En este vídeo se aportan los diferentes tipos de nutrición, dieta y consejos alimentarios para tratar diferentes problemas de espalda que son consecuencia de una candidiasis crónica o candidiasis intestinal. Se citan los diferentes factores que se añaden a una mala alimentación para favorecer esta candidiasis como son el estrés, otros factores emocionales y el abuso sobre todo de antibióticos.
¿Qué es Candidiasis Crónica?
La candidiasis es una infección causada por una levadura de la familia de las Cándidas. Existen unas 150 especies de cándidas distintas, sin embargo, parece ser que la cándida más estudiada hasta ahora, la que más abunda en nuestro organismo y de la que más se sabe, es la Cándida albicans.
Las levaduras están presentes en nuestro organismo desde poco después de nacer y viven en armonía con nosotros. Se encuentran en la piel, y en el aparato digestivo y geritourinario. Su función es mantener un pH sano, sirven de alimento y equilibrio para nuestra flora, absorben metales pesados para evitar que éstos entren en cantidades peligrosas a la sangre, y nos ayudan a degradar restos de carbohidratos mal digeridos.
La flora intestinal y vaginal junto con el sistema inmunitario nos ayudan a mantener estas levaduras bajo control. Sin embargo, existen una serie de factores que pueden afectar negativamente este sistema de control de nuestro organismo, causando un crecimiento excesivo de estas levaduras y por consiguiente, la enfermedad.
Cuando hablamos de la candidiasis es de vital importancia diferenciar entre dos grandes grupos de personas que la sufren.
Por un lado, está el grupo de aquellos individuos que han sido diagnosticados. Éstos incluyen, principalmente, personas con cándidas vaginales y/u orales; las que sufren de enfermedades autoinmunes; las que están recibiendo quimioterapia; y las que sufren de diabetes. En estos casos, la manifestación candidiásica es muy clara. Sin embargo, los tratamientos médicos únicamente se encargan de “calmar” los síntomas, pero no de resolver el problema definitivamente. Esto hace que los síntomas vuelvan a aparecer intermitentemente, tal vez de por vida.
Por otro lado, está el grupo de personas no diagnosticadas, que suele ser la mayoría de las que sufren de candidiasis crónica. Este grupo se caracteriza por presentar una sintomatología muy extensa, confusa, cíclica y recurrente, pero, sin embargo, las analíticas y pruebas de laboratorio suelen ser normales. Estas personas pueden llevar una vida relativamente normal, a pesar de que siempre se sienten por debajo de sus posibilidades. Debido a esta falta de diagnóstico, y, por consiguiente, a la ausencia de tratamiento, la candidiasis suele hacerse crónica.
Causas de la Candidiasis Crónica
Las causas más comunes del desarrollo de la candidiasis son:
- Exceso de azúcares o carbohidratos refinados en la dieta: El consumo de estos productos es un factor principal para el desarrollo de la candidiasis, ya que tanto el azúcar como los carbohidratos refinados aumentan desproporcionadamente los niveles de glucosa en la sangre, uno de los alimentos favoritos de las cándidas.
La glucosa es uno de los alimentos favoritos de las cándidas, de hecho, uno de los problemas más comunes que sufren las personas con candidiasis son las hipoglucemias o “bajones de azúcar”. Esto es debido a que las cándidas obtienen su alimento, tanto a través de los azúcares y glucosa que directamente consumimos, como a través de nuestra propia glucosa de la sangre.
Una persona que durante años ha consumido productos dulces y refinados está más predispuesta a desarrollar candidiasis, sobre todo si además entran en juego otros factores, como los que se exponen más adelante
- Consumo continuo de agua del grifo: El agua de grifo contiene gran cantidad de sustancias nocivas para la salud que destruyen la flora intestinal y debilitan el sistema inmunitario. Por estas razones, es aconsejable beber agua mineral embotellada, y preferiblemente, se recomienda ir cambiando de marca, con el fin de variar las cantidades de minerales que contienen las diversas aguas embotelladas.
