Cuando estamos de pie, nuestro organismo debe de mantenerse estable y en equilibrio. Para lograr esto, nuestros músculos generan constantemente la fuerza necesaria para contrarrestar la fuerza de gravedad. Pero cuando padecemos bloqueos articulares y contracturas, nuestro cuerpo genera compensaciones en la postura, todo para mantener la cabeza erguida. Eso hace que se alteran nuestra dinámica corporal, cargando más el peso en una articulación que en la otra y pudiéndose producir múltiples problemas.
Una postura correcta estando de pie comprende:
Nuestra postura dice mucho de nuestra actitud y cómo nos sentimos. Una postura como la que acabamos de describir nos permite gastar mucha menos energía al andar. Si se mantiene esta posición equilibrando todas las fuerzas que actúan en nuestro cuerpo se pueden dar con armonía todos los demás movimientos sin desequilibrarnos ni caernos. El mantenimiento de una postura correcta no nos salva de padecer enfermedades u alteraciones, pero sí nos hace menos propensos a sufrir lesiones músculo esqueléticas.
Hay varios factores que influyen de manera determinante en que una persona adquiera una postura inadecuada:
Los desequilibrios del sistema óseo y muscular son los que aumentan el peligro del surgimiento de deformidades como una hipercifosis, una hiperlordosis, una escoliosis, valgo o varo de rodillas, etc. Realizar actividad física acorde a las necesidades de cada persona le brinda el tono suficiente a los músculos, necesario para la correcta alineación de las estructuras óseas.
Este es un factor muy extremadamente importante y al que tendemos a no darle importancia. Nuestra postura proyecta nuestro estado de salud y transmite emociones. Las vías nerviosas que tienen que ver con la postura, la coordinación y el equilibrio, están reguladas en el cerebelo. Cuando se altera las emociones éstas generan inestabilidad neuronal, lo que produce cambios posturales por aumento del tono muscular.
El estrés es otro factor que tendemos a pasar por alto. La consecuencia postural producto del estrés es similar a la del individuo inactivo sedentario y pasivo (es decir, con bajo nivel de actividad física). El estrés produce alteraciones o disfunciones viscerales, que a través del sistema nervioso se exteriorizan en el sistema músculo-esquelético.
En este video te enseñamos cómo muchos de los dolores de espalda articulares y musculares son producto del mal funcionamiento de nuestros órganos y vísceras por la influencia del estrés.
Una mala alimentación, más allá del sobrepeso o de la desnutrición, genera diversas disfunciones viscerales y metabólicas que pueden tener consecuencias en el deterioro del sistema muscular y esquelético, con su consecuente alteración de la estática corporal.
La postura corporal viene determinada por nuestro tono muscular y nuestras retracciones y coordinación neuromuscular. Es por ello que cambiar los hábitos del nivel de actividad física es importante. En nuestro portal tenemos videos que te ofrecen una serie de consejos, ejercicios y estiramientos imprescindibles para mantener un equilibrio muscular y un nivel de actividad física más alto.
Te mostramos en este vídeo una rutina de ejercicios automasajes y estiramientos para tener y mejorar tu postura corporal.
Pero no es suficiente con realizar ejercicio. Una alimentación saludable, disminución de las situaciones de estrés y reconocer nuestras emociones son igualmente 3 factores a tener en cuenta; y trabajarlos nos brindará una postura más saludable.
Esperamos haberte ayudado. Recuerda que en nuestro portal tienes muchos más consejos y recomendaciones… ¡Anímate a seguir leyéndonos!
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