En una parálisis parcial la paresia suele ser un signo clínico que puede evidenciar una lesión en el sistema muscular debido a disminución de los movimientos voluntarios del segmento comprometido.
“Disminución de la fuerza, generando la ausencia del movimiento voluntario, este término suele ser descrito como la presencia de debilidad muscular.”
¿Qué estructuras afecta la paresia?
De acuerdo a las zonas comprometidas se verán afectadas diversas estructuras entres ellas las extremidades superiores o inferiores que de acuerdo a su extensión comprometida podrá ser de diferentes tipos: monoparesia, hemiparesia, paraparesia o tetraparesia; también se pueden ver afectados los músculos de los ojos su afección refiere una lesión de los pares craneales III, IV y VI; los músculos maseteros producto de una lesión del nervio trigémino; los músculos faciales que pueden comprometer la mitad de la cara (hemicara).
Ahora bien cuando solo se afecta la parte inferior de la mitad de la cara, trastornos de deglución y disfonía indica una lesión del nervio vago; el esternocleidomastoideo y el trapecio puede ser indicio de una lesión del nervio accesorio y a nivel de los músculos de la lengua una lesión del nervio hipogloso.
¿Cuáles son los síntomas de la paresia?
Algunos de los síntomas presentes en esta afección incompleta, son la debilidad en los músculos, la pérdida del equilibrio y la coordinación, alteraciones de la sensibilidad y de la función visual, así como la pérdida involuntaria de las micciones y deposiciones fecales, además de la posible perdida de la conciencia.
¿Cuáles son los signos clínicos de la paresia?
Durante la evaluación se pueden apreciar los siguientes signos clínicos: alteración de los reflejos tendinosos (hiperreflexia, hiporreflexia o arreflexia), presencia de clonus (movimientos o contracciones involuntarias), existencia de reflejos patológicos como el Signo de Babinski, aumento o disminución del tono muscular, existencia de sincinesias y fasciculaciones, atrofia muscular, trastornos de la micción y defecación, además de la presencia de ataxia, afasia o apraxia.
¿Cuáles son las causas de la paresia?
De acuerdo al tipo de paresia que esté afectando al individuo se puede tener en conocimiento las causas de la aparición, en el caso de la paresia espástica está asociada a la presencia de ACV o Ictus isquémicos o hemorrágicos, tumores, esclerosis múltiple, traumatismo de la médula espinal; en cambio la paresia flácida es causada por el Síndrome de Guillain-Barré, reacciones opuestas a medicamentos, intoxicaciones por metales pesados como el cobre, mercurio, plomo, miastenia gravis, miopatías inflamatorias, neuropatías; y la paresia simultánea suele ser producto de esclerosis lateral amiotrófica, mielitis transversa y otras mielopatías.
¿Qué tratamiento fisioterapéutico se utiliza en la paresia?
El tratamiento fisioterapéutico se establecerá en base a las características de signos y síntomas presentes en cada paciente, estas incluyen diversas técnicas que buscan mejorar la función de los músculos, el bienestar en la calidad de vida y salud del paciente, además de su inclusión de manera independiente en las actividades de la vida diaria.
“El tratamiento fisioterapéutico se establecerá en base a las características de los signos y síntomas presentes en cada paciente.”
Algunos de los métodos y técnicas utilizados en este tipo de parálisis son:
- Movilizaciones activas a pasivas de los miembros superiores e inferiores.
- Ejercicios activos asistidos y asistidos.
- Método de Rood.
- Método Kabat.
- Facilitación neuromuscular propioceptiva.
- Aplicación de agentes físicos como la termoterapia, electroterapia, crioterapia etc.
- Técnica de miofeedback.
- Reeducación postural global.
- Ejercicios respiratorios.