Salgo de una contractura (con mi fisioterapeuta) leves, curan tras 6 o 7 días y me vuelvo a lesionar en el otro, esto me limita para desarrollar mi velocidad máxima.
Soy una persona deportista (juego al fútbol desde los 6 hasta los 36 años ininterrumpido por Liga) y desde los 36 a los 43, solo 1 o 2 veces por semana, queriendo retomar de nuevo un torneo para mas de 40 empezando paulatinamente. Tengo unos 8 kilos demás desde que abandone la actividad y quizás sea la principal causa... pero trabajo de informática (por la postura) y quería saber con todos estos datos si:
1) Fortalezco Cuádriceps
2) Hago estiramientos (yoga o pilates)
3) Gimnasio
4) Me cuesta bajar de peso también, no lo consigo sino es con la actividad
5) ¿Lo debería hacer mas pausado ?
En ocasiones, durante la realización de la práctica deportiva habitual, se puede notar un pinchazo muy específico a nivel muscular y esa sensación, desagradable e incómoda, la mayoría de veces, nos impide seguir con dicha práctica.
Este pinchazo, lejos de ser un diagnóstico o una lesión, es un síntoma de que el músculo, fatigado la mayoría de veces, ha sufrido un percance; este síntoma suele significar una contractura muscular o una rotura fibrilar. En multitud de ocasiones, por su parecido en cuanto a sensación se suele confundir.
La contractura muscular es la contracción involuntaria del músculo y que permanece en el tiempo generando dolor, inflamación y dificultad para mover la zona afectada. Suele generar tras realizar un gran esfuerzo de manera inadecuada.
Las roturas fibrilares suelen producirse tras una distención abrupta y excesiva del músculo, lo que genera en consecuencia una ruptura de sus fibras, generando dolor e impotencia funcional. Su gravedad dependerá de la extensión de las rupturas de las fibras en el músculo.
En cualquier de los dos casos, la visita al fisioterapeuta es obligatoria, primero para el diagnóstico, y después para el tratamiento: una contractura se ha de “rebajar” (estiramientos pasivos, masaje, ganchos, electroterapia…)
Hay diferentes medios para prevenir este tipo de lesiones (Pilates, trabajo específico, propiocepción, dieta…), pero lo más sencillo, efectivo, rápido y económico es la combinación entre estos tres factores: un buen calentamiento previo, unos correctos estiramientos después y visitar al fisioterapeuta cada 1 o 2 meses para poner el cuerpo a punto.
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