Tengo problemas de ATM... ¿qué debo hacer?

Tengo problemas de ATM... ¿qué debo hacer?
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Hace unos años (2013), dos grandes médicos especialistas en dolor orofacial y ortodoncia, escribieron un artículo en la Journal of oral rehabilitation: “Diagnosis and treatment of temporomandibular disorders: an ethical analysis of current practices” (Diagnóstico y tratamiento de las disfunciones temporomandibulares: un análisis ético de las prácticas actuales”).

En tal estudio Reid y Greene, jefes de servicio en la clínica mayo (Rochester) y del departamento de ortodoncia de la escuela de dentistas de universidad Illinois (Chicago), respectivamente, hablan de manera crítica sobre la práctica en algunos casos temerosa que se está llevando a cabo con este tipo de afecciones.

Literalmente afirman: “Después de esta investigación se concluye que los dentistas pueden proporcionar tratamientos conservadores y reversibles que son exitosos en la gran mayoría de situaciones y cumplen con el código ético de la profesión. Por el contrario, aquellos dentistas que continúan siguiendo los modelos mecanicistas más antiguos, no solo están fuera de la ciencia, sino que ponen en peligro el bienestar de sus pacientes proporcionando intervenciones innecesarias e irreversibles de cambio de mordida y reposicionamiento de la mandíbula”.

¿Por qué puedo necesitar un tratamiento para mi articulación temporomandibular?

En nuestra cultura la mayor parte de las ocasiones que acudimos a los servicios sanitarios es por dolor, malestar o impotencia funcional. Es decir, vamos a la consulta de un personal sanitario una vez nos ha ocurrido el problema. Por supuesto, en otras ocasiones, gracias a la medicina preventiva, la ciencia de la epidemiología y otras ramas sanitarias, hemos podido prevenir acudir a consulta por un problema, porque no hemos llegado a desarrollarlo.

No obstante, en el problema que nos ocupa este artículo, la prevención y la rápida actuación es vital, pero normalmente la experiencia sanitaria nos dice que los pacientes llegan a nuestras consultas cuando ya no es posible seguir aguantando la situación que reclama ayuda profesional.

La articulación temporomandibular no es una excepción. Por su complejidad, puede verse implicada en otro tipo de dolencias y disfunciones que silencian su patología o mala función. Por ejemplo, los dolores de cabeza y cuello están íntimamente relacionados con la disfunción de la ATM y viceversa.

Así es que la revista “Cephalalgia”, publicó en el 2013 un artículo sobre la 3ª edición internacional de la clasificación del dolor de cabeza. Entre estos tipos de dolor de cabeza que existen, se encuentran, con una grandísima prevalencia, la cefalea tensional y la cefalea cervicogénica. Es decir, que el origen del dolor de cabeza es muscular y cervical respectivamente.

¿Puede un músculo provocarme dolor en otra zona distinta al músculo?

Como podréis encontrar en esta web, la respuesta a esta pregunta es completamente sí. Un músculo puede provocar dolor referido a otras partes del cuerpo. Hace un tiempo los autores Travell y Simons publicaron un libro en el que se describen los mapas de dolor que describe cada músculo en general. Concretamente los músculos que gobiernan la ATM pueden referir dolor a los dientes, a la cabeza, al cuello.

Por tanto, ¿no creéis que el dolor de cabeza, el dolor de dientes, el dolor de cuello y otras muchas afecciones musculoesqueléticas pueden estar relacionadas?

Por eso la búsqueda insaciable del profesional sanitario será buscar el origen de nuestro problema y como solucionarlo. En esa línea, los autores del artículo, citado al principio de este escrito, analizan la situación desde un punto de vista ético y no desde un punto de vista económico, ya que como bien expresan, la ética de cualquier sanitario será la de ayudar a las personas. Sin ninguna duda, la fisioterapia puede ayudar mucho en los problemas de esta articulación.

¿Qué puede aportar la fisioterapia en todo esto?

A día de hoy, el tratamiento de fisioterapia está ganando grandes progresos en cuanto a la evidencia científica, y por tanto como dicen los autores citados anteriormente, es mejor apostar por un tratamiento conservador que no provocará cambios irreversibles, y tiene mayor éxito.

Por supuesto, la fisioterapia es una gran solución, no sólo a los problemas que conlleva la ATM, sino a prevenir problemas posteriores provocados por la falta de tratamiento o por la mala praxis.

Es obvio que la fisioterapia es buena, pero además el mal que puede causar es mínimo y, por tanto, creo que es lógico pensar que puede ser el tratamiento de elección al inicio de estos y otros problemas.

Además, si enlazamos los problemas musculares y articulares de la ATM y el dolor, también parece lógico pensar que el profesional más preparado para tratarlos es el fisioterapeuta y, en caso de no conseguir resultados óptimos, se podrían plantear la actuación de otras técnicas quirúrgicas u ortodónticas.

Por consecuencia, ante los problemas de la articulación temporomandibular, no dudéis en acudir a un fisioterapeuta especializado en esta área.

Conclusiones

Podemos concluir que:

  • La articulación temporomandibular es compleja y requiere la actuación de muchas profesiones.
  • La fisioterapia es de gran ayuda terapéutica y puede ser el tratamiento conservador de elección.
  • La disfunción muscular puede provocar dolor referido a otras zonas del cuerpo.
  • NO DUDES EN ACUDIR AL FISIOTERAPEUTA

Finalmente os recomiendo que leáis los artículos publicados en esta web sobre puntos gatillo y punción seca.

Bibliografía

  1. Reid KI, Greene CS. Diagnosis and treatment of temporomandibular disorders: An ethical analysis of current practices. J Oral Rehabil. 2013;40(7):546–61.
  2. Tepper SJ. Editorial: International classification of headache disorders, 3rd Edition, beta version. Headache. 2013;53(8):1381–2.
  3. Travell y Simons. Dolor y disfunción miofascial. El manual de los puntos gatillo. 2ª ed. Médica Panamericana Madrid 2010. 
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