La mente y el cuerpo son un nexo ineludible, algo psíquico puede repercutir en el cuerpo físico, del mismo modo que un hecho somático tiene efecto en la mente. Entendiendo que somatizar es convertir inconscientemente un trastorno psíquico en una dolencia física. Puede ocurrir que una persona llegue a tener una lesión musculoesquelética real con la presencia de sintomatología a través de varios años, dichos síntomas pueden estar asociados a factores psicológicos y a un trastorno psicosomático.
¿Qué es un Trastorno Psicosomático?
Se entiende por trastorno psicosomático a una alteración en el estado psicológico que puede generar un efecto físico y alguna sintomatología en el organismo. Es la influencia de la mente sobre el cuerpo. Un síntoma corporal puede tener su aparición o incrementarse por factores mentales o situacionales, por ejemplo, se puede tener un dolor de estómago provocado por estrés en el trabajo.
Algunos expertos de la salud coinciden que cada vez que el cuerpo se enferma es probable que la enfermedad o lesión haya sido provocada por alguna desgracia o estrés de nuestra vida. Quizás alguna palabra de desaliento de algún amigo o familiar, una desilusión, algún duelo que nos hizo sentir mal, que no pudimos sobrellevar y nuestro cuerpo lo expresó en forma de malestar, de dolor, o una enfermedad. Y nos podemos preguntar: ¿Estoy somatizando?, ¿Cómo es que nuestro cuerpo resulta afectado simplemente porque nuestros sentimientos estén heridos?
En ocasiones las personas que somatizan pueden creer que presentan una lesión real, lo que los lleva a ir a consulta médica, si luego de esto el médico determina que no tiene nada, la persona bajo un trastorno de somatización, puede seguir pensando que tiene algo, a estas personas se les dificulta comprender que es producto de su mente.
¿Qué son las enfermedades psicosomáticas?
Las enfermedades psicosomáticas están de moda, pero no en cuanto a la atención y estudio que se les ofrece sino al número creciente de personas que sufren de dolores musculares articulares, problemas digestivos y muchos otros síntomas sin explicación médica aparente. Te lo cuenta una fisioterapeuta que además es psicóloga.
La evaluación del fisioterapeuta en un Trastorno Psicosomático
En la evaluación inicial del participante, realizada por el fisioterapeuta, así como en los tratamientos sucesivos, es importante indagar no sólo acerca de antecedentes personales de lesiones antiguas, sino también de hechos relevantes personales que puedan causar estrés o preocupaciones. Ya que en reiteradas ocasiones una lesión puede verse intensificada o con lenta evolución y recuperación, por causas anímicas y emocionales. Así como se le pregunta al paciente: “¿Cuándo comenzó su dolencia física?”, hay que preguntar: “¿Qué estaba pasando en esos días que empezó a sentirse mal?”. En muchas ocasiones una enfermedad o lesión física viene precedida de algún suceso preocupante. Refieren tener problemas personales, algún sufrimiento, duelo, enojo. Conocer el estado anímico puede ayudar en el proceso de rehabilitación, ya que el paciente puede presentar por ejemplo contracturas musculares que se mantienen o se dificulta mejorar con el tratamiento de fisioterapia, ya que dicha contractura puede estar relacionada con sentimientos de estrés o depresión. Es bueno tener presente la influencia de las enfermedades físicas en la esfera psicológica y viceversa.
¿Cómo influyen las emociones en el dolor de espalda?
Comparto una charla del congreso que celebró este portal para promocionar la fisioterapia y su capacidad de mejorar la salud de las personas hace ya 2 años
Síntomas del Trastorno Psicosomático
Todo padecimiento físico se considera que va acompañado de factores emocionales o algún trastorno de índole psicosomático, los factores que tienen que ver con la somatización, suelen ser situaciones del día a día que pueden ser, laborales, familiares, de los estudios, que pueden incrementar las preocupaciones e ir acompañado de estrés. En algunos casos los pacientes que somatizan o tienen un trastorno psicosomático, refieren síntomas que no pueden ser atribuidos a ninguna enfermedad física, pasando por varios especialistas, intentando diferentes tratamientos antes de acudir al psicólogo. El paciente no provoca los síntomas de una manera consciente, no lo está simulando.
Los trastornos psicosomáticos pueden incluir enfermedades como eczema, psoriasis, dermatitis, alopecia, asma bronquial, trastornos linfáticos, gastritis crónica, úlceras estomacales, estreñimiento, colon irritable, hipertensión, hipertiroidismo, diabetes, enfermedades del corazón, tortícolis y cefaleas tensionales (dolor de cabeza y de los músculos de la cabeza y el cuello), Infertilidad psicógena (dificultad para quedar embarazada). Hay estudios sobre la relación entre la depresión, la ansiedad y el estrés con las enfermedades del corazón.
Los trastornos psicosomáticos tienen muchos síntomas, entre ellos:
- Náuseas
- Temblores
- Dolor
- Ritmo cardíaco acelerado
- Transpiración
- Debilidad
- Sequedad en la boca
- Respiración rápida
- Dolor de pecho
- Exceso de fatiga
- Sensación de nudo en el estómago
- Trastornos gastrointestinales
- Problemas urinarios
- Problemas sexuales
- Trastornos de los sentidos
Estrés
Tratamiento del Trastorno Psicosomático
Debe haber un equilibrio de tratamiento físico y emocional de la persona que somatiza. Los médicos pueden indicar medicamentos específicos para mejorar los síntomas físicos. Si es un especialista médico internista y este determina que los síntomas pueden estar relacionados con un trastorno psicosomático, puede referir al paciente a consulta psiquiátrica o psicológica.
Entendiendo que las personas somos seres biopsicosociales y a la consulta de fisioterapia asista un paciente que denote algún síntoma de somatización o que observemos que su lesión pueda estar relacionada con un estado anímico depresivo o de estrés, sutilmente podemos indicarle la posibilidad de ayuda psicológica. En el cual el tratamiento sea en conjunto con un equipo multidisciplinario.
Las personas que somatizan o padecen de trastorno psicosomático pueden considerar otras alternativas de tratamiento como ejercicios de yoga, meditación y relajación. Realizar actividades que le ayude a relajarse. Por ejemplo, si disfruta y se dispersa en un paseo a la playa puede ser una opción. Se recomiendan actividades al aire libre o que sean de disfrute de la persona.
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Conclusión
Cuanta mayor atención prestemos a nuestros sentimientos, es más probable que sepamos cuando nos sentimos mal y que confrontemos nuestras emociones y sentimientos para no enfermar. El cuerpo nos dará indicaciones. Si aprendemos a reconocer nuestros sentimientos, podemos evitar el dolor y las enfermedades. Aunque no se tengan consciencia de algunos sentimientos, el cuerpo siempre avisará. Nos podemos engañar a sí mismos, pero nuestro cuerpo nos hablará, si aprendemos a leer y descifrar sus señales. El trastorno psicosomático es la exteriorización en el cuerpo de síntomas físicos, provocados en ocasiones de forma inconsciente por conflictos emocionales.