Fisiosexología: Qué es y cómo puede ayudar la fisioterapia a tu salud sexual

Fisiosexología: Qué es y cómo puede ayudar la fisioterapia a tu salud sexual
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La sexualidad es una parte esencial de la identidad de cada ser humano, siendo descrita como una expresión individual de sentimientos, pensamientos, creencias y deseos. Está influenciada por elementos biológicos, psicológicos y sociales que interactúan entre sí, condicionando las características de cada individuo en forma variada a lo largo de su vida.

Al hablar de sexualidad no se hace referencia unicamente al sexo, también se abarcan otros puntos como la identidad y papel de genero, orientación sexual, el placer sexual, erotismo, intimidad y reproducción.

¿Qué es la salud sexual?

La salud sexual representa un pilar fundamental en cuanto al bienestar y desarrollo integral de cada ser humano, sus relaciones y su expresión social. Gozar de una buena salud sexual requiere un entorno que brinde respeto, libertad y seguridad. El correcto desarrollo y práctica sexual en hombres y mujeres depende de puntos fundamentales como son los siguientes:

  • Acceso a información para la prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual
  • Educación acerca de la prevención de embarazos no deseados, embarazos juveniles y abortos
  • Disponibilidad de servicios de atención de salud sexual
  • Educación y acceso a métodos anticonceptivos, sus formas de uso y efectos adversos en el organismo
  • Entorno seguro que promueva la aceptación y el bienestar sexual

Por su parte, es importante aclarar que la sexología es la ciencia encargada del estudio y la investigación de todo lo que abarca la sexualidad humana y sus manifestaciones, así como las alteraciones que representen una problemática en el ámbito sexual.

¿Qué es una disfunción sexual?

El término disfunción sexual se refiere a cualquier tipo de problema recurrente que dificulta o impida la actividad sexual, pudiendo generar sentimientos de ansiedad, estrés o afectando la calidad de vida de un individuo y sus relaciones personales.

El origen de una disfunción sexual no está necesariamente condicionado a una alteración en las estructuras involucradas, ya que como se mencionó anteriormente, son múltiples los elementos que participan en este complejo proceso como lo es el disfrute y placer sexual. Los factores que pueden desencadenar una disfunción sexual se subdividen en:

  • Factores físicos: Muchas condiciones de salud y enfermedades repercuten directamente en el ámbito sexual. Las cardiopatías, cáncer, esclerosis múltiple y lesiones de origen neurológico resaltan entre estas.
  • Factores orgánicos: En la mujer, los cambios hormonales asociados a la menopausia producen una disminución en la sensibilidad de la zona genital, lo cual puede disminuir el nivel de deseo sexual y excitación. Durante la etapa posterior al parto y la lactancia también se presenta una gran cantidad de cambios hormonales que pueden ocasionar variaciones en la respuesta sexual como sequedad vaginal.
  • Factores psico-emocionales: La ansiedad, depresión o el estrés son los principales factores que favorecen la aparición de una disfunción sexual, al igual que el trauma relacionado a casos de agresión o abuso sexual. Los conflictos en las relaciones de pareja también favorecen la aparición de una disfunción sexual.
  • Factores socio-culturales: Creencias religiosas extremas, el tabú y la educación sexual restrictiva también pueden afectar negativamente la sexualidad de un individuo.

En gran parte de los casos, el origen de una disfunción sexual no se presenta a raíz de uno de estos grupos de factores, sino al contrario, es frecuente que estos coexistan ocasionando un problema de origen multifactorial.

Factores de riesgo de las disfunciones sexuales

Algunos de los factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de padecer una disfunción sexual son:

  • Consumo de tabaco, alcohol o drogas
  • Sedentarismo
  • Ciertos tratamientos farmacológicos como medicamentos para hipertensión o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
  • Mala alimentación
  • Obesidad o sobrepeso
  • Envejecimiento

Se estima que alrededor de un 40-60% de las mujeres llegan a padecer de alguna disfunción sexual a lo largo de su vida. Las disfunciones sexuales femeninas se pueden clasificar en diferentes trastornos que se caracterizan por afectar diferentes etapas del acto sexual, como son:

  • Trastornos de la excitación o el deseo sexual
  • Trastornos del orgasmo
  • Trastornos de dolor genital-pélvico durante la penetración

En el caso del sexo masculino, se calcula que al rededor del 40% de los hombres puede presentar una disfunción sexual a lo largo de su vida, siendo los más frecuentes la eyaculación precoz y la disfunción erectil.

