Las apófisis son zonas de los huesos que sobresalen con respecto a las otra áreas, en el cuerpo existen muchas, cada una de ellas cumplen funciones específicas. En el siguiente artículo hablaremos sobre una en específico que se localiza en la zona de la escápula, la cual es denominada como apófisis coracoides.
“Estructura que sobresale en la parte anterior de la escápula”
¿Qué significa apófisis coracoides?
El origen etimológico de la palabra coracoides, se remonta a la época del siglo IV, cuando Aristóteles, designa esta palabra como todo aquello semejante a un pájaro, específicamente a un cuervo. Tiempo después, según el latín “korakoides” es aquello utilizado para definir a la apófisis como un hueso.
¿Cómo localizar la apófisis coracoides?
De acuerdo a la anatomía del hombro, esta apófisis está localizada en la parte anterior de la escápula, exactamente en el ángulo externo del omóplato, y en el área interna de la tuberosidad supraglenoidea. Un punto de referencia para la ubicación de esta estructura, es la articulación acromioclavicular, que se sitúa justo por encima de la coracoides.
¿Qué función cumple la apófisis coracoides?
La apófisis coracoides aparte de ser sustancial para la llegada de diversos músculos (músculo pectoral menor, bíceps, coracobraquial), también es necesaria para el recorrido de la arteria acromiotorácica, ya que esta pasa justo encima de la apófisis. Además es necesaria, para el funcionamiento de la articulación encargada de los movimientos del hombro (glenohumeral).
“Recibe músculos y contribuye al paso de la arteria acromiotorácica”
Lesiones que afectan a la apófisis coracoides
La lesión más común, que encontramos en los casos de afectación de la apófisis coracoides, son los traumatismos y caídas, que traen como consecuencia la aparición de una fractura y de una luxación en la articulación cercana a la apófisis, la cual puede ocasionar edema, dolor, incapacidad para mover el hombro y alteraciones en las actividades de la vida cotidiana.
También podemos encontrarnos con el síndrome subacromial (altera y comprime al espacio debajo del acromion) y tumores benignos en la zona (osteocondroma).
“Las lesiones más comunes son las fracturas y la luxación, los cuales deben ser evaluadas por un médico especialista en traumatología y por el área de fisioterapia”
El tratamiento de estos problemas, va a variar de acuerdo a la severidad del daño, y de la evaluación realizada en traumatología y en fisioterapia. Luego de la valoración inicial, se comenzará con el tratamiento de rehabilitación para poder aliviar y disminuir los síntomas que presente la persona.