Mucho se habla acerca de la artrosis y la repercusión negativa que tiene en el estilo y calidad de vida de aquellas personas que la padecen, generando cierto temor a desarrollarla en aquellos que no han sido diagnosticados con tal enfermedad. Sin embargo, ¿realmente sabemos de que se trata la artrosis? A continuación os hablaremos detalladamente acerca de enfermedad degenerativa.
¿Qué es la artrosis?
El término artrosis hace referencia a un grupo de artropatías (degeneración de la articulación) no inflamatorias inicialmente producidas por acontecimientos mecánicos, es decir, no se produce ni por un proceso inflamatorio ni por un proceso traumático, ni por un proceso infeccioso. Se define como una enfermedad progresiva, que habitualmente afecta a una sola articulación, principalmente localizada en las manos, los pies o las grandes articulaciones de carga (rodillas y caderas) y su etiología de la artrosis es desconocida.
Tipos de artrosis
- Artrosis primaria: No se reconoce ninguna alteración articular preexistente que pudiera generar una artrosis y es la más frecuente.
- Artrosis secundaria: Existe un claro antecedente traumático, malformación congénita, o enfermedad infantil deformante, o alteraciones mecánicas de los ejes de carga.
Clínica o síntomas de la artrosis
Clínicamente, la artrosis se caracterizan por dolor, deformidad, limitación de la movilidad y por lesiones erosivas focales (hay zonas en las que se producen erosiones del cartílago).
La enfermedad parece que se inicia fundamentalmente en el cartílago. El envejecimiento articular normal conlleva la aparición de fibrilaciones del cartílago. Este cartílago va perdiendo la capacidad de deslizamiento, se agrieta de alguna forma y en los bordes, en los extremos articulares se van formando recrecimientos de hueso que son los osteofitos marginales.
Desde el punto de vista clínico, los diversos tejidos que forman parte de la articulación, son los que se consideran implicados en la aparición del dolor. Este dolor es una de las características fundamentales del cuadro clínico.
Por otro lado, el dolor artrósico se define como un dolor que comienza lentamente, que cesa con el reposo y que posteriormente, cuando la enfermedad progresa, persiste durante el reposo. Puede producirse con pequeños movimientos. El dolor sigue un típico ritmo artrósico, es más intenso al inicio de la marcha, disminuye en intensidad con la deambulación y posteriormente se agrava más.
Otro signo clínico es la limitación de la movilidad. Se debe tanto a la fibrosis como a las adherencias articulares. La rigidez suele aparecer más frecuentemente por las mañanas y después de un periodo de inactividad durante el día.
La destrucción ósea, las retracciones de la cápsula y los ligamentos, van produciendo también la deformidad articular. Es mucho más marcada en las rodillas y articulaciones de los dedos. También, presentan una inflamación tumefacta, sin que exista derrame articular y su consistencia es más bien dura además de muy dolorosa. Es habitual al movilizar la articulación percibir crepitaciones o chasquidos articulares.
Artrosis de hombro
La artrosis de hombro es el desgaste del cartílago articular que se encuentra en el hombro, este cartílago se encarga de evitar la fricción entre la cavidad glenoidea y el humero durante el movimiento. Su lesión no está únicamente reservada al adulto mayor, personas jóvenes también pueden padecer de esta patología.
Su tratamiento es normalmente conservador, siendo la primera opción antes de plantearse la opción quirúrgica. En el tratamiento conservador el paciente deberá ir a sesiones de fisioterapia y disminuir la práctica de actividad física (en caso que la practique). En el vídeo a continuación te daremos toda la información que debes saber acerca de esta lesión y su pronóstico.
Tratamiento conservador de la Artrosis
Los propios tejidos no tienen capacidad reparadora suficiente para que este proceso se invierta.
El tratamiento conservador sólo va a poder realizar medidas paliativas, nunca van a revertir la enfermedad. Su primer objetivo es mejorar las condiciones mecánicas del paciente para aliviar los síntomas y su otro objetivo es aliviar el dolor que procede de los distintos componentes de la articulación, de la contractura muscular, distensión de la articulación, inflamación.
En consecuencia, la primera medida sería el control de la sobrecarga de peso del individuo en una articulación determinada, eventualmente asociado a la administración de analgésicos y ocasionalmente medicación antiinflamatoria.
El reposo, que no implica la inmovilización se va a realizar en las fases de agudización de los síntomas clínicos, la modificación de la función actual del paciente y la educación de este contribuyen a mejorar el cuadro clínico.
Desde el punto de vista de la fisioterapia, la utilización cuidadosa de ejercicios isométricos e isocinéticos para fortalecer las partes blandas periarticulares y para luchar contra la contractura muscular, así como para disminuir la solicitación mecánica en un compartimento determinado, puede ser de gran utilidad para el paciente.
Tratamiento quirúrgico de la Artrosis
Desde el punto de vista quirúrgico, el tratamiento depende de la extensión de la enfermedad y del patrón, y de los síntomas que presente. Hablando de intervenciones, la artroplastia total de sustitución, colocación de una prótesis, no es la única que puede utilizarse. Depende de las características, del objetivo, de los síntomas y del origen de la artrosis.
Entre las posibilidades de tratamiento quirúrgico se van a considerar:
- El lavado articular (artroscopia): Va acompañado, además de desbridamientos articulares, es decir, limpieza de restos que puede haber dentro de la articulación.
- Reequilibrio de las alteraciones mecánicas (liberación de músculos que estén limitando la movilidad de una articulación).
- Intervenciones dirigidas a modificar las condiciones de carga: Se basan en la realización de una sección del músculo alrededor de la articulación, que están tirando un grupo más que otro.
- Perforaciones del hueso subcondral para conseguir un sangrado para que crezca una trabécula ósea nueva, que mejore la situación del hueso subcondral.
Cuando la artrosis ha alcanzado una fase muy avanzada y si el dolor es incapacitante, no cede con el tratamiento fisioterápico asociado a un tratamiento médico con analgésicos y con antiinflamatorios no esteroideos, y el paciente no mejora; la única posibilidad de tratamiento quirúrgico que existe es anular la articulación.
La anulación de una articulación puede conseguirse mediante tres técnicas muy definidas:
- Artrodesis: Fijar los extremos articulares en una posición funcional.
- Resección artroplástica: Se resecan los extremos articulares interponiendo partes blandas, desaparece el dolor pero queda una articulación inestable.
- Artroplastia de sustitución: Prótesis total de una articulación.
Artrosis y Artritis - Qué es, diferencias, causas y síntomas
A continuación, os comparto con ustedes un vídeo en donde podrán conocer cual es la diferencia entre la artrosis y la artritis y como manejar estas patologías que afectan nuestro bienestar y calidad de vida.