El abordaje de las disfunciones sexuales varía según sea el origen del problema y debe ser llevado a cabo por un equipo de profesionales multidisciplinarios conformado por especialistas en el área de la psicología, sexología, kinesiología, psiquiatría, ginecología y urología.

¿Qué es la fisiosexología y para qué sirve?

La fisiosexología es una rama de la fisioterapia uroginecológica o fisioterapia del suelo pélvico que se enfoca en la prevención, valoración, diagnóstico y tratamiento de las disfunciones que se pueden presentar en el campo sexual y la función erótica tanto en personas del sexo femenino como masculino.

¿Cómo se tratan las disfunciones sexuales mediante la fisioterapia?

La participación de la fisioterapia en el ámbito de la sexología se enfoca en el abordaje del dolor, alteraciones de la sensibilidad, debilidad muscular, disminución o aumento del tono muscular, desequilibrios posturales y disminución o pérdida de la movilidad en la región pélvica.

El rol del fisioterapeuta en sexología, en la prevención y abordaje de las disfunciones sexuales se lleva a cabo principalmente a través de:

  • Terapias en consulta a nivel externo e interno
  • Aplicación de técnicas con el uso de dilatadores, vibradores, electroestimulación, láser, punción seca, biofeedback, ondas de choque, diatermia, entre otros.
  • Educación al paciente acerca de los aspectos afectivos-sexuales y su relación con el dolor
  • Asesoramiento al paciente en medidas de higiene
  • Educación en técnicas de autotratamiento, técnicas en pareja y diferentes enfoques erotico-sexuales

¿Cómo identificar cuándo debo acudir a consulta?

  • Dificultad al orinar
  • Pérdida de orina o de heces
  • Dolor al mantener relaciones sexuales
  • Falta de deseo sexual y anorgasmia

Principales disfunciones de origen sexual

Existen múltiples disfunciones tanto en la mujer como en el hombre que pueden alterar el funcionamiento de alguno o varios de los elementos que tienen participación en todo lo que engloba la actividad sexual. Dentro de las principales disfunciones de origen sexual que pueden ser abordadas por la fisiosexología se encuentran las siguientes:

Dispareunia:

La dispareunia o dolor al mantener relaciones sexuales es un trastorno que afecta a la mujer, independientemente de su edad y orientación sexual y suele estar asociado a una variedad de causas tanto físicas como de origen emocional. La dispareunia suele generar síntomas variados según el caso, entre los cuales se puede resaltar la falta de lubricación vaginal, ardor, sangrado, dolor al orinar y ansiedad previa al coito.

Dentro de las causas más frecuentes que se asocian a la dispareunia resaltan la etapa de recuperación post-parto, lactancia, presencia de infecciones de orina o infección vaginal, menopausia, histerectomía y el consumo de algunos tratamientos farmacológicos.

Incontinencia urinaria y fecal:

El término incontinencia se refiere al goteo o las fugas accidentales de orina o heces debido a la pérdida de control de las estructuras involucradas. Esta disfunción suele perturbar más allá del punto de vista física, ya que de no mantenerlo en control puede llegar a afectar la calidad de vida de un individuo. La incontinencia urinaria se presenta de forma más común en mujeres que en hombres, asociado a diversos factores anatómicos y fisiológicos, dentro de los cuales se destacan los siguientes:

  • Embarazo
  • Parto vaginal
  • Histerectomía
  • Menopausia
  • Prolapso uterino
  • Debilidad de la musculatura pélvica
  • Estreñimiento

Existen ciertas enfermedades y lesiones que también se suelen asociar a la incontinencia urinaria en ambos géneros como lo son el cáncer, la presencia de algún tumor cerca de la vejiga, lesiones de origen neurológico, tratamiento con radiación en la zona abdominal o pélvica, obstrucción intestinal y retención de orina.

