¿Puede una mala alimentación empeorar mi tendinitis en el hombro?

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Introducción

La tendinitis de hombro, especialmente la que afecta al manguito rotador, es uno de los problemas más frecuentes en fisioterapia. Se caracteriza por dolor al levantar el brazo, al cargar peso o incluso en reposo durante la noche.

A menudo se asocia con sobreuso, microtraumatismos o envejecimiento de los tendones. Sin embargo, hay un factor que se pasa por alto y que puede marcar la diferencia entre mejorar o seguir sufriendo: la alimentación.

¿Sabías que una dieta desequilibrada, rica en alimentos inflamatorios o con exceso de toxinas, puede empeorar el dolor de hombro y ralentizar la recuperación? Desde FIIT Concept entendemos la tendinitis como un proceso en el que intervienen tanto lo físico como lo emocional y lo digestivo. Y la alimentación, en este sentido, juega un papel central.

Qué es la tendinitis del hombro y por qué aparece

La tendinitis es la inflamación de un tendón. En el caso del hombro, los más afectados son los tendones del manguito rotador, un conjunto de músculos encargados de estabilizar la articulación.

Los factores clásicos que favorecen la tendinitis incluyen:

  • Movimientos repetitivos por trabajo o deporte.
  • Sobrecargas en el gimnasio.
  • Alteraciones posturales.
  • Traumatismos.

Pero la clínica nos demuestra que no todas las tendinitis responden igual al tratamiento convencional. Algunas personas mejoran rápido con reposo y fisioterapia, mientras que otras sufren recaídas constantes. Aquí es donde entran en juego la alimentación y el estado emocional.

El papel de la alimentación en la inflamación de los tendones

El tendón es un tejido muy sensible a la inflamación sistémica. Si el cuerpo está en un estado inflamatorio generalizado, cualquier lesión o sobrecarga en el hombro tendrá más probabilidades de cronificarse.

Una dieta rica en azúcares, harinas refinadas, grasas trans, alcohol o exceso de carne procesada genera inflamación de bajo grado en todo el organismo. Este tipo de alimentación no solo daña el intestino y el hígado, sino que también dificulta la reparación del tejido tendinoso.

Por el contrario, una dieta equilibrada, con alimentos frescos, frutas, verduras, pescado azul y suficiente agua, favorece un entorno antiinflamatorio que permite que el tendón sane mejor.

Relación entre digestión, hígado y tendinopatías

El hígado es el gran órgano regulador del metabolismo. Cuando está sobrecargado por una mala alimentación, alcohol, café o medicamentos, no puede depurar correctamente las toxinas. Esta sobrecarga se refleja en dolores articulares y tendinosos.

En FIIT Concept observamos que muchos pacientes con tendinitis de hombro presentan signos de disfunción hepática o digestiva: digestiones lentas, pesadez después de comer, gases, estreñimiento o intolerancias. El hombro, en estos casos, se convierte en la “válvula de escape” del cuerpo para expresar un desequilibrio interno.

Estrés emocional, alimentación y dolor de hombro

Las emociones influyen tanto en la forma en que comemos como en cómo nuestro cuerpo procesa los alimentos. El estrés y la ansiedad favorecen la ingesta de comida rápida, exceso de dulces o alcohol. Al mismo tiempo, alteran la función del sistema digestivo, empeorando la absorción de nutrientes.

Este círculo vicioso hace que la tendinitis de hombro se mantenga: tensión emocional, mala alimentación, sobrecarga del hígado y aumento de la inflamación en el tendón.

Síntomas característicos de la tendinitis de hombro

El dolor suele localizarse en la parte anterior o lateral del hombro y puede irradiar hacia el brazo. Aparece sobre todo al levantarlo por encima de la cabeza o al realizar movimientos repetitivos. También es frecuente el dolor nocturno que interrumpe el sueño.

Además de los síntomas físicos, muchos pacientes refieren fatiga general, problemas digestivos o mayor sensibilidad al estrés, lo que confirma que el hombro no está aislado, sino conectado con el resto del organismo.

Tratamientos habituales y sus limitaciones

La medicina convencional ofrece antiinflamatorios, infiltraciones de corticoides o incluso cirugía en casos graves. La fisioterapia añade masajes, técnicas manuales y ejercicios de fortalecimiento.

Aunque estos enfoques alivian el dolor, no siempre resuelven la causa de fondo. Si el paciente mantiene una alimentación inflamatoria y un estado emocional alterado, la tendinitis vuelve una y otra vez.

El enfoque integral de FIIT Concept

El programa de FIIT Concept para la tendinitis de hombro propone un abordaje mucho más amplio, que va a la raíz del problema.

Gestión de emociones como herramienta clave

El hombro simboliza la carga que llevamos encima. Muchas personas con tendinitis describen que atraviesan etapas de responsabilidad excesiva, falta de apoyo o estrés acumulado.

Aprender a identificar estas emociones y gestionarlas de manera adecuada evita que se expresen en forma de tensión muscular y dolor. Técnicas como la respiración consciente, el mindfulness o el trabajo de gestión emocional forman parte del programa.

Fitoterapia y plantas medicinales que ayudan a la recuperación

La fitoterapia complementa este proceso. Se utilizan plantas que ayudan a depurar el hígado, reducir la inflamación y relajar el sistema nervioso. Entre ellas destacan:

  • Cardo mariano y alcachofa para regenerar y proteger el hígado.
  • Cúrcuma y harpagofito con efecto antiinflamatorio natural.
  • Valeriana y pasiflora para calmar la ansiedad y favorecer el descanso.

Con esta combinación, el cuerpo recupera un entorno favorable para que el tendón pueda repararse.

Hábitos y ejercicios recomendados para proteger el hombro

Además de la gestión emocional y la fitoterapia, es importante adoptar cambios en el día a día:

  • Cuidar la postura al trabajar y evitar movimientos repetitivos intensos.
  • Introducir una dieta rica en vegetales, pescado azul, frutos secos y agua suficiente.
  • Reducir al mínimo alcohol, azúcares y ultraprocesados.
  • Dormir bien para favorecer la recuperación de los tejidos.
  • Realizar ejercicios suaves de movilidad y fortalecimiento del manguito rotador bajo supervisión.

Estos hábitos no sustituyen el tratamiento, pero potencian los resultados de manera significativa.

Conclusión

La tendinitis de hombro no es solo un problema mecánico. La forma en que nos alimentamos y la manera en que gestionamos el estrés y las emociones influyen directamente en la evolución de esta lesión.

Una mala alimentación no solo dificulta la recuperación, sino que puede ser el desencadenante que perpetúe el dolor. Por eso, el tratamiento más eficaz no consiste únicamente en fármacos o fisioterapia local, sino en un abordaje integral.

El enfoque de FIIT Concept ofrece una solución completa: cuidar la alimentación, equilibrar el sistema nervioso a través de la fitoterapia y aprender a gestionar las emociones que sobrecargan nuestro hombro. Solo así se consigue una recuperación real y duradera.

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