta lesión, que generalmente es dolor o debilidad muscular. Sin embargo, puede ser necesario estudios de imagenología como rayos X, resonancia magnética o ultrasonido/ecografía, ya que estos estudios pueden ayudar al diagnóstico diferencial para descartar otras causas de los síntomas. Una electromiografía (EMG) puede resultar útil en algunos pacientes para la elaboración del abordaje terapéutico, ya que reporta la actividad muscular del antebrazo y el estado de tensión en los músculos.
Generalmente en el tratamiento médico inicialmente se intenta disminuir la inflamación y dolor mediante medicamentos (ibuprofeno y diclofenaco), inmovilización y protección mediante órtesis, uso de apositos o parches con analgésicos y como último recurso las inyecciones de cortisona, toxina botulínica (Botox) o de plasma rico en plaquetas (PRP).
En muchos casos estas indicaciones suelen resultar infructuosas debido a que sólo son medidas enfocadas en la reducción de los síntomas y las molestias, y no en la solución de las causas, por lo que la analgesia a los síntomas suele durar poco tiempo, si no se resuelve el factor causante de la epicondilitis. Lo más recomendable es acompañar el tratamiento médico con tratamiento fisioterapéutico, de esta manera es posible brindar una correcta solución a esta afección en el periodo de disminución de los síntomas con medicamentos.
Ahora bien, si esto no funciona o si la sintomatología aparece una y otra vez dentro de 4-6 meses, el tratamiento quirúrgico se convierte en una opción terapéutica.
En caso de una cirugía abierta, el cirujano ortopédico o traumatólogo realiza una incisión en la piel de aproximadamente 5 cm de largo sobre la parte externa del codo. Seguidamente se corta el tejido adiposo debajo de la piel y se expone la base del tendón de los músculos extensores. La mayoría de las veces, la estructura lesionada, se diferencia claramente del tejido tendinoso sano adyacente debido a su estructura inflamatoria o cicatrizada.
Una vez expuesta la zona del epicóndilo, el cirujano procede a desbridar el tejido lesionado o desinserta parcialmente el origen tendinoso del músculo extensor afectado.
A menudo, las fibras nerviosas que conducen el dolor también se cortan, por lo que ya no se nota dolor en esta área. El procedimiento quirúrgico puede ser llevado a cabo por algunos médicos mediante una cirugía abierta, así como una cirugía artroscópica.
El tratamiento fisioterapéutico es el abordaje terapéutico más frecuentemente seleccionado debido a que ofrece los mejores resultados en la salud del afectado, si está bien focalizado. Los objetivos principales a cumplir son el control del dolor, reducción de la inflamación, mantenimiento y estimulación del movimiento, mejora de la fuerza de agarre y la resistencia, recuperación de las funciones anteriores a la lesión.
Para lograrlo, la fisioterapia cuenta con un amplio arsenal de técnicas y herramientas terapéuticas enfocadas en la analgesia de los síntomas y la solución de los factores causales. Estas técnicas son reforzadas mediante las intervenciones desde nuestra visión Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa, en la cual tenemos en cuenta todos los factores causales que alteran la salud del paciente e induce a esta lesión, no sólo los mecánicos, sino también los metabólicos y psicosomáticos. Teniendo en cuenta esto, las medidas fisioterapéuticas más eficaces para el tratamiento de epicondilitis son:
El tratamiento Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa se encuentra basado en las investigaciones realizadas desde la Medicina Tradicional China (Medicina Oriental), este tipo de medicina establece que el desarrollo de una alteración de algún órgano o víscera en es producto de una emoción en concreto, la presencia de esta alteración podrá repercutir negativamente en el tono muscular y en la biomecánica de algunos segmentos intervertebrales, debido a la relación establecida por el sistema simpático y parasimpático. Además, otros factores causales muy importantes, pero poco tomados en cuenta como la nutrición y el mal manejo del estrés también contribuyen a la instauración de una disfunción visceral que finalmente genere alteraciones en el sistema musculoesquelético.
Toda esta relación sobre las bases de nuestra visión la podrás ver ejemplificada en el siguiente diagrama:
Una vez establecidas estas relaciones causales, podemos afirmar que no sólo los factores físicos o mecánicos comúnmente asociados a la epicondilitis (malas posturas, trabajos repetitivos, exceso de ejercicio) no son la única causa, también la presencia de estrés, alteraciones nutricionales y emocionales pueden ser los causantes.
Desde el punto de vista Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa el también conocido codo de tenista se origina como consecuencia de una disfunción visceral de la vesícula biliar, sobre todo en aquellas epicondilitis crónicas que están presentes durante mucho tiempo y que son muy difíciles de tratar con los tratamientos actualmente disponibles.