Debilidad de suelo pélvico:

La debilidad de la musculatura del suelo pélvico es otra de las problemáticas que se presentan de manera más frecuente en el sexo femenino y que puede traer como consecuencia otras alteraciones que desmejoran la calidad de vida, entre las cuales resaltan las siguientes:

  • Prolapso uterino
  • Incontinencia urinaria
  • Dolor lumbar
  • Dispareunia
  • Anorgasmia (incapacidad para alcanzar el orgasmo)

Vaginismo

El vaginismo se considera una de las disfunciones sexuales femeninas menos frecuente, se presenta en forma de espasmos involuntarios de los músculos de la vagina que estrechan el canal vaginal dificultando o haciendo imposible la penetración, la exploración médica y la introducción de tampones o copas menstruales. Cuando la contracción de la musculatura ocasiona incomodidad pero no impide la penetración es clasificada como dispareunia.

El mayor número de casos de vaginismo se encuentran asociados a un origen psicológico y solo el 10% de los casos se atribuyen a alteraciones físicas. En un menor número de incidencia, el vaginismo también se puede presentar sin un origen aparente (origen idiopático). Las principales causas descritas son:

Origen psicológico:

  • Antecedentes de agresión o abuso sexual
  • Miedo al acto sexual o al embarazo
  • Escasa educación sexual
  • Baja autoestima
  • Percepción negativa de la imagen corporal
  • Rechazo hacia la pareja

Origen físico:

El origen físico del vaginismo está asociado principalmente a patologías o lesiones que ocasionen un dolor previo en las estructuras involucradas en el acto sexual, entre estas se destaca la estenosis o estrechamiento del canal vaginal, endometriosis, hemorroides, himen fibroso, vaginitis.

Disfunción eréctil en el hombre:

La disfunción eréctil es la incapacidad repetida y persistente para alcanzar o mantener una erección que puede estar asociada tanto a factores físicos como de origen emocional. La incapacidad para mantener una erección es considerada una disfunción sexual cuando esta se mantiene durante más de 6 meses y viene acompañada de malestar emocional, ansiedad, sentimientos de angustia y frustración.

Se estima que la disfunción eréctil afecta aproximadamente al 20% de la población masculina, afectando en su mayoría a la población adulta que ronda entre los 40 a 70 años de edad, lo cual lo convierte en una problemática frecuente en la salud sexual masculina.

La disfunción eréctil también puede ocurrir en mujeres, por eso te dejamos este vídeo para que conozcas más al respecto.

Eyaculación precoz:

Como lo indica su nombre, la eyaculación prematura o precoz se presenta cuando de manera persistente el orgasmo y eyaculación masculina se produce más pronto de lo deseado, durante el momento de la penetración o antes de ella. Esta disfunción suele derivar en malestares emocionales, sentimiento de insatisfacción sexual y problemas en las relaciones de pareja.

La eyaculación precoz es la disfunción sexual más frecuente en el hombre. Según las estadísticas, alrededor de 1 de cada 3 hombres llega a padecer de eyaculación precoz a lo largo de su vida. Esta disfunción además tiene la característica de que puede ser primaria, presentándose desde el inicio de la vida sexual o secundaria, lo que significa que se adquiere en una etapa de mayor experiencia sexual.

La fisiosexología puede participar en el tratamiento de la eyaculación precoz mediante técnicas enfocadas en retardar la aparición del reflejo, trabajando la capacidad propioceptiva de todas las estructuras que conforman el piso pélvico, la tonificación de la musculatura del periné y el control de la respiración.

Eyaculación retardada

La eyaculación retardada o tardía es una disfunción sexual en la cual se requiere más del tiempo deseado para que el hombre logre alcanzar el clímax, o que no lo llegue a alcanzar por completo (aneyaculación). No existe un tiempo establecido para considerar la eyaculación retardada como una disfunción, ésta se considera como tal cuando representa un problema para el hombre y su pareja, ocasionando sentimientos de estrés o ansiedad. La eyaculación tardía se puede presentar durante el acto sexual en pareja, en la masturbación o en ambas situaciones. En ocasiones, también es posible que el hombre sólo sea capaz de alcanzar la eyaculación mediante la masturbación, lo que entraría en el concepto de aneyaculación situacional.

