La inducción miofascial (1) es una técnica muy conocida entre los profesionales de la fisioterapia, pero aún muy desconocida para la mayoría de los pacientes. El objetivo de este artículo, es dar a conocer en qué se basa este método de fisioterapia, para qué se utiliza y cuáles son sus resultados.
Es difícil resumir en un folio, una formación de post grado que actualmente se completa después de 4 años de formación.
La “inducción miofascial” también es denominada “liberación miofascial” y podríamos definirla, de forma muy simple como una técnica de terapia manual, basada en suaves estiramientos y presiones en diferentes zonas del cuerpo con el objetivo de mejorar las restricciones que se producen a nivel de la fascia.
La fascia, se puede describir de forma muy simple como la envoltura que cubre nuestro cuerpo. Según la medicina, es inservible, sin embargo, desde este método y basándonos en investigaciones científicas publicadas en revistas de alto impacto, modelos arquitectónicos como la tensegridad (2) y experiencias con cadáver no introducidos en formol, los fisioterapeutas formados en este método aprenden la importancia del tratamiento de esta estructura que recubre todas nuestras vísceras (estómago, hígado, pulmones…) y el resto de estructuras (músculos, tendones, arterias…).
Como cualquier otro método de la sanidad tiene indicaciones y lo que es casi más importante, CONTRAINDICACIONES.
La inducción miofascial presenta gran eficacia en problemas que afectan al aparato locomotor (en diagnósticos tan variados como “tendinitis, cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas, hombro doloroso” …) .
Aunque si destaca en algún tratamiento (3), es en los pacientes con fibromialgia.
Existen absolutas y relativas, entre las absolutas la toma de corticoides, una fractura reciente o la diabetes. Las relativas son, por ejemplo, el aplicarlo en la región lumbar o abdominal durante el embarazo.
Podemos resumir este artículo diciendo que en fisioterapia como en cirugía, psicología y otros muchos campos de la sanidad y la tecnología van apareciendo nuevas técnicas para el tratamiento de los pacientes.
La inducción miofascial nos permite valorar a nuestro paciente y tratarlo desde un punto de vista global, relacionando su problema local (por ejemplo, el dolor en la región lumbar) con el resto de estructuras de su cuerpo. Si usted tiene una “disfunción” de cualquier sistema (estado previo a una patología), puede que el tratamiento con este tipo de técnicas sea la solución que está buscando.
- https://www.bodyworkmovementtherapies.com/article/S1360-8592(17)30313-3/fulltext
- http://www.aomsm.org/resources/Documents/Dry%20Needling/TriggerPt%20Vs%20TradAcup%20WJAM%20Mar2016.pdf
- https://www.bodyworkmovementtherapies.com/article/S1360-8592(10)00179-8/fulltext