La fisiología femenina en relación al procesamiento del dolor presenta diferencias respecto al sexo masculino, a pesar de que las estructuras del sistema nervioso central que lo rigen son similares.
A esta conclusión se llega tras la observación clínica y los datos de prevalencia, incidencia y cronificación de síntomas y patologías, que han movido a los científicos a investigar los mecanismos de dolor en ambos sexos.
A día de hoy, aun existiendo un desconocimiento parcial de estos mecanismos y por tanto de las causas de estas diferencias, hay algunas hipótesis claras y consensuadas a destacar:
Dolor crónico en la mujer
- El dolor crónico afecta en mayor medida a la mujeres que a los hombres
- La mayor incidencia de dolores crónicos en la mujer se localiza en áreas abdominales, pélvicas y lumbares (zonas relacionadas con las vísceras reproductivas)
- En mujeres con dolor crónico, las fases del ciclo menstrual influyen en sus síntomas (en fases menstrual y premenstrual, los síntomas se agravan)
- Las mujeres con dolor menstrual presentan, a la larga, mayor probalidad de padecer dolores crónicos
Mecanismos de dolor en las mujeres sanas a lo largo del ciclo menstrual
- La sensibilidad al dolor podría variar en cada fase del ciclo menstrual, igual que varían los estados de ánimo, el nivel de energía o fatigabilidad, el apetito y la motivación sexual
- Las hormonas sexuales ejercen acción en el procesamiento del dolor, actuando muchas de ellas como neurotransmisores, no sólo de las funciones reproductivas sino también de procesos como la inflamación o la percepción del dolor
El dolor menstrual
La MENSTRUACIÓN DOLOROSA en ausencia de patología subyacente se denomina Dismenorrea Primaria. Sus datos de prevalencia son elevados, afectando a más del 50% de las mujeres en edad fértil.
No existe consenso científico sobre su causa, sin hallarse diferencias a nivel orgánico entre las mujeres con y sin dolor menstrual.
Hasta la fecha todos sus tratamientos son paliativos y no consiguen un alivio definitivo.
En estudios realizados en mujeres sanas con y sin dolor menstrual, se ha podido evidenciar que quienes padecen dolor menstrual presentan una gestión del dolor alterada, que podríamos llamar "hipersensibilidad al dolor", presente principalmente durante la fase menstrual del ciclo (con presencia de dolor), pero en algunas investigaciones se ha encontrado una respuesta de dolor aumentada también en fases no dolorosas del ciclo en las mujeres dismenorréicas.
¿Cómo se explica esto?
El fenómeno de MEMORIA existe debido a la plasticidad del Sistema Nervioso Central, al fortalecimiento de conexiones neuronales, que continuamente nos permite aprender de las experiencias. La repetición es un factor clave en la neuroplasticidad necesaria para la memoria. Así pues, del mismo modo que si realizas repetidamente un gesto de determinada manera, el sistema nervioso integra ese patrón de movimiento y lo utilizará de manera automática en situaciones similares, los eventos dolorosos intensos y recurrentes fortalecen las conexiones neuronales de transmisión del dolor.
En base a ello podrían explicarse estos hallazgos según los cuales la presencia de dolor menstrual predispondría a las mujeres que lo padecen a una mayor sensibilidad al dolor, incluso en fases del ciclo en las que el dolor no está presente.
La hipótesis actual a falta de más evidencia que la confirme o rechace, sostiene que EL DOLOR MENSTRUAL SENSIBILIZA a las mujeres ante futuros eventos de dolor en cualquier área, facilitando que éstos se padezcan con mayor intensidad e incluso que puedan cronificarse.
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) advierte de la escasa evidencia científica y la necesidad de estudios sobre los mecanismos de dolor implicados en la dismenorrea primaria.
Proyecto de investigación
Rocío Fortún (la que suscribe), fisioterapeuta especializada en Salud de la Mujer, docente e investigadora de la Universidad San Jorge de Zaragoza, comenzó en 2014 un amplio proyecto de investigación titulado "Mecanismos de dolor a lo largo del ciclo menstrual en mujeres sanas con y sin dolor menstrual".
La investigación, pionera en su campo, tiene como objetivo determinar la capacidad del sistema nervioso para modular el dolor, comparando entre mujeres sanas con y sin dismenorrea a lo largo de las diferentes fases del ciclo, y observando su comportamiento sintomatológico.
Con estos propósitos, durante el estudio se evalúa también la influencia de variables psico-sociales (ansiedad, estrés, depresión, nivel de actividad física, calidad de vida, cantidad y calidad del sueño, catastrofización ante del dolor y escala de somatización). Así mismo se analizan genes seleccionados, dado que todos estos factores. podrían estar implicados en el dolor menstrual.
Alcanzar estos conocimientos permitirá proponer tratamientos, basados no sólo en un alivio exógeno más eficaz de los síntomas, mediante fármacos, sino también en la mejora de la gestión endógena del dolor (capacidad del propio cuerpo para inhibir el dolor), mediante educación y adopción de hábitos que, además consigan disminuir el riesgo de padecer futuros dolores crónicos.
En la actualidad, tras el trabajo de investigación realizado sobre 60 voluntarias, Rocío se dispone a difundir los resultados preliminares del proyecto, comprometida con hacerlos llegar a las mujeres, y no solo a la comunidad científica.
En fisioterapia-online iremos desgranando las conclusiones del proyecto, que nos permitan actualizar conocimientos sobre la relación existente entre el ciclo menstrual y los síntomas que percibimos, la sensibilidad al dolor y la capacidad de nuestro organismo para modularlo.