La vesícula biliar cuando presenta fallas en su funcionamiento, suele generar ciertas alteraciones a nivel musculoesquelético, sobre todo en la región dorsal superior, volviéndola hipomóvil con un bloqueo específico intervertebral de la T4 (columna dorsal o torácica), lo cual repercute en la biomecánica cervical generando de forma compensatoria una inestabilidad o hipomovilidad de la columna cervical, especialmente en el segmento C5-C6.
Este bloqueo cervical C5-C6 va a generar una alteración del segmento medular que repercute directamente en el sistema muscular, ocasionando un aumento de tono y tensión muscular que favorece el acortamiento de algunos músculos del codo (flexores, pronadores) lo que conduce a que los músculos antagonistas de estos (extensores de codo) realicen un mayor esfuerzo durante el movimiento, produciendo finalmente la degeneración o inflamación de los tendones extensores de codo (epicondilitis). Además, este bloqueo cervical produce una alteración del esclerotoma (inervación de los huesos) vinculado, ocasionando un dolor reflejo en la zona externa del codo, así como también puede afectar el angiotoma (inervación vascular) ocasionando una disminución del riego vascular de los tendones de la región epicondílea, e incluso puede afectar el dermatoma (inervación de la piel) ocasionando alteraciones de la sensibilidad de la zona externa del codo. Esta disfunción puede originarse por variados factores que a continuación te explicaré:
Al fin y al cabo, todos estos factores influyen negativamente en el sistema musculoesquelético, originando tensión en los músculos cervicodorsales y bloqueos en las articulaciones cervicales, lo que por ende ocasiona la instauración de una epicondilitis o codo de tenista como respuesta refleja ante esta disfunción visceral.
Queremos que obtengas una recuperación satisfactoria ante esta lesión de codo, es por ello que te dejaremos a continuación importante información en una serie de vídeos enfocados en el tratamiento de la epicondilitis o codo de tenistas, lo cuales realizados por expertos fisioterapeutas especializados en distintas áreas te brindarán la información más actual de este 2020 que te ayudará a eliminar el dolor lateral de codo entre otras molestias.
Inicialmente te dejamos un vídeo de nuestro canal de YouTube FisioOnline, en el cual se explican de manera detallada 2 cosas que debes tener en cuenta antes de empezar a tratar esta patología:
Seguidamente, en el siguiente vídeo podrás aprender cómo realizar los ejercicios para epicondilitis o codo de tenista, adicionalmente te mostramos como realizar automasajes y te indicamos otras recomendaciones enfocadas en aliviar los síntomas y restaurar la salud de los tendones extensores lesionados:
En qué caso no hayas entendido la explicación de cómo colocar el brazalete u banda epicondílea, o que por el contrario no te haya explicados el proceso de colocación, te dejamos en el siguiente vídeo instrucciones para que aprendas a colocarla adecuadamente:
Teniendo en cuenta los beneficiosos efectos que tiene el automasaje tipo Cyriax sobre esa afección, te mostramos cómo llevarlo a cabo desde tu casa. ¡Siempre! antes de realizar alguna de las técnicas sugeridas en este artículo, consulta con tu fisioterapeuta de confianza, ya que él es el profesional adecuado para orientarte:
En caso que la lesión se esté cronificando o ya esté crónica, te recomendamos que veas el siguiente vídeo en donde aprenderás cómo tratar las tendinitis de codo rebeldes o crónicas:
Finalmente, pero no menos importante te compartimos el siguiente vídeo en donde conocerás qué plantas medicinales y cuáles son los remedios naturales para la epicondilitis o lesión de tenista:
El pronóstico para el codo de tenista es bueno, sin embargo, el tratamiento para obtenerlo en algunos casos puede ser prolongado. En alrededor del 80% de las personas afectadas, los síntomas desaparecen por completo en un año, aunque el tiempo puede reducirse en algunos casos.
El tratamiento conservador con medicamentos, hielo, fisioterapia y terapia de infiltración suele ser el más efectivo.
La cirugía sólo es necesaria si estos enfoques terapéuticos no tienen efecto o si el paciente tiene síntomas graves durante un período prolongado. Con respecto a la cirugía, el pronóstico suele ser favorable, aunque en algunos casos, las molestias no pueden remediarse permanentemente con cirugía.
Tenga en cuenta que para que un paciente obtenga una adecuada recuperación debe iniciar el abordaje terapéutico lo más temprano posible.
De igual forma una vez culminado con éxito el tratamiento, debe ser constante con las correcciones realizadas en terapia, de lo contrario el riesgo de que el dolor puede volver es mayor.