Se trata de un síndrome derivado de otro problema, “el síndrome del techo de cristal”, artículo que desarrollé en recientes fechas. Este "síndrome de obstinación", y afecta con frecuencia a la mayoría de fisioterapeutas (entre los que me incluyo) a lo largo de su carrera, y muchos acaban desarrollando un proceso crónico, con el que conviven sin grandes problemas, hasta el punto de que son completamente inconscientes de que lo padecen. ¿Eres fisioterapeuta? ¿Conoces éste síndrome? ¿Estás seguro que no lo padeces? Pues éste artículo es de tu interés.
El síndrome de obstinación del fisioterapeuta… ¿Es una enfermedad grave?
El síndrome de obstinación es un problema que se observa en muchos fisioterapeutas: llega un paciente a la consulta con una dolencia con la que ha vivido mucho tiempo y es muy molesta, examinamos a la persona y creemos que la causa está en aquellas caídas o traumatismos, malas posturas, el tipo de trabajo de la persona, alguna sobrecarga… Deducimos de dónde puede venir el problema de los exámenes imagenológicos, muchas veces sin indagar más profundo en el problema o sin si quiera preguntar algo al paciente de cómo se siente. Nos metemos una idea en la cabeza que no sale: utilizamos todo nuestro arsenal terapéutico para tratar la lesión, técnicas con la más alta relevancia científica, incluso consultamos con colegas acerca del caso y ellos recomiendan técnicas para aplicar… Pero nada funciona, y nada que el problema del paciente cede. Es en éste punto que se alcanza la obstinación, y creemos que a través de la insistencia en la aplicación de nuestras técnicas podrá mejorar y es sólo cuestión de tiempo.
Como vez, no es una enfermedad real, pero sí es el la fuente de muchas frustraciones para un fisioterapeuta. Y es un problema que se extiende cada día más.
¿Por qué se produce el síndrome de obstinación?
Éste síndrome tiene su caldo de cultivo desde que estamos pequeños, en los colegios e institutos, y más tarde cuando ya estamos en la universidad. Hoy en día asistimos a lugares en donde asimilamos muchos conocimientos pero con poca frecuencia nos estimulan a preguntarnos ¿por qué sucede?, sin saber que la chispa de la curiosidad que nos motiva a buscar el por qué la tenemos todos y sin saber tampoco el daño que nos hacen al no impulsar ésta práctica del razonamiento de las cosas.
Además, nos han enseñado a realizar (durante la formación universitaria de un fisioterapeuta) valoraciones muy analíticas, como si los músculos y articulaciones no tuvieran conexión con nuestro sistema nervioso, con las emociones y el estado de ánimo, con la influencia de la alimentación en el metabolismo, olvidándonos de que todo está inter-relacionado.
Síntomas del síndrome de obstinación
Así como en las algias el síntoma principal es el dolor, en el síndrome de obstinación es, valga la redundancia, la obstinación. El enfrascarse o mantener una sola idea u opinión en un diagnóstico, e insistir e insistir en una sola causa y un solo tratamiento que ha demostrado no dar los resultados esperados.
El fisioterapeuta termina muy frustrado, hasta que desiste y termina por remitir al paciente. Pero hay solución al problema, no es nada de gravedad y los síntomas del síndrome de obstinación son reversibles.
¿Cómo se cura el síndrome de obstinación? ¿Cómo evito padecerlo si soy fisioterapeuta?
La curación viene cuando el fisioterapeuta se da cuenta de que puede ver la lesión del paciente desde otro punto de vista diferente, como por ejemplo que muchos problemas músculo esqueléticos están provocados por disfunciones viscerales que también están influidas por la edad y factores físicos como el sedentarismo, pero que además, y sobre todo, están provocadas por desequilibrios nutricionales, (fáciles de corregir ya que nuestra formación sanitaria nos permite dar algunos consejos nutricionales al paciente) por estrés y otros desequilibrios emocionales (propios de cada órgano o víscera) en ocasiones leves ( en este caso concreto con que el paciente sea consciente de la situación puede conseguir que el problema no se somatice) y en otras ocasiones, las menos, el problema emocional puede ser más complejo por lo que el paciente debe ser derivado a un tratamiento psicológico. Evidentemente esta visión más amplia es perfectamente compatible y complementaria a los tratamientos fisioterapéuticos habitualmente realizados, consiguiendo resultados mucho más rápidos y completos.
Conclusiones del síndrome de obstinación
Después de haber leído todo acerca del síndrome de obstinación del fisioterapeuta podemos concluir:
- El síndrome de obstinación del fisioterapeuta consiste en la insistencia por parte de un fisioterapeuta en un diagnóstico o tratamiento para un problema de un paciente que no es el correcto o no da resultado.
- El síndrome de obstinación del fisioterapeuta no es una enfermedad, pero es un problema grave que crece día a día y debemos, como buenos profesionales, detenerlo de inmediato.
- El origen del síndrome de obstinación proviene desde que estamos en la escuela, cuando no nos fomentan la curiosidad por saber la razón de las cosas. Continuamos gestando éste problema, e incluso nos enseñan a ser muy analíticos, en el caso de la fisioterapia nos enseñan a fijarnos únicamente en el hueso o en el músculo afectado, y a no ir más allá de la lesión.
- El síndrome de obstinación produce frustración, tanto en el terapeuta como en el paciente.
- El síndrome de obstinación es reversible. Podemos acabar con él ampliando nuestra visión, indagando en otras causas que pueden alterar el sistema músculo-esquelético: la nutrición, las emociones, el estrés de vida, etc.