Esguince de tobillo. 5 mentiras que te has creido sobre sus causas y tratamiento

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    Iñigo Junquera
    Fisioterapeuta / Terapia manual y RPG

    He estudiado mucho, he leído muchos libros, he analizado y reflexionado hasta la saciedad, he tratado siempre de profundizar con espíritu crítico.... y con el paso del tiempo, cada vez creo que el cuerpo, la naturaleza y la vida son muuuucho más grandes de lo que ninguna persona o ciencia sean nunca capaz de conocer y analizar.

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Los esguinces de tobillo son las lesiones más comunes que aquejan al aparato locomotor, la mayoría de las personas que sufren de esta lesión se recuperan sin requerir una intervención quirúrgica. 

Muchas personas tienen ideas falsas o erróneas sobre la aplicación de hielo, inmovilizaciones y restricción del movimiento, y creen solucionar o mejorar la lesión con ello, siendo más bien perjudiciales en el proceso de recuperación.

En este artículo te mostramos 5 mentiras que has creído sobre el esguince de tobillo:

Es muy importante colocar hielo las primeras horas

Esta afirmación es relativa, en ocasiones la aplicación de hielo suele ser efectiva en procesos inflamatorios en los que existe una mayor hinchazón y presencia de calor, al hablar de mayor se hace referencia a un estado exagerado de inflamación que realmente entorpece la recuperación del tejido dañado o lesionado.

En procesos agudos o recientes es necesario debido a que es una respuesta del organismo para lograr recuperar y regenerar los tejidos lesionados, por lo que la aplicación del hielo suele ser contraproducente, retardando el proceso fisiológico del organismo. 

Lo mejor es inmovilizar con vendaje o férula

La mejor opción para la recuperación de un esguince de tobillo es el movimiento, por lo que el uso de un vendaje funcional o una férula es perjudicial para la recuperación.

"La mejor opción para la recuperación de un esguince de tobillo es el movimiento."

Esto se debe a que los tejido necesitan del movimiento para lograr reconstruirse o regenerarse de forma adecuada, si por el contrario el tobillo se recupera en un periodo de inmovilización la información que llega a este segmento a la hora de reconstruirse es incorrecta porque la información regenerativa en base al movimiento se pierde, no sabe qué debe hacer y cómo debe hacerlo para lograr reconstruir esas nuevas fibras creando alteraciones en la propiocepción, en la musculatura, en la estabilidad y el proceso de recuperación se hace mucho más lento.

Los primeros días es recomendable no pisar 

Muchas personas creen que el pisar no es recomendable posterior a un esguince de tobillo, pero la realidad es que el no hacerlo genera consecuencias en la propiocepción, la estabilidad, en el proceso de recuperación y de inflamación.

Por lo que por el contrario el pisar o caminar es una actividad que en vez de perjudicar favorece el proceso de recuperación y de reabsorción de la inflamación de forma natural, sin generar consecuencias posteriores. 

La recomendación de no pisar es posible que se realice cuando un esguince es realmente severo, en los casos más sencillos esta actividad debe realizarse desde el día 1 de la lesión.

No se debe tocar hasta que no pasen 10 días

El esguince debe ser tratado desde el el día 1 de la lesión y parte de este tratamiento es el masaje de drenaje linfático que ayuda a esos líquidos acumulados a salir, de esta forma el hematoma causado por la lesión no se concentra en la zona del tobillo únicamente, permitiendo que el proceso de recuperación se acelere y sea mucho más rápido.

"El esguince debe ser tratado desde el el día 1 de la lesión."

Cuanto más grave es el esguince de tobillo peor se cura

La gravedad de un esguince de tobillo viene dada de acuerdo al grado del esguince, pero el dolor no tiene que ver con el grado de lesión, es decir si por ejemplo es un esguince grado 3 no va a doler más que un esguince grado 1.

El dolor que genera el esguince es un dolor químico, producto de las sustancias inflamatorias que se comienzan a drenar posterior a la lesión y que provocan dolor y compresión de las raíces nerviosas en la zona afectada y por ende la manifestación dolorosa.

 

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