La alimentación del deportista debe estar compuesta por todos los nutrientes que los alimentos aportan al organismo para lograr tener un desempeño óptimo.
Cuando se presentan las primeras competiciones es importante que los deportistas tengan meses de antelación para lograr preparar el organismo ante tal ejercicio, este entrenamiento debe ser constante para lograr la adaptación. De manera que en un inicio las pruebas de competición serán pruebas cortas a las que el individuo se encuentre adaptado, sin sobrevalorar la condición física.
La ejecución de una prueba de competición sin preparación previa, puede tener consecuencias graves, como lesiones.
“La alimentación del deportista debe estar compuesta por una gran variedad de nutrientes.”
Cuando se inician los retos de competición la alimentación no debe variar de forma repentina, esta se debe ir adaptando y mejorando de forma progresiva, las necesidades nutricionales en un comienzo no se ven alteradas, pero si es necesario mejorar la calidad de la alimentación e introducir de forma regular la hidratación. También es importante entender que las comidas no son un premio de acuerdo al ejercicio realizado y que el sudar mucho mas no implica gastar mas energía.
Durante las primeras competiciones las estrategias nutricionales en los días previos a la primera competición específicamente entre 1-2 días previos se debe aumentar los hidratos de carbono, moderar un poco las proteínas y disminuir las grasas, de tal forma que los depósitos de glucógeno muscular aumenten y se tenga la energía suficiente para afrontar ese reto, también se debe aumentar el consumo de agua diario. Por otro lado debe existir el confort digestivo donde no se creen molestias a lo largo de estos días, por lo que no se debe consumir nada nuevo esos días y evitar la cantidad de fibra en la alimentación, así como evitar las comidas pesadas y moderar el consumo de cafeína y alcohol.
El día de la primera competición es un día donde posiblemente atacan los nervios y alteran el sistema gastrointestinal por lo que la última comida debe ser 3 horas antes de la prueba, el contenido de ella debe ser alto en hidratos de carbono sin exceso de fibras y de fácil asimilación. Por lo que no se debe llenar en exceso, sino más bien mantenerse hidratado con unos 2-3 vasos en las horas previas a la competición.
Durante la prueba es importante no olvidar la hidratación pero poco a poco, evitando tomar cosas nuevas, y compitiendo en la medida de tu posibilidades y siempre disfrutando lo que haces.
Luego de la competición lo más adecuado es no ingerir alcohol ni embutidos, es importante recuperarse, recargarse y regenerarse luego de la competición en conjunto con una ingesta de proteínas e hidratos de carbono.
Estas son algunas de las cosas a tener en cuenta sobre todo cuando se inicia en estos retos de competición, que permitirán marcar la diferencia en tu estado de salud y en las ganas de continuar realizando esa disciplina deportiva.