La selección del abordaje terapéutico para la curación de esta afección va a variar dependiendo de la etapa en la que se encuentre el síndrome del túnel o seno del tarso. Por un lado, si el diagnóstico ha sido temprano, el síndrome responde muy bien al abordaje conservador, mientras que un diagnóstico tardío puede requerir un tratamiento quirúrgico inmediato, esto con la finalidad de evitar que se produzcan mayores daños a las ramas del tibial posterior que discurren por el túnel del tarso.
¿Cuál es el abordaje terapéutico conservador del síndrome del seno del tarso?
Las cirugías suelen ser muy complicadas por ello, en la mayoría de los casos los especialistas en el área se orientan más hacia el abordaje conservador, que hacia el quirúrgico para tratar esta afección. Las estrategias terapéuticas no invasivas son variadas y van a ser seleccionadas según las características y factores causales de cada caso.
Descanso
En muchos casos es necesario restringir temporalmente el movimiento del pie para ayudar a acelerar la recuperación del pie durante el tratamiento y promover la reparación del nervio y el tejido circundante que en este síndrome están irritados, para eso se indica el uso de inmovilizadores temporales como férulas o zapatos especiales.
Pérdida de peso
El exceso de peso corporal puede afectar la biomecánica del pie y contribuir a la compresión nerviosa de las ramificaciones que circulan por el canal del tarso. Por ello es importante mantener un índice de masa corporal sano, a través de una correcta alimentación y entrenamiento físico.
Órtesis y aparatos ortopédicos
Si existen alteraciones en el posicionamiento y la alineación del pie, puede resultar beneficioso el uso de plantillas ortopédicas que corrijan la desalineación presente y mejoren la pisada, generalmente están diseñadas para elevar el arco plantar, sobre todo en pacientes con pie plano. Sin embargo, otras alteraciones pueden estar relacionadas con el origen del síndrome como el pie cavo, talón en valgo o varo. El diseño de órtesis y aparatos ortopédicos está enfocado en limitar el movimiento excesivo y anormal que puede causar compresión sobre el nervio tibial y así lograr reducir la sintomatología asociada.
Fisioterapia
Independientemente del factor causal asociado, el desbalance muscular siempre está presente en esta enfermedad, ya sea porque se trata del factor causal principal o que se desarrollaron producto de otros factores del desbalance ocasionado por otras causas (gangliomas, tumores, varices o secuelas de otras lesiones). En este caso la fisioterapia puede corregir los desbalances musculares presentes mediante el entrenamiento terapéutico, que generalmente involucran al músculo tibial posterior y a la musculatura intrínseca del pie.
Independientemente del factor causal asociado, el desbalance muscular siempre está presente en esta enfermedad, por lo que la fisioterapia es necesaria..."
Además, dependiendo de los síntomas y las molestias que refleje el paciente, el fisioterapeuta va a seleccionar las técnicas y herramientas terapéuticas para acelerar el proceso de curación del tarso y mejorar la funcionalidad y calidad de vida del paciente afectado, algunas de las modalidades más usadas son: movilización aumentada de tejidos blandos, ultrasonido, ejercicios de movilización del tejido nervioso (Neurodinamia), electroterapia, crioterapia, Kinesiotaping, punción seca entre otras.
Terapia de inyecciones
Los medicamentos antiinflamatorios son una de las medidas conservadoras más indicadas por los médicos, si estos en combinación con las medidas conservadoras anteriormente mencionadas no surten efecto en el alivio de las molestias del síndrome, se indica una terapia de inyección como último recurso, antes de pensar en una cirugía. Esta terapia consiste en la inyección en las adyacencias del nervio comprimido de un anestésico local o de corticosteroides para controlar la inflamación y el dolor.
¿Cuál es el abordaje terapéutico quirúrgico del síndrome del seno del tarso?
Cuando la causa no puede ser resuelta mediante un procedimiento conservador y cuando las medidas conservadoras aplicadas durante mínimo 6 meses, no logran surtir el efecto deseado, la cirugía es la única opción para curar efectivamente el síndrome del túnel del tarso. El procedimiento y la técnica quirúrgica aplicada por el cirujano va a variar dependiendo de la causa, sin embargo, el objetivo principal es la reducción de la compresión nerviosa presente.
En la actualidad, los abordajes quirúrgicos para curar esta enfermedad son mínimamente invasivos, esto para garantizar la menor probabilidad de complicaciones posquirúrgicas..."
En la actualidad, los abordajes quirúrgicos para curar esta enfermedad son mínimamente invasivos, esto para garantizar la menor probabilidad de lesiones o complicaciones posquirúrgicas como la formación de fibrosis posquirúrgica; estos procedimientos son realizados desde la parte trasera del tobillo o desde la zona lateral del tobillo. En la cirugía el médico realiza una incisión en el retináculo flexor y, además, también puede eliminar quistes, así como espolones óseos, tumores u otros tejidos que estén reduciendo el espacio por donde circula el nervio. Una vez resuelto el factor causal del síndrome del túnel del tarso, es necesario rehabilitar las estructuras operadas, para evitar la formación de adherencias y recuperar la flexibilidad, fuerza y las funciones de tobillo.