¿Cómo se deben incluir los alimentos sólidos al bebé?

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    Claudia Bacariza
    Fisioterapeuta / Pediatría y Maternidad

    Soy fisioterapeuta de pediatría y maternidad con 10 años de experiencia en este campo. Dirijo la clínica de maternidad y pediatría en Madrid (Grow Clinic), soy la coordinadora de la unidad de fisioterapia pediátrica en el Hospital Ruber Internacional y fundadora de las formaciones profesionales para fisioterapeutas Baby Global Therapy y Mom & Baby Global Therapy. También soy la escritora del Libro: Baby Global Therapy.

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¿Qué es la alimentación complementaria?

La alimentación complementaria (AC) se considera un proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de esta.

¿Cuándo empezar a introducir sólidos?

Se recomienda mantener la lactancia materna (LM) de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento, añadir de forma paulatina el resto de los alimentos, manteniendo la LM a demanda todo el tiempo que madre e hijo deseen. Para poder ingerir alimentos diferentes a la leche, es conveniente que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune.

Se considera que un bebé está preparado cuando adquiere las destrezas psicomotoras que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos. Como cualquier otro hito del desarrollo, no todos los niños lo van a adquirir al mismo tiempo, aunque en general estos cambios suelen ocurrir en torno al sexto mes.

Se requiere:

  • Presentar un interés activo por la comida.
  • La desaparición del reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con la lengua).
  • Ser capaz de coger comida con la mano y llevarla a la boca.
  • Mantener la postura de sedestación con apoyo.

¿Riesgo de atragantamiento o asfixia?

Los alimentos que tienen formas esféricas (arándanos, garbanzos, frutos secos, rodajas redondas de tomate cherry) o se pueden partir en trocitos duros (manzana cruda, zanahoria cruda) son peligrosas para los bebés.

Entonces, ¿no podemos ofrecerlos? Sí, solo hay que adaptarlos. A los arándanos podemos aplastarlos, usarlos en preparaciones o cortarlos en cuartos para bebés que hacen pinza. A las legumbres esféricas podemos usarlas en preparaciones, tanto cocidas y trituradas como en harinas. Algunos ejemplos son hummus de garbanzos, el fainá de arvejas, y los fideos de lentejas.

Baby led weaning

Es un método para introducir la alimentación de forma complementaria que se basa en sustituir los purés administrados con cuchara por los padres, por alimentos enteros que el niño es capaz de coger y llevarse a la boca.

La clave de esta técnica es que el lactante comerá los mismos alimentos que el resto de la familia, adaptados a un tamaño y forma que pueda agarrar, como alternativa a los alimentos triturados; así desempeñará un papel relevante en su alimentación, ya que, aunque los padres seleccionarán los alimentos, el niño decidirá qué alimentos y a qué ritmo los ingerirá.

Preparación de alimentos

En general, los mejores alimentos para comenzar con el método son aquellos que permitan una forma de cocción que ayude a conservar todos sus nutrientes, al tiempo que conservan una consistencia adecuada que facilite el agarre y su gestión en la boca.

Por ejemplo, el cocinado al vapor mejora la biodisponibilidad de algunos nutrientes como la vitamina A, y minimiza la pérdida de otros como la vitamina C. Así pues, podemos ofrecer verduras como judías verdes, ramitos de coliflor o brócoli, y otras cortadas en tiras como calabacín, zanahoria, calabaza, patata, berenjena...
Los tubérculos horneados como patatas o boniatos también es una buena opción para facilitar el agarre sin que el alimento se deshaga en exceso en la mano.

¿Qué evitar?

Por riesgo de atragantamiento, hay que evitar todos los alimentos pequeños, duros y que no se deshagan en la boca, como los frutos secos, manzana o zanahoria cruda. Tampoco se deben dar alimentos con forma redonda, como uvas o salchichas. Por su contenido en metales pesados, se debería evitar el consumo de pescado azul de gran tamaño, como el atún rojo, la caballa grande o el emperador, así como ciertos mariscos como las cabezas de gambas y langostinos, o los cuerpos de crustáceos por su alto contenido en cadmio, Carnes que provengan de animales que hayan sido cazados con munición de plomo; Verduras con gran contenido en nitrato, como las espinacas, las acelgas o la borraja; La miel, por riesgo de intoxicación por Clostridium botulinum. Por otro lado, algunos tipos de algas pueden contener un exceso de yodo y/o arsénico que podría resultar perjudicial para el bebé. La leche entera tampoco debe ofrecerse antes del primer año de vida, pero por supuesto, no nos referimos a la leche materna o de fórmula, pues es su principal alimento. Además, es conveniente prescindir de la sal, el azúcar o los edulcorantes para la preparación de los platos.

Utensilios

Puedes utilizar, platos con ventosas y divisiones, vasos con asas sin succión, baberos. Luego del primer año o cuando él bebe tenga interés puedes agregar cubiertos de plásticos con tope para evitar el ahogamiento.

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