La aneyaculación no es una disfunción sexual precisamente frecuente. Esta se puede clasificar en dos tipos:

  • Aneyaculación total: Se refiere a la incapacidad total del hombre para alcanzar la eyaculación. Los hombres con esta condición son capaces de producir espermatozoides y alcanzar la sensación de orgasmo.
  • Aneyaculación situacional: En este caso, la incapacidad del hombre para eyacular sémen solo está condicionada por factores que pueden ser referentes al entorno, la pareja o al tipo de acto practicado.

Beneficios de la fisiosexología

La fisioterapia en sexología brinda la oportunidad de disfrutar una vida sexual plena y saludable, atendiendo a diversas problemáticas que pueden afectar el bienestar integral y la autoestima de hombres y mujeres. A pesar de ser un área aún poco conocida de la fisioterapia, la evidencia ha demostrado que la fisiosexología brinda resultados muy positivos en el tratamiento y prevención de diversas disfunciones de origen sexual.

Mitos y verdades sobre la sexualidad

Si miramos al pasado, hoy en día se puede evidenciar un gran avance en cuanto al conocimiento y aceptación de la sexualidad y todo lo que engloba, sin embargo, en ciertas culturas aún existe un gran tabú alrededor de esta temática. Acá te presentamos algunos de los principales mitos y verdades que rodean a la sexualidad:

  1. “La depilación del vello púbico es higiene personal”
    Mito: El vello púbico tiene como función proteger el área genital de agentes externos, así como evitar la fricción directa con la piel que puede ser irritante para esta zona. De hecho, la práctica del rasurado suele provocar cortes o lesiones, lo cuál representa un riesgo mayor de contraer infecciones de transmisión sexual, por lo cual si se desea disminuir el vello de la zona se recomienda recortarlo.
  2. “El pene se puede fracturar”
    Verdad: Aunque ocurren con muy poca frecuencia, las denominadas “fracturas” de pene o rotura de los cuerpos cavernosos son posibles. Estas se producen durante una erección y puede llegar a generar efectos a largo plazo como disfunción eréctil, pene curvo y dificultad para eyacular.
  3. “El clítoris es un pequeño bulto externo”
    Mito: El clítoris tiene una extensión mayor a este bulto externo, la mayor parte de su tamaño se encuentra en el interior del cuerpo, llegando a alcanzar hasta 13 cm de extensión y puede ser estimulado también desde su parte interna.
  4. “La vasectomía es un método anticonceptivo seguro y sin efectos negativos”
    Verdad: La vasectomía se realiza mediante un procedimiento ambulatorio poco invasivo, con un bajo riesgo de complicaciones y en la mayoría de los casos, puede ser revertida. Además de esto, posterior a una vasectomía no se ve alterada la función sexual del hombre, manteniendo su capacidad para alcanzar la erección, eyaculación y orgasmo.
  5. “Existe una relación entre el tamaño del pene y la altura, tamaño de las manos o pies”
    Mito: Múltiples estudios indican que esto no es más que una creencia social. No existe ninguna proporción entre el tamaño del miembro masculino y la medida de sus manos, pies o ninguna otra parte del cuerpo.
  6. “Los embarazos no deseados suceden porque las mujeres no se cuidan responsablemente”
    Mito: La realidad es que la mayoría de los métodos anticonceptivos no son 100% efectivos. Además, no todas las personas tienen acceso a estos.
  7. “La masturbación es una práctica del sexo masculino”
    Mito: Esto es un mito completamente falso. La masturbación puede ser practicada independientemente del género, permitiendo la autoexploración del cuerpo y el conocimiento del placer sexual propio.
  8. “La eyaculación es un reflejo que no se puede controlar”
    Mito: La realidad es que el control de la eyaculación se puede desarrollar mediante el autoconocimiento y el manejo correcto de la respiración
  9. “La masturbación genera un efecto de relajación en el cuerpo”
    Verdad: Al practicar la masturbación y alcanzar el orgasmo se segregan una serie de sustancias en nuestro sistema nervioso como serotonina, dopamina y oxitocina, las cuales se asocian a la sensación de relajación, felicidad y placer.

La sexualidad es una manifestación tan integral y compleja como lo es cada individuo, que debe ser disfrutada con responsabilidad, libertad, educación y respeto. La fisioterapia y su rol en la salud integral del ser humano tiene un amplio campo de participación en el área de la sexología, permitiendo mejorar la salud sexual y calidad de vida de hombres y mujeres.

Referencias Bibliográficas

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