Hace 3 meses tuve covid, fuerte pero pocos días y no guardé reposo, seguí dando clases de danza. Sin embargo, estuve a poco de desmayarme durante las clases. Una semana después, seguí con fatiga y dolor en el pecho, un poco más intenso. Asistí a medicina general, se me hicieron análisis de sangre e identificaron anemia. Estoy a punto de cumplir los tres meses de tratamiento con hierro, ácido fólico y complejo B. Pero la médico no hizo mucho caso del dolor en el pecho, ni de los problemas articulares.
Un mes después, regresando a dar clases presenciales y con el uso continuo del cubrebocas empecé a sentir que me asfixiaba; una gran dificultad para respirar.
He estado asistiendo a fisioterapia, me han dado ejercicios respiratorios muy parecidos a los hacía en yoga. Hay una ligera mejoría, pero muy ligera
Les agradezco mucho su atención.
El COVID-19 persistente o síndrome post COVID-19 crónico es una de las secuelas que afecta a un pequeño porcentaje de las personas que padecieron esta enfermedad, incluso en los casos en donde se presentó de forma leve y por pocos días, produciendo limitaciones y efectos negativos en la calidad de vida de quien lo padece. Este síndrome se caracteriza por la presencia de síntomas como: dificultad para respirar, fatiga, alteraciones del sueño, dolor articular, dolor en el pecho, perdida o alteraciones del gusto y el olfato.
Actualmente, aún continua en estudios las causas del síndrome post COVID-19 y se estima que sus síntomas se pueden extender a una duración de entre 1 a 12 meses. Para su tratamiento, se recomienda el abordaje de las dificultades que produzcan mayor limitación en el día a día mediante especialistas del área. La fisioterapia respiratoria puede favorecer a una mejora de los síntomas de fatiga y dificultad respiratoria. Desde el hogar, mantener la practica frecuente de los ejercicios respiratorios ya realizados e incluir nuevos ejercicios podrá favorecer en dicha recuperación.
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