Síndrome de los escalenos: cómo diferenciarlo

Síndrome de los escalenos: cómo diferenciarlo
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    Sara GC
    Fisioterapeuta / Ftp. Musculoesquelética
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Todo el mundo ha experimentado dolores o molestias en el cuello alguna vez. Lo que el médico prescribe como "cervicalgia", muchas veces puede implicar una serie de músculos a los que, a menudo, prestamos menos atención de la que se merecen.

Hablemos de los Escalenos

Es el caso de los escalenos (1), un músculo fino y alargado de varias porciones, tapadas en su mayor medida por el esternocleidomastoideo, que a menudo suele tener mucho protagonismo en patologías de cuello. Los escalenos, a pesar de ser conocidos por su función respiratoria, pueden verse afectados por otros gestos de la vida cotidiana, como sujetar algo pesado con los brazos, empujar cajas, etc.

El dolor en este músculo suele ser difícil de diferenciar, ya que se asemeja al Síndrome del Desfiladero Torácico, que es un atrapamiento vasculonervioso donde habrá síntomas de tipo neurológico, como parestesias, inflamación de la mano y el antebrazo, o falta de movilidad y de fuerza al hacer flexoextensión de la mano.

Además, los escalenos pueden dar dolor referido en la zona superior y/o medial de la escápula, en la zona del pecho y del hombro y en la cara posterolateral del brazo. A veces suele haber dolor también en el dorso de la mano.

¿Cómo diagnosticar el Síndrome de los escalenos?

Para hacer nuestro diagnóstico diferencial (2) y saber si nos encontramos ante un Síndrome de los escalenos (3), podemos hacer el Test del calambre de los escalenos, en el que tenemos que pedir al paciente una contracción en acortamiento; llevando la cabeza hacia el lado donde le duele y llevando la barbilla hacia el surco supraclavicular. En esta posición se debería notar un calambre o aumento de dolor.

Otra forma de diagnosticarlo es mediante el Test de alivio: el paciente lleva el antebrazo del lado afecto hacia la frente, y tira del hombro un poco hacia arriba y hacia delante. Después de un minuto, el dolor debería pasarse inmediatamente o al cabo de unos minutos.

Por último, podemos diagnosticarlo también con el Test de flexión de los dedos, aunque tiene menor fiabilidad. Con este test, se pide una flexión máxima de interfalángicas con las metacarpofalángicas en extensión. Si el paciente es incapaz de cerrar las interfalángicas o queda algún dedo semiflexionado, es que puede haber espasmo en el extensor común de dedos como consecuencia de la afección de los escalenos.

Con alguna de estas tres pruebas, una correcta palpación del músculo y sabiendo por dónde se irradia el dolor (además de las pistas que nos dé el paciente), nos será más fácil distinguir si se trata de un Sd. de los escalenos, aunque, seguramente, tengamos que seguir leyendo en los diagnósticos médicos la palabra "cervicalgia".

Referencias Bibliográficas

  1. https://www.jhandsurg.org/article/S0363-5023(15)01082-5/fulltext
  2. https://dokumen.tips/documents/scalene-muscle-abnormalities-in-traumatic-thoracic-outlet-syndrome.html
  3. https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD007218.pub3/full
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