Clasificación de las lesiones de codo

Clasificación de las lesiones de codo
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    Mikel Junquera
    Fisioterapeuta / Ftp. Músculo-Esqueletica

    Soy Fisioterapeuta con formación en la Universidad de las Islas Baleares - España, y fundador de FisioCampus, una innovadora escuela de formación para fisioterapeutas que ofrece una amplia oferta formativa y de calidad a nivel presencial y online, además de Director de Fisioterapia Online.

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El codo es la articulación situada en la mitad del brazo, dado que los humanos dependemos de un buen funcionamiento de los brazos para realizar las actividades de la vida diaria, la alteración de la función de la articulación del codo puede generar una importante dependencia.

Las alteraciones que pueden afectar al codo son múltiples y de origen muy diferente, en este artículo se va a hacer un repaso de las patologías más importantes y los síntomas que las caracterizan.

ESGUINCES

El esguince es una distensión violenta de una articulación que provoca el estiramiento, incluso, a veces, el desgarro de los ligamentos. Las caras articulares de los huesos continúan en contacto. El mecanismo de producción puede ser una torcedura del brazo, una caída sobre el brazo en extensión o un traumatismo en el codo.

LUXACIONES

La luxación es una dislocación o desplazamiento angular y permanente de los extremos óseos de una articulación, perdiendo las superficies de contacto, su relación recíproca. La lesión principal consiste en el desgarro capsular con rotura o no de ligamentos. El mecanismo de producción es también una flexión o extensión más allá de los límites normales o por un traumatismo directo sobre la articulación. Puede presentarse asociada a otras lesiones.

TENDINITIS

Es la inflamación, irritación e hinchazón de un tendón, la estructura fibrosa que une el músculo con el hueso. En muchos casos, también se presenta tendinosis (degeneración del tendón). La tendinitis puede ser consecuencia de una lesión, exceso de uso o la edad. También, se puede observar en enfermedades sistémicas, como la artritis reumatoide o la diabetes.

El codo de tenista o epicondilitis y el codo de golfista o epitrocleitis, son las tendinits características del codo.

FRACTURAS

Una fractura, ya sea de un hueso, una placa epifisaria o una superficie articular cartilaginosa; es simplemente una rotura estructural de su continuidad. Dado que los huesos están rodeados de tejidos blandos, al producirse una fractura siempre se va a producir también cierto grado de lesión de los tejidos blandos, lo que, en ocasiones puede tomar más importancia que la fractura del hueso, especialmente si se daña un nervio periférico o una arteria.

El hueso normal no es un tejido rígido, sino que tiene cierto grado de elasticidad o flexibilidad y es capaz de doblarse ligeramente.

La mayoría de las fracturas representan un fallo del hueso causado por tensión, ya que éste es arrancado o roto por las fuerzas de tracción que se originan al ser sometido a flexión, torsión o tracción.

CLASIFICACIÓN DE LAS FRACTURAS DE CODO.

Fracturas Del Extremo Distal Del Húmero

Se dividen en tres grupos:

- Fracturas supra-condíleas: Son las fracturas más frecuentes en los niños de 5 a 8 años. La elevada incidencia de deformidad en el codo, y las posibles complicaciones la vuelven una lesión grave. Si su tratamiento no es adecuado puede llegar a producir una complicación vascular, un síndrome isquémico que lleva a la invalidante contractura isquémica de Volkmann.

- Fracturas supra-intercondíleas con rasgo intraarticular: Son propias del adulto y se producen por caída violenta contra el suelo. El extremo proximal del cúbito impacta contra el extremo distal del húmero entre los dos cóndilos (salientes óseos del húmero cercanos al codo); la línea de fractura que allí se produce los separa en más o menos grado.

- Fracturas de los cóndilos: Dentro de estas, a su vez, se encuentran dos tipos: las fracturas del cóndilo interno y las fracturas del cóndilo externo.

  • Fractura del cóndilo externo: Es una lesión frecuente en la niñez y la adolescencia, muy rara en el adulto. El rasgo de fractura, oblícuo desde el borde externo de la epífisis humeral, se dirige hacia abajo y adentro, terminando en las superficies articulares de la tróclea. Separa así todo el cóndilo externo del húmero, incluyendo por lo tanto, todo el epicóndilo, la parte adyacente de la tróclea y parte situada inmediatamente por encima del epicóndilo. Allí se insertan el ligamento lateral externo del codo y los músculos extensores del antebrazo y mano. El fragmento desplazado generalmente es de gran tamaño y compromete una parte importante de la mitad externa de la paleta humeral.
  • Fractura del cóndilo interno: Corresponde a una de las fracturas más frecuentes del codo, especialmente antes de los 18 años. Los traumatismos directos o por tracción violenta de los músculos flexores comunes del antebrazo y mano, con relativa facilidad desprenden el macizo condilar interno en su totalidad o sólo una parte de él. Se van a clasificar según el desplazamiento y la magnitud del segmento comprometido.

Fracturas del Extremo Proximal del Radio. Fracturas de la Cabeza Radial

Afecta generalmente a los adultos. Si ocurre en niños se traduce en un desplazamiento del extremo del húmero a nivel del cartílago de crecimiento.

El mecanismo de producción casi siempre es el mismo: caída al suelo, apoyando la mano extendida con el codo rígido. La fuerza violenta es transmitida a lo largo del radio, cuya cabeza choca contra el cóndilo externo. Es frecuente que el impacto comprometa la indemnidad del cóndilo externo del húmero.

Fracturas del Extremo Proximal del Cúbito: Fracturas de Olécranon

Son dos los mecanismos que generan esta fractura y con mucha frecuencia actúan de forma conjunta:

  1. Contusión directa por caída con apoyo violento contra el suelo.
  2. Por tracción violenta del tríceps. Esto va a generar una fractura por avulsión o arrancamiento.

Por una u otra razón, el olécranon (extremo del cúbito que da lugar al vértice del codo que podemos palpar con facilidad) se fractura en su base y la contractura del tríceps se encarga de separarlo del resto del cúbito. No es infrecuente que si la contusión ha sido violenta, además el olécranon sufre una fractura múltiple, que complica el pronóstico y el tratamiento.

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