Las lesiones en el tobillo son uno de los problemas más frecuentes en el día a día de las personas activas y que realizan prácticas deportivas que involucren carrera. Es por ello que en el siguiente artículo te vamos a enseñar una serie de pautas sencillas y prácticas para abordar la lesión aguda de tobillo desde el primer día.
¿Qué es una lesión aguda?
Hablamos de una lesión aguda al referirnos a aquellos golpes, torceduras, distensiones, entre otros que ocurren de forma repentina, usualmente al estar en movimiento o realizando alguna actividad física.
En general, las lesiones agudas pueden evolucionar a su recuperación en un periodo que va desde días hasta 3 meses o prolongarse y por consiguiente, transformarse en una lesión de tipo crónica.
Principales lesiones de tobillo
Los problemas más comunes que se presentan en esta articulación, sobre todo durante la práctica deportiva son las torceduras de tobillo y roturas de hueso. Sin embargo, existe otra gran variedad de patologías y lesiones que pueden afectar a esta articulación, a continuación se mencionan algunas de estas:
- Torcedura o esguince
- Tendinitis
- Fractura ósea
- Luxación articular
Síntomas de una lesión aguda de tobillo
Tras sufrir una lesión de tobillo moderada es típico que aparezcan manifestaciones como dolor e inflamación en la zona. Otras de las molestias características tras presentar una lesión en el tobillo son:
- Dificultad o imposibilidad para hacer un apoyo completo
- Falta de movilidad de tobillo
- Sensación de inestabilidad
Sin embargo, suele ser difícil determinar con certeza en el momento posterior a la caída o golpe ante qué tipo de lesión nos encontramos presentes. Es por ello que existen ciertas señales que pueden ayudarte a identificar el nivel de gravedad y tipo de lesión que puedes estar presentando.
¿Cómo saber qué tipo de lesión tengo en el tobillo?
Algunas de las señales que podrían indicar que estás en presencia de un esguince leve o una lesión de menor grado son la presencia de dolor o inflamación que no limita continuar con el apoyo del pie, el movimiento y la marcha.
Por el contrario, las manifestaciones que indican que podrías estar en el caso de una lesión mayor y es recomendable que acudas a un servicio de salud pueden ser:
- Dolor intenso que empeora durante el movimiento e imposibilita el apoyo
- Apariencia de deformación en la articulación
- Sensación de bloqueo
- Presencia de un sonido al momento que ocurrió la lesión
- Molestias como hormigueo o adormecimiento en el pie
- Si la lesión no parece estar sanando como se esperaba.
Causas de las lesiones de tobillo
Claro está que las causas que pueden producir una lesión de tobillo son debido a una caída, caer mal tras realizar un salto, pisar mal en una superficie inestable, sufrir una pisada o golpe durante la práctica deportiva. Sin embargo, existen otros factores que pueden favorecer el riesgo de presentar una lesión en el tobillo, tales como:
- Uso de calzado inadecuado
- Trabajo sobre superficies irregulares
- Desalineación en la pisada (pie pronado o supinado)
- Debilidad muscular
- Antecedente de lesiones de tobillo
Tratamiento de una lesión de tobillo
Los métodos a aplicar en el tratamiento de la lesión aguda en el tobillo se orientan a favorecer los intercambios metabólicos en el proceso inflamatorio, aliviar el dolor, mejorar la circulación en la zona, prevenir la rigidez y formación de restricciones en la articulación. Es fundamental mencionar que las técnicas y ejercicios a aplicar deben ser realizados de forma suave y no van a involucrar movimientos directos en la articulación del tobillo.
Técnica de masaje con roces superficiales:
Para aplicar la técnica de roces superficiales vamos a ocupar un poco de crema. De esta manera, vamos a iniciar con la técnica desde la parte de abajo cercana a la planta del pie e ir subiendo progresivamente, aplicando pequeños círculos en forma de caricias con las yemas de los dedos.
Precauciones: El pie debe estar ubicado derecho, sin tener ninguna caída hacia el lado ya que esto puede empeorar la lesión o aumentar el dolor. La técnica que se realiza cómo lo indica su nombre debe ser superficial, evitando ejercer mucha presión y ocasionar dolor.
Técnica de activación muscular:
Aplicar esta técnica de activación muscular tras sufrir una lesión de tobillo va a ayudar a favorecer el bombeo de sangre y retorno venoso en la articulación del tobillo, el cual va a permitir un aumento de las reacciones fisiológicas que ocurren en un proceso de reparación de tejidos, alcanzando así una recuperación más rápida y efectiva.
La forma correcta para implementar este movimiento consiste en colocar una resistencia manual en la planta del pie. Desde ahí, se procede a iniciar una contracción de empuje a dicha resistencia sin permitir realizar el movimiento de plantiflexión. De la misma manera, esta técnica se repite esta técnica con la resistencia apoyada en el lateral y dorso del pie. Dicha manipulación se puede llevar a cabo durante 6 a 8 repeticiones en cada dirección.
Movilizaciones activas:
Nuevamente manteniendo el pie en una posición fija, se realiza una serie de movilizaciones activas que incluyan las siguientes acciones:
- Flexión y extensión de los dedos del pie
- Apertura y cierre de los dedos
En este caso, se recomienda llevar a cabo al menos 6 a 8 repeticiones en cada movimiento. Este ejercicio se puede realizar varias veces durante el día, posterior a la aplicación de hielo para aliviar el dolor.
Consejos para la lesión aguda de tobillo
- Aplicar hielo durante 10 minutos en caso de presentar dolor
- Utilizar un vendaje funcional para proteger la articulación
- Evitar inmovilizar totalmente el tobillo
- Evitar las actividades que provoquen un aumento intenso de las molestias
Atender una lesión de tobillo aguda de forma temprana con las técnicas y consejos recomendados te va a ayudar a conseguir una recuperación más oportuna, evitar la aparición de dolor crónico y prevenir recidivas de dicha lesión.