La luxación congénita de cadera es la luxación que está presente en el momento del nacimiento o se produce en los momentos iniciales de la vida. Generalmente es más frecuente en las niñas y también es más frecuente que se de en la cadera izquierda o bilateralmente que en la cadera derecha únicamente.
La etiología no está clara, pero hay unos factores de riesgo: sexo femenino, primer embarazo, presentación de nalgas en el parto o antecedentes familiares de luxación congénita de cadera.
DIAGNÓSTICO DE LA LUXACIÓN CONGÉNITA DE CADERA.
Lo más importante es el diagnóstico precoz, entre 0-6 meses. La prueba de imagen de elección para diagnosticar es el ultrasonido, para estudiar el trasfondo cotiloideo, mientras que la radiografía no vale porque aún no hay osificación de los huesos suficiente para poder realizar el diagnóstico.
Para un correcto diagnóstico se deben realizar dos pruebas:
- Prueba de Ortolani: Con el niño en posición de decúbito supino, con triple flexión, se realiza abducción y aducción de caderas. La prueba es positiva cuando al hacer la abducción de cadera, se oye un chasquido, o incluso se nota un resalte. Este chasquido se produce por la reducción de la cabeza del fémur, que se luxa posteriormente al hacer aproximación.
- Prueba de Barlow: Se provoca la subluxación posterior de la cabeza femoral. Para ello, con el niño en supino con triple flexión de las piernas, haremos un poco de aproximación, y a continuación, realizamos una fuerza anteroposterior en el sentido de la diáfisis femoral. Nuestros dedos índice y medio quedarán a la altura del trocánter mayor del niño. En esta prueba no se oye chasquido; lo que debemos observar es la amplitud del recorrido articular.
CLÍNICA DE LA LUXACIÓN CONGÉNITA DE CADERA.
- La movilidad articular estará afectada, esto es así cuando la cadera está subluxada, pues si está luxada totalmente, no habrá movimiento; especialmente la separación, debido a un acortamiento palpable en los músculos aproximadores de la pierna.
- Signo de Galeazzi: Hace referencia al acortamiento relativo de la extremidad: el fémur luxado se desplaza en bloque hacia arriba, afuera y atrás, lo que acorta aparentemente la extremidad. Este acortamiento se aprecia con la extremidad en posición neutra.
- Pliegues cutáneos: El desplazamiento del fémur provoca la retracción de los tejidos profundos, lo que hace más profundo el pliegue inguinal. Esto es muy significativo en los bebés.
CONSECUENCIAS DE LA LUXACIÓN CONGÉNITA DE CADERA NO TRATADA.
Con el paso del tiempo, si no se corrige la subluxación y el niño comienza a andar, se puede observar lo siguiente:
- Marcha en Trendelemburg (caracterizada por el desplazamiento de la carga al lado afectado): al desplazarse el fémur hacia arriba, el origen e inserción de la musculatura glútea se acercan, lo que provoca que el músculo quede como flojo, y su contracción sea insuficiente.
- El periné se hará más ancho por el desplazamiento hacia afuera del fémur proximal: Si el proceso de subluxación se continúa en el tiempo, lo que es habitual, el acetábulo no se desarrollará. Esta falta de desarrollo será debida a que no se pueden dar de forma normal los procesos de carga y movimiento de la cabeza femoral necesarios para su correcto desarrollo.
En niños más mayores, aparecerá una importante inestabilidad lumbo-pélvica, por lo que aumentará la lordosis lumbar y la cadera tenderá al flexo.
ALTERACIÓN RADIOLÓGICA DE LA LUXACIÓN CONGÉNITA DE CADERA.
Los parámetros a observar en las radiografías para determinar si hay displasia acetabular son los siguientes:
- Índice acetabular: Es el ángulo de inclinación del acetábulo en el plano frontal en relación con la horizontal. Su valor normal son 30º en el recién nacido. Si el ángulo aumenta, implica menor desarrollo ya que el acetábulo estará mirando más hacia afuera, y no abajo y afuera como es lo normal. En un acetábulo totalmente mirando hacia afuera el índice sería de 90º.
- Ángulo de recubrimiento femoral o centro-borde de Wiberg: como su nombre indica, este ángulo mide el grado en que el acetábulo recubre a la cabeza femoral y su valor normal es de 30º. Para calcularlo: Si se cierra este ángulo, implica que el acetábulo tiene poca profundidad. Así, un índice de 0º implica que el borde del acetábulo queda justo encima de la cabeza femoral, y esa cadera será inestable en cuanto reciba carga, lo que provocará además que no se forme el acetábulo. En este caso, la carga temprana produciría un aplastamiento de la cabeza femoral. Por esto, es fundamental ESTABILIZAR la cadera ANTES DE LA CARGA.
- Arco de Sewton: Línea arqueada que une el borde interno del cuello del fémur con el borde superior del agujero obturador y cuando el fémur se luxa, este arco se rompe.
- Arco o línea cérvico-ilíaca: Relaciona el borde superior del cuello del fémur con el borde exterior del ilíaco. Se rompe en la luxación.
- Cuadrantes: La línea de Perkins y la de Hilgen-Reiser delimitan 4 cuadrantes: en una cadera sana, el núcleo de osificación se sitúa en el cuadrante inferior e interno, mientras que en la luxada se situará en el externo y superior.