Tres años de dolor lumbar y tinnitus, luego apareció el dolor cervical y de hombro, junto con la confusión, mala visión, inestabilidad y pérdida de fuerza en el brazo. Junto a estos dolores siempre aparecen otros de rodilla y codo.
El médico me diagnosticó protusiones lumbares y cervicales, síndrome facetario y discopatía degenerativa grado moderado. Actualmente llevo tres rizolisis, una prueba de electromiografía que dio una disminución moderada de la velocidad, por lo que me dicen de operar a nivel C4-C5, al toser o estornudar me duele el cuello y no puedo girarlo del dolor. En la noche en la cama, me pongo peor. El despertarme me cuesta moverme del dolor lumbar y dorsal, luego de un rato de actividad me duele menos.
Hago natación y pesas para fortalecer la espalda. Últimamente he estado pasando por un tiempo de mucho estrés y ansiedad, suelo despertar con los dedos entumecidos, sin sensibilidad, en ocasiones tengo malestar abdominal con periodos de estreñimiento y diarrea.
Muchas de las dolencias de espalda crónica se presentan como reflejo del mal funcionamiento de algún órgano o viscera que se puede ver alterado como consecuencia de una mala alimentación, los hábitos del día a día o factores emocionales.
Dichas alteraciones se reflejan a nivel de la columna vertebral en forma de bloqueos, siendo en ocasiones responsables de la aparición de hernias o protrusiones discales.
Las recomendaciones principal para mejorar el funcionamiento visceral alterado y conseguir alivio a estos malestares se basan en:
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