¿Cómo influyen las emociones en el dolor de espalda? - FisioMeeting 2014 - Roberto Junquera

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    Iñigo Junquera
    Fisioterapeuta / Terapia manual y RPG

    He estudiado mucho, he leído muchos libros, he analizado y reflexionado hasta la saciedad, he tratado siempre de profundizar con espíritu crítico.... y con el paso del tiempo, cada vez creo que el cuerpo, la naturaleza y la vida son muuuucho más grandes de lo que ninguna persona o ciencia sean nunca capaz de conocer y analizar.

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Si bien es cierto que nuestro cuerpo está constituido por distintos tejidos (tejido nervioso, tejido muscular, tejido conectivo, tejido óseo, etc.) hay que mirar el cuerpo como un todo, porque todo está interrelacionado gracias al sistema nervioso.

En esta relación global también caben las emociones, es por ello que en este vídeo te explicamos cómo influyen las emociones en el dolor de espalda.

Emociones y patologías 

Todos sabemos que las emociones repercuten en nosotros. Cuando estamos tristes adoptamos una postura, por ejemplo al estar cansados o tristes nos encorvamos hacia adelante; en cambio cuando estamos alegres pues todo lo contrario, sacamos el pecho y elevamos la mirada bien alto.

Las emociones, a pesar de repercutir tanto en nuestro cuerpo, no son abordadas por la medicina convencional, quizás una de las razones sea porque medir la tristeza o el enfado es muy difícil, y todo aquello que no podemos medir es difícil de estudiarlo. La medicina ha vivido un poco de espaldas a esta realidad.

A pesar de esto hoy en día existen médicos que contemplan esta relación. No saben muy bien cómo ni qué forma darle, pero saben que muchas de las dolencias de sus pacientes pueden estar relacionadas con las emociones de sus pacientes, por ejemplo el estrés.

Muchos problemas de piel por ejemplo hoy en día se derivan al psicólogo, debido a que hay problemas de piel que afloran o brotan de las alteraciones emocionales, al igual que problemas digestivos, problemas de riñones, duodenales, etc.

Cada especialidad de la medicina tiene ciertas patologías con las que cuesta acabar justamente por la presencia de un componente emocional.

Está claro que debemos entonces saber sobre las emociones y su repercusión en nuestro organismo, pero no lo tomamos en cuenta. La medicina oriental por otro lado, lleva casi 3000 años estudiando la relación, de modo que explica cómo existe un flujo de energía cíclico, que se ve alterado por las emociones y produce muchas de las alteraciones de nuestro organismo.

Cómo entender la relación entre la emoción y la patología

Imaginemos por un segundo que llegamos a casa y encontramos un charco de agua en la cocina. En seguida lo que buscamos es limpiarlo. Si el charco vuelve a aparecer, en seguida lo limpiamos y se nos viene a la mente la idea de que el charco no estaba allí por un simple accidente.

Si al cabo de unas horas el charco aparece de nuevo pues en seguida buscamos a un profesional para hallar el origen de la gotera. El profesional optará por lo evidente, buscará el origen de la fuga de agua en aquellos objetos que puedan ser los causantes de la gotera: tuberías de la cocina, heladera,… Si no consigue la fuga de estos objetos, en seguida buscará lo no tan evidente, por ejemplo el techo. Al conseguirla en el techo un buen profesional no se queda allí, sino que va a la vecina de arriba a preguntarle si tienen alguna fuga en una tubería.

Quizás se consigue con que la tubería de la vecina está perfecta, pero la fuga viene de 5 pisos más arriba. Lo que queda claro es que si existe un charco, será necesario investigar de dónde viene la fuga, ya que si no encontramos la causa los problemas vuelven.

Esta misma analogía se aplica a nuestro organismo, con la diferencia de que nuestro cuerpo tiene la capacidad de homeóstasis, de regularse y autocurarse por sí mismo; es decir, la gotera puede desaparecer porque el organismo la reparó él mismo (lo cual es lo ideal), aunque este mecanismo a veces falle y necesitemos de un profesional, en este caso el médico.

A veces el profesional en vez de buscar la causa le recomienda a la persona limpiar el charco cada 8 horas, mismo efecto que hacen las pastillas que indican los médicos para aliviar los síntomas. Pero el charco seguirá formándose, hasta que no se busque la causa no evidente y se solucione.

Concepto importante: disfunción visceral 

La disfunción visceral es la mala función de un órgano o víscera. Es como el motor de un coche: el motor físicamente está perfecto, pero no quema bien la gasolina y empieza a echar humo por el tubo de escape. Simplemente un mal funcionamiento.

Son estas disfunciones las que se expresan con facilidad e nuestro organismo, afectando principalmente a nuestro sistema músculo-esquelético. Pero ¿cómo se produce el mal funcionamiento de una víscera? Pues existen diversos factores que repercuten en la salud de una víscera. Una de ellas es la mala alimentación, pero el otro gran bloque que produce disfunción visceral son las emociones.

Lo dice la medicina oriental: cada emoción concreta repercute en un órgano concreto. También hay otros factores como la edad, las cirugías, la falta de ejercicio físico,… Pero no son tan fundamentales para provocar un desequilibrio en una víscera.

Cuando una víscera entra en mal funcionamiento lo manifiesta con síntomas propios de la víscera: en el estómago por ejemplo un síntoma es el reflujo, en el hígado es por ejemplo la piel grasa,… Pero uno de los síntomas más característicos es un dolor en una zona específica de la espalda.

Ciclo de energía y alteraciones o disfunciones viscerales 

La medicina oriental explica cómo se producen las alteraciones a través del ciclo de energía que sucede entre los órganos. A través de la correspondencia de las emociones que alteran a cada órgano tenemos que:

  • Al hígado y a la vesícula biliar los altera el estrés, la crispación, los disgustos, la amargura y los traumas emocionales.
  • Al intestino delgado y el sistema cardiocirculatorio los afecta la ansiedad, la preocupación, la falta de amor y el narcicismo emocional.
  • Al estómago y al bazo páncreas los altera la duda y la obsesión.
  • Al pulmón y al intestino grueso los altera la tristeza, a melancolía y la culpa.
  • Al riñón y a la vejiga los altera el miedo y la desesperanza.
  • El útero y la próstata se ven alterados por la desvalorización y el miedo a no ser amado.

En este vídeo te explicaremos ampliamente los síntomas propios de cada víscera que se producen por alteraciones emocionales, las zonas de la espalda que se ve alterada por cada uno de los órganos que mencionamos y la clave para tratar estos problemas.

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comentarios (1)

Comentario

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quiero alistarme ,parece que el sistema no me permite o acepta cuando ingreso que soy de Estados Unidos me pide nombre de provincia sin embargo rebota la informacion me pueden ayudar como poder abrir la sesion,gracias

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