¿Cuál es el mejor tipo de almohada para dormir? No dudamos que es una pregunta que se hace prácticamente todo el mundo en algún momento de su vida, porque la mayoría usa almohada al dormir. Intentaremos aclarar los conceptos implicados, ya que esta es una pregunta muy difícil de responder.
Exponemos nuestras opiniones y consejos… ¡No son imposiciones!
Antes que nada queremos dejar en claro que no pretendemos dar una respuesta que sirva a todos y que acierte obligatoriamente en absolutamente todos los casos. Pretendemos presentar tan sólo las bases que te ayuden a tomar esa decisión, pero no dudes nunca que la última palabra la tienes tú con tus propias sensaciones. Escucha nuestros consejos, escucha cómo lo toma tu cuerpo y toma una decisión en base a ello. En ningún momento pretendemos imponer nuestras opiniones o consejos.
¿De qué depende el uso de la almohada al dormir?
Usar almohada dependerá de:
La postura al dormir
No es lo mismo dormir boca arriba que dormir boca abajo o de costado. Si duermes boca abajo probablemente no te haga falta ninguna almohada, y si te hace falta seguramente usarás una muy bajita, ya que en esa posición el cuello no tiene tanto problema para alinearse con la columna vertebral. Si duermes boca arriba o de costado es distinto, porque puede que tu cuello no soporte bien el arco que se forma, entonces una almohada servirá como apoyo.
La contextura de cada persona
Usar almohada también va a depender de la estructura corporal de cada persona: no es lo mismo medir 1,85 metros y tener los hombros grandes y anchos a medir 1,55 metros y ser una persona delgada; o ser un adulto mayor con el cuello adelantado con una hipercifosis dorsal a ser una persona joven con el cuello rectificado. Las necesidades en cada caso son individuales, con lo cual no existe una regla que determine cuál es la mejor almohada.
¿Qué tomamos en cuenta para elegir una almohada?
Para un fisioterapeuta, todo está en la alineación de la columna y el cuello. La línea media del tórax debe coincidir con la línea media del cuello. Si una almohada es muy alta o muy baja, la línea entre el cuello y la columna se rompe, hace un ángulo que genera un estrés y desequilibrios musculares. Esto no favorece nada al cuello, sobre todo si hay trastornos como artrosis, hernias discales, hipercifosis o rectificaciones, etc. No importa la posición (boca arriba, de costado o boca abajo), en los 3 casos se toma en cuenta la posición de la columna.
Ahora, ¿cómo saber si estoy alineado? Más que un tema de observación es un tema de percepción. Al acostarte sobre la almohada escucha a tus articulaciones y músculos. Si sientes muy tensa una zona o algún malestar es probable que no te encuentras en la posición correcta.
Más allá de cuál almohada, debemos ver de qué está hecha
Un punto importante que debes contemplar y entender es que la estructura de la almohada varía con el tiempo por la degradación del material. Las almohadas se van gastando y estropeando, con lo cual van perdiendo altura. Quizás la mejor almohada es la más versátil: una almohada a la que se le pueda variar la altura y que pueda adaptarse a esa degradación será la más útil.
Según Íñigo Junquera, colaborador de Fisioterapia Online, las almohadas hechas de material viscoelástico son las mejores, ya que tiene una gran capacidad de adaptación y resistencia a las presiones que deben soportar.
Ten en cuenta que hoy en día empresas como EMMA tienen entre sus productos almohadas que pueden regular su altura a través de módulos. Puedes colocar más o menos módulos para quedarte con el módulo o los módulos más agradables. Además, si con el paso del tiempo alguno de los módulos pierde su altura y ya no sientes comodidad puedes reemplazarlo por uno nuevo sin ningún problema.
¿Cada cuánto debo cambiar la almohada?
Nuestra recomendación es que cambies con cierta frecuencia tu almohada. No conocemos el dato concreto para el cambio de almohadas, pero te podemos dar una idea con el de los colchones: se sabe que después de 10 años un 10% del peso del colchón pertenece a restos de piel de células humanas, ácaros muertos, ácaros vivos y excrementos de ácaros. Si se acumula en el colchón, es un hecho que también se acumula en una almohada, entonces considera no sólo lavarla sino también cada cierto tiempo cambiarla.
Conclusiones sobre el tipo de almohada que debes usar
Para finalizar, vamos a resumir un poco lo que tenemos hasta ahora:
El tipo de almohada debe elegirse según 3 criterios: la contextura de la persona, cuál es su posición al dormir y sus sensaciones y preferencias.
Busca una marca que te brinde versatilidad de material así como un producto que pueda adaptarse con el tiempo.
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