La rótula es el hueso de protección de la articulación de la rodilla, ella permite la unión biomecánica del cuádriceps que se proyecta verticalmente dentro de la ranura formada en el extremo distal del fémur, consiguiendo así que la rodilla se doble o se extienda. La rótula ocupa su propia cavidad, y cuando ésta se mueve o desliza completamente fuera de la misma se produce lo que llamamos luxación de la rótula.
Estas luxaciones son generalmente el resultado de un impacto fuerte(1) o un movimiento de giro de la rodilla. En la mayoría de los casos, la rótula vuelve fácilmente a la posición correcta mediante la extensión de la rodilla o la contracción brusca del cuádriceps, sin embargo este movimiento es muy doloroso.
Algunos de los factores de riesgo(2) que pueden favorecer la luxación de rótula incluyen:
- Poca fuerza de VMO (Vastus medialis obliquis), que es parte del músculo cuádriceps y tiene como una de sus funciones mantener la rótula en la posición deseada durante los movimientos, colocándola así en el surco intercondíleo y llevándola por lo tanto al centro de la rodilla. Si el músculo no es lo suficientemente fuerte, o sus fibras no tienen la orientación adecuada, se es mucho más susceptible a la luxación de la rótula.
- Excesiva pronación del pie o pie plano, ya que se producen desalineaciones en el cuerpo que hacen que la rótula pueda desplazarse y salirse de su lugar.
Muchas articulaciones en el cuerpo son propensas a la luxación, entre ellas la articulación glenohumeral en el hombro y la rótula en la rodilla. La luxación de la rótula puede ser muy dolorosa. La rótula tiende a luxarse hacia la parte externa del cuerpo, lesionando su cartílago. En este vídeo el doctor Gonzalo Samitier te dará una explicación completa sobre la lesión, además de unos tips para su tratamiento.
Algunas personas tienen un ángulo femoral (conocido como ángulo Q, que se forma entre las líneas que van desde la espina ilíaca antero superior al centro de la rótula y la línea que va desde el centro de la rótula hasta la tuberosidad anterior de la tibia) más grande de lo normal, que puede causar una postura característica como tener las rodillas muy juntas (valgo de la rodilla). En este caso cuando la persona extiende la pierna, la rótula sale automáticamente, lo que aumenta el riesgo de luxación. En la siguiente imagen podrás observar la amplitud del ángulo Q normal en el hombre y la mujer:
Antes de continuar quiero dejarte un vídeo acerca de la luxación de la rodilla, para que conozcas de qué se trata y que no es igual a la luxación de rotula
La luxación de la rodilla es una lesión grave donde se desencaja el fémur de la tibia, esta lesión puede ocurrir debido a accidentes deportivos, accidentes de tráfico o lesiones de alta energía. Si hay una luxación de rodilla significa que hubo una lesión o rotura de varios ligamentos que estabilizan la rodilla; ligamentos laterales, cruzados y otros más pequeños. Cada lesión es diferente y el tratamiento dependerá de qué estructuras se lesionaron.
En el siguiente vídeo te explicaremos todo lo que debes saber sobre esta lesión y que debes hacer en caso de que te ocurra o a alguien conocido.
Una persona con luxación de rótula presenta los siguientes signos y síntomas:
- Inflamación en la articulación de la rodilla
- Dolor alrededor de la rótula
- Reducida movilidad en la rodilla
- Desplazamiento visible de la rótula
Una buena evaluación, incluyendo una historia clínica y el examen minucioso de la rodilla son generalmente suficientes para diagnosticar la luxación de la rótula. Se puede ordenar una radiografía para confirmar el diagnóstico y descartar una ruptura del ligamento cruzado anterior, que puede dar algunos síntomas similares a una subluxación de la rótula.
El hecho de que se hayan descrito más de 100 procedimientos quirúrgicos para la prevención de una rótula con luxaciones múltiples y de la inestabilidad crónica que esta conlleva, nos hace pensar en la importancia de la búsqueda de una buena solución para evitar las lesiones de una de las articulaciones más importantes de nuestro cuerpo.
El tratamiento de fisioterapia inmediato(3) después de la lesión y siempre y cuando que el diagnóstico esté confirmado; consiste en controlar las señales inflamatorias (rubor, aumento de la temperatura, hinchazón, dolor y disminución de la función), a través de:
- Reposo: detener inmediatamente las actividades que debían realizarse, caminar con muletas. Caminar normalmente y seguir la rutina diaria puede significar un agravamiento de su lesión.
- Hielo: aplicar compresas de hielo sobre el área lesionada colocando una toalla fina o trapo entre el hielo y la piel. Utilizar el hielo durante 12-20 minutos y luego esperar por lo menos 40 minutos antes de aplicar hielo otra vez.
- Elevación: el pie necesita elevarse un poco por encima del nivel del corazón para disminuir la hinchazón a través de la reducción del riego sanguíneo a la zona lesionada
Se debe buscar seguimiento médico/sanitario tan pronto como sea posible, cuanto antes sea la reducción de la luxación mejor será el pronóstico de recuperación. El médico puede recetar medicamentos para reducir el control del dolor y la inflamación, generalmente anti-inflamatorios no esteroideos (AINES) e indicar monitoreo en la rehabilitación mediante fisioterapia.
En las primeras dos semanas después de la lesión, el plan de la terapia física debe incluir:
- Aplicación de una férula para mantener la pierna en extensión (dependiendo del nivel de lesión)
- Hielo y compresión para controlar la hinchazón de la rodilla
- Corrientes interferenciales (que disminuirán el dolor e igualmente la inflamación)
- Un vendaje de recolocación de la rótula
- Ejercicios isométricos de cuádriceps de fortalecimiento y estiramiento de la musculatura posterior de la pierna.
En las siguientes semanas (tercera, cuarta y quinta) los objetivos son los siguientes:
- Fortalecimiento y estiramiento activo y en forma gradual. Al final de la cuarta semana el paciente deberá de ser capaz de soportar el peso de su cuerpo sin complicaciones y aumentar progresivamente la amplitud de movimiento.
Éstos ejercicios incluyen un poco más de dificultad a la hora de fortalecer la rodilla:
Éstos ejercicios se realizan ya en la etapa avanzada de un proceso de rehabilitación:
Valiéndonos de una silla como herramienta, podemos ganar amplitud de la flexión de la rodilla:
- Comenzar con paseos, piscina y bicicletas.
- Ejercicios de propiocepción de rodilla. Estos ejercicios entrenan los músculos y ligamentos para que elaboren una respuesta adecuada sin ningún movimiento exagerado que pueda dañarnos. En nuestro portal tenemos diversos ejercicios de propiocepción para que progresivamente aumentes ésta cualidad.
La propiocepción es fundamental en un programa de rehabilitación. Estos ejercicios simples se pueden realizar en las primeras semanas de rehabilitación:
Un nivel más de dificultad para ganar estabilidad en la rodilla:
Estos son los ejercicios de mayor dificultad para ganar estabilidad. Se realizan en las últimas semanas de la rehabilitación:
En las últimas semanas de la rehabilitación se pueden introducir progresivamente las actividades deportivas.
El peor pronóstico de esta lesión es en pacientes con rótula elevada, rodillas en varo, recurvatum y luxación recidivante o de repetición. Es por ello que debemos estar atentos a ésta lesión y cumplir la rehabilitación al pie de la letra. Entre lo que determine tu fisioterapeuta y lo que te ofrecemos en éste portal tienes las herramientas completas para recuperarte.