Sammy Margo, de la Chartered Society de Fisioterapeutas asegura que lo ideal es pasar de un zapato alto a un zapato plano de forma gradual; es decir, si siempre utilizas tacones, comienza usando zapatos bajos durante media hora cada día, y ve incrementando su uso poco a poco.
De acuerdo a Mike O’Neill, vocero de la Sociedad de Podólogos, dice que tanto el dolor en las pantorrillas como en el talón de Aquiles puede aparecer pocos días después de comenzar a utilizar zapatos planos. Al parecer, el problema podría presentarse gracias a que los zapatos bajos no tienen forma de amortiguar los golpes e impactos que sufre el pie; lo cual, luego de un uso continuado, propicia una afección conocida como fascitis plantar
Los zapatos bajos siempre son preferibles a los de tacón alto, aún así son perjudiciales, debido a que no ofrecen un buen apoyo para el arco del pie ni para el talón. Cuando los zapatos planos se utilizan de forma constante, se puede sufrir de:
- Tensión en el tendón de Aquiles
- Dolor en músculos de la pantorrilla
- Dolor en los talones
- Arco aplanado en los pies
- Problemas de los tobillos, la espalda baja y caderas
- Problemas de postura en general
A modo de resumen, los expertos dicen que lo mejor es comprar un calzado que se sienta cómodo sin dejarse llevar por la moda.
Tipo de zapatos recomendado
En general, los principiantes no le dan mucha importancia al tipo de calzado a emplear durante el ejercicio; estos creen que los zapatos especializados se hacen para los atletas que participan en deporte competitivo, pero esto no es cierto. Si está caminando o si va a iniciar un programa de caminata, es recomendable usar un par de zapatos que se ajusten a su pie y actividad.
La caminata se ha impuesto como un medio idóneo para la condición física; debido a esto, la venta de zapatos para caminar ha aumentado considerablemente en los últimos años. En la actualidad, algunos zapatos para caminar también cuentan con medias suelas con colchón de poliuretano o acetato de vinil de etilo (EVA), como la de los zapatos más sofisticados para correr, con suela gruesa pero livianos; algunos con suelas de aire, sistemas de fibra de carbón, sistemas de aire integrados y hasta dispositivos de reacción a la inercia en la tierra, o de los multientrenamiento. Pero para comprar un par de zapatos para hacer ejercicio, lo primero es conocer la propia necesidad del pie.
Si se tiene un pie neutral, que no gira hacia dentro o hacia afuera, lo conveniente es buscar zapatos que no sean ni muy rígidos ni muy flexibles. Si el pie es pronador (tiene poco arco y se aplana demasiado al estar de pie, gastando los zapatos en los extremos), lo ideal es un calzado de suela rígida, la cual puede ser de horma recta o combinada.
Para el tipo de pie extremadamente plano, lo ideal es una horma combinada con tiras estabilizadoras. Este zapato dará mayor estabilidad si su estertor es recto; también favorecen las tiras externas, ya que refuerzan el contratalón.
Si el pie es supinador (arcos altos y giran menos hacia dentro después de pisar), lo recomendable es un zapato con buena estabilidad en la parte posterior del pie y absorción del impacto; los pies con grandes arcos por lo general son más rígidos y requieren una mayor amortiguación del impacto.
Además, cuando se pruebe estos zapatos considere el tipo de superficie sobre la cual va a caminar. Las suelas planas, menor orientadas a la tracción, son apropiadas para caminar en centros urbanos y para correr pocos kilómetros en las calles.
Consejos para la compra de zapatos
- Probarse ambos zapatos y caminar por la tienda.
- No apresurarse, probarse al menos 5 modelos diferentes para comparar el ajuste.
- Buscar acoginamiento en la lengüeta y alrededor de la atadura.
- Asegurase de que la suela sea flexible, en el punto donde se flexiona el pie.
- Elegir zapatos con plantillas removibles, para reemplazarlas con dispositivos en caso de necesidad.
- Dejar un espacio de 1.5 cm. frente a los dedos del pie cuando esté parado.
- Probarse los zapatos después de una rutina o en la tarde, cuando los pies están más cargados en ese momento.
- El ajuste cómodo del talón para que el pie no deslice. (SHAPE, 1992).