Cuando nos enfrentamos a un problema o una enfermedad, todo cambia según el punto de vista desde el que se analiza. En el campo del dolor de espalda también sucede esto, y hay muchas dolencias que sólo se comprenden bien si se analizan de forma global, con un punto de vista holístico, donde se tengan en cuenta las emociones, el estilo de vida, la alimentación como factor importante, además de las que siempre se tiende a valorar, como los traumatismos y actitudes posturales.
Es necesario ver todo desde un punto de vista más grande
Desde que estudiamos ciencias de la Tierra cuando pequeños entendemos que la tierra es redonda. Sin embargo, al mirar al horizonte lo que podemos ver es un paisaje extremadamente plano. Por supuesto, desde nuestro punto de vista la tierra se ve plana, y hace falta viajar hasta el espacio para confirmar que efectivamente la Tierra es redonda. Así como sucede con la Tierra, sucede con los problemas que se producen en nuestro organismo: ver exclusivamente la lesión es como ver desde donde estamos parados el horizonte y decir que “la Tierra es plana”. Es necesario entender que todo en nuestro cuerpo está relacionado: fascias, músculos, tendondes, ligamentos, sistema nervioso y hasta vísceras.
¿Cuántas visiones podemos incluir en una lesión?
A una lesión podemos asignarle muchísimas causas, según el punto de vista. Por ejemplo:
- La visión de las cadenas musculares, en donde el culpable es el desequilibrio muscular.
- La visión osteopática, donde el culpable es la afectación de un nivel medular específico.
- La visión del análisis de la columna, en donde el culpable es la hiper o hipomovilidad producida en las vértebras.
- La visión de la relación víscero-somática, en donde el culpable es la disfunción visceral.
- La visión de la relación víscero-emocional, en donde el culpable es la disfunción visceral producto de las emociones.
- La visión del entorno social, en donde el culpable es el contexto que nos rodea.
Biomecánica del estrés - 1 de 5
En este video se explica cómo se somatiza el estrés en el sistema miofascial alterando las cadenas articulares y musculares.