Contracturas que no se van: cuando el músculo no es el problema

Contracturas que no se van: cuando el músculo no es el problema
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¿Te han hecho masajes, estiramientos, punción seca, fisioterapia y aun así la contractura vuelve una y otra vez? Si sientes que tienes un “nudo” constante en el cuello, los trapecios, la espalda o los gemelos que no desaparece por más que lo trates, puede que estés enfocando mal el origen del problema.

Desde la fisioterapia integrativa Fiit Concept, sabemos que muchas contracturas musculares crónicas no tienen su origen en el músculo en sí, sino que son reflejos o respuestas adaptativas de otras alteraciones del cuerpo: disfunciones viscerales, estrés emocional, problemas posturales o sobrecarga del sistema nervioso.

¿Qué es una contractura muscular?

Una contractura es una contracción involuntaria y mantenida de una parte del músculo, que genera dolor, limitación de movimiento, pesadez o incluso sensación de quemazón. Puede producirse por esfuerzo físico, malas posturas, frío o estrés.

Pero cuando esa contractura se vuelve crónica, reaparece aunque se trate, o no responde a ningún masaje o técnica física, es necesario cambiar el enfoque.

¿Por qué algunas contracturas no desaparecen?

El error más común es tratar el músculo como si fuera el origen del problema, cuando muchas veces no lo es. El músculo está actuando como un espejo de algo más profundo que no ha sido resuelto.

Este tipo de contracturas:

  • No mejoran con tratamientos locales
  • Se reactivan con el estrés o las emociones
  • Cambian de zona o se combinan con fatiga, insomnio o molestias digestivas
  • A menudo aparecen en los mismos puntos: trapecio, interescapular, paravertebrales, gemelos

El músculo como síntoma, no como causa

En el modelo Fiit Concept, entendemos que el músculo puede estar contrayéndose por reflejo a un estímulo interno (visceral, emocional o del sistema nervioso autónomo). En este caso, masajearlo puede aliviar momentáneamente, pero no resuelve la causa, por lo que vuelve a contracturarse.

Causas ocultas de contracturas crónicas según Fiit Concept

Disfunción visceral

Órganos como el hígado, el estómago, los intestinos, el útero o los riñones pueden generar reflejos musculares a distancia. Algunas conexiones frecuentes:

  • Trapecio y zona cervical: hígado, vesícula biliar y estómago
  • Dorsales y zona interescapular: estómago e hígado
  • Zona lumbar y sacra: colon, riñón, útero o vejiga

Estrés y carga emocional

La contracción muscular es una respuesta natural al estrés. Pero si el estrés se vuelve crónico, o si hay emociones no expresadas (rabia, miedo, ansiedad), el sistema nervioso mantiene la musculatura en estado de alerta.

Es muy común ver contracturas que se activan ante ciertas situaciones emocionales, incluso sin que la persona sea consciente de ello.

Posturas defensivas crónicas

Cuando el cuerpo adopta una postura de protección, ya sea por dolor o por emoción, crea compensaciones y bloqueos. Estos se cronifican con el tiempo, y dan lugar a puntos de tensión muscular permanentes.

Alimentación inflamatoria

El exceso de toxinas, inflamación digestiva o desequilibrios del microbioma puede influir en la contractilidad muscular. Una mala alimentación afecta al sistema nervioso autónomo, empeorando el control muscular.

Claves del tratamiento integrativo para contracturas rebeldes

Terapia manual dirigida

No se trata solo de masajear. En Fiit Concept se aplican técnicas manuales que:

  • Liberan los reflejos viscerales
  • Desbloquean el diafragma y las vértebras asociadas
  • Sueltan cadenas musculares profundas
  • Restauran la movilidad de la caja torácica y pelvis

Fitoterapia específica para la causa

  • Cardo mariano, alcachofera y boldo si hay afectación hepática
  • Manzanilla, melisa, hinojo para disfunciones digestivas
  • Pasiflora, espino blanco y valeriana para relajar el sistema nervioso

Ejercicios respiratorios y liberación emocional

  • Respiración diafragmática lenta
  • Estiramientos guiados con conciencia corporal
  • Técnicas de descarga emocional (escritura, expresión, visualización)
  • Estimulación vagal para regular el sistema nervioso autónomo

Cambios nutricionales

  • Reducción de lácteos, harinas refinadas y azúcares
  • Hidratación suficiente y alimentación rica en vegetales
  • Ayuno intermitente en casos de disfunción digestiva
  • Suplementos naturales si hay carencias

Conclusión: escucha a tu músculo, pero mira más allá

Cuando una contractura no desaparece por más que la trates localmente, es momento de buscar su origen más profundo. El músculo no está “fallando”, está respondiendo a un desequilibrio interno que necesita ser identificado y corregido.

Desde Fiit Concept, te ofrecemos un enfoque integrativo que combina fisioterapia avanzada, nutrición, fitoterapia y regulación emocional para resolver contracturas crónicas desde la raíz.

Si este es tu caso, descubre nuestros programas y empieza a recuperar tu salud muscular desde dentro.

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