Esguince de rodilla

Esguince de rodilla

El esguince, o torcedura de rodilla, es una lesión propia de deportistas. Es una patología más o menos grave que precisará muchas veces de un tratamiento de fisioterapia.
Esguince de rodilla

Los esguinces son lesiones comunes que pueden presentarse en cualquier persona, y que se producen cuando los ligamentos se distienden más allá de su límite fisiológico, generando así aparición de síntomas característicos que impedirán el movimiento de la zona. En el caso de los esguinces de rodillas, estos no son tan frecuentes en la población en general, pero si aparecen con frecuencia en aquellos deportistas que incluyen movimientos de rotación en su gesto deportivo. Pero aunque no son frecuentes, si son importantes conocerlos ya que requieren de tratamiento terapéutico para su correcta recuperación. 

Esguince de rodilla

Esguince de rodilla

Los deportes son actividades planificadas y repetidas que requieren de un entrenamiento especializado y enfocado en el gesto deportivo de cada disciplina, por eso son un grupo de individuos propensos a padecer de múltiples lesiones, entre las que se incluyen los esguinces, los desgarros, las contracturas y las fracturas.

"Los esguinces son lesiones frecuentes en la población en general, pero con mayor predominio en los deportistas"

Entre los esguinces que más afectan a los deportistas encontramos el esguince de tobillo, el esguince rodilla y el esguince de muñeca.

Esguince de Rodilla, ¿Qué es?

El esguince de rodilla es un tipo de lesión traumática, que produce distensión y en ocasiones rotura de las fibras que componen a los ligamentos laterales y cruzados de la articulación femorotibial. Estos esguinces, no son tan frecuentes como los del tobillo, pero si son considerados más severos debido a la limitación funcional y al tiempo de recuperación que conlleva la patología.

Síntomas del esguince de rodilla

Al igual que todos los demás esguinces del cuerpo, este tipo de traumatismo produce dolor agudo que incrementa con el movimiento, pero además se acompaña de los siguientes signos clínicos:

  • Edema o también llamado hinchazón.
  • Aumento de la temperatura local.
  • Enrojecimiento.
  • Incapacidad para apoyar la pierna en el suelo.
  • Limitación para mover la articulación en sus movimientos fisiológicos (flexión y extensión).
  • Inestabilidad articular.
  • Posterior al daño tisular, suele generar debilidad muscular debido a la falta de movimiento.

Causas del esguince de rodilla

La rodilla es una articulación que requiere de los ligamentos para poder proporcionar estabilidad a los huesos de la piernas, esta región normalmente solo produce movimientos en el plano sagital, es decir que cuando se realizan movimientos excesivos y no fisiológicos, los tejidos se distienden ocasionando que pierdan su estructura normal. Por eso entre los mecanismos de la lesión se incluyen todas aquellas actividades bruscas que producen torsión en la articulación y los traumatismos en los que se contacta directamente la rodilla con una superficie dura. 

¿Cómo se tratan los esguinces de rodilla?

Los esguinces son traumatismos que además de producir todos los síntomas mencionados anteriormente, también producen pérdida de fuerza y estabilidad articular, por lo que suelen ser recurrentes cuando no se tratan de la mejor manera. La fisioterapia deportiva y traumatológica, utiliza diversas herramientas y técnicas que ayudan a fortalecer y a reentrenar los tejidos afectados durante este tipo de lesiones, por eso los esguinces deben ser tratados por personas especialistas. 

En el caso de los deportistas, estos requieren de un entrenamiento enfocado en mejorar las capacidades físicas necesarias para la ejecución del gesto deportivo, en cambio a los individuos que no realizan actividades de alta intensidad, el tratamiento se enfoca en cumplir con otros objetivos que mejoren la funcionalidad y que eviten futuros daños tisulares.

Sin embargo, existen objetivos y técnicas generales que se utilizan con cualquier persona que tenga un esguince. Los cuales se mencionan a continuación:

  1. Movilizaciones pasivas y activas.
  2. Crioterapia.
  3. Electroterapia.
  4. Ejercicios de fortalecimiento progresivo, con diferentes tipos de contracción muscular (isométrica, excéntrica y concéntrica).
  5. Trabajos de propiocepción, equilibrio y estabilidad.
  6. Estiramientos.

Y en el caso de los deportistas, reentrenamiento funcional y enfocado en el gesto de la disciplina que realiza el individuo.

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