- Uso de antibióticos, corticoides y hormonas sexuales sintéticas:
- Estos tres tipos de fármacos, sobre todo los antibióticos y los corticoides, han salvado muchas vidas en numerosísimas ocasiones. Sin embargo, están siendo utilizados exageradamente por la profesión médica. Los antibióticos, por ejemplo, se prescriben para tratar gripes, cuando se sabe que este tipo de fármaco no actúa sobre los virus. La razón detrás de eso es evitar las infecciones bacterianas que pueden aparecer durante un proceso gripal. Incongruentemente, nunca se aconseja eliminar el azúcar o un exceso de alimentos dulces, los cuales alimentan a las bacterias responsables de dichas infecciones. Por supuesto que tratar, evitar o aliviar ciertas enfermedades con la alimentación no es tan rentable para la industria farmacéutica como vender medicamentos. Las compañías farmacéuticas son la principal fuente de información de los médicos, y, a su vez, éstas dependen de ellos para hacer crecer su negocio. No es de extrañar que la mayoría de los médicos no sepan que el dulce alimenta las bacterias. Los antibióticos afectan negativamente el equilibrio interno de la persona haciéndola más propensa a enfermedades crónicas. Los corticoides actúan deprimiendo el sistema inmunitario y las hormonas sexuales sintéticas destruyen nutrientes vitales para la salud del sistema inmunitario.
- Embarazo: Durante esta etapa los niveles de la hormona progesterona aumentan, lo que induce a las glándulas endometriales a producir glucógeno que favorece el crecimiento de las cándidas vaginales. Por otro lado, unos niveles altos de progesterona pueden provocar resistencia celular a la insulina. Esta hormona es necesaria para bajar los niveles de glucosa de la sangre. Éste es uno de los motivos por lo que algunas mujeres, durante el embarazo, desarrollan “diabetes del embarazo”. Por otro lado, y como ya hemos visto antes, la glucosa alimenta a las cándidas.
- Estrés continuo: El estrés pone en marcha el sistema nervioso autónomo (SNA) y las glándulas suprarrenales (situadas encima de los riñones). Estas glándulas producen diversas hormonas que entre otras funciones, nos ayudan a enfrentarnos a situaciones de adaptación (estrés) que la vida exige. Si el organismo sufre de estrés prolongado, las glándulas suprarrenales serán estimuladas para producir cortisol, que en exceso disminuye la capacidad inmunitaria del organismo, dando lugar a alergias e infecciones como la candidiasis.
- Inmunidad baja: Es de sobra reconocido por la profesión médica que las personas con enfermedades autoinmunes, o las que reciben tratamientos de quimioterapia, fácilmente desarrollan infecciones como la candidiasis.
Normalmente, cuando una persona desarrolla una candidiasis por una causa de un bajo rendimiento de su sistema inmunitario, es debido a un conjunto de varias causas. No es de extrañar, ver como una persona después de pasar un par de meses de mucho estrés, haberse alimentado mal, descansado poco y no haber hecho ningún tipo de ejercicio físico moderado, acabe desarrollando una infección, como una candidiasis. El sistema inmunitario es el encargado de controlar el crecimiento de las cándidas o de cualquier microorganismo que habite, regularmente y en armonía, con nosotros.
- Disminución de las secreciones digestivas: El ácido clorhídrico y enzimas digestivas se encargan de digerir, principalmente, las proteínas, carbohidratos y grasas. La incorrecta digestión de este tipo de alimentos puede causar putrefacción y fermentación intestinal respectivamente. Este fallo en la digestión genera sustancias irritantes para la mucosa intestinal, favoreciendo el desequilibrio de la flora intestinal y el crecimiento de las cándidas.
- Falta de nutrientes: Hoy en día, estamos sobrealimentados, pero desnutridos, y aunque tengamos mucho cuidado con lo que comemos y cómo lo comemos, la mayoría de los alimentos que ingerimos no nos aportan los nutrientes necesarios para conseguir un equilibrio bioquímico. O sea, casi seguro corremos el riesgo de estar desnutridos si no tomamos suplementos alimenticios. Por supuesto, sin ellos podemos sobrevivir perfectamente, pero no se trata de sobrevivir sino de vivir con una salud óptima, y para ello es vital que acompañemos nuestra dieta con suplementos nutricionales.
- El sistema inmunitario, las secreciones digestivas, el equilibrio de la glucosa y otros factores de vital importancia para el control de las cándidas, necesitan una variada y abundante cantidad de nutrientes para mantenernos equilibrados.
Síntomas de la Candidiasis Crónica
Los síntomas son numerosos y muy variables, los más frecuentes son los siguientes:
- Deseos de comer carbohidratos (pan, pasta, azúcares, bollería, etc.)
- Fatiga o somnolencia
- Mala memoria
- Dolor de cabeza o migraña
- Dolor muscular
- Dolor abdominal
- Estreñimiento y/o diarrea
- Distensión abdominal o gas intestinal
- Quemazón, picor o flujo vaginal
- Falta de deseo sexual
- Irregularidades menstruales y/o calambres menstruales
- Tensión premenstrual
- Picores o sarpullidos crónicos
- Indigestión o acidez
- Intolerancia a ciertos alimentos
- Picor anal
- Laringitis, afonía
- Necesidad frecuente de orinar
Además este problema puede provocar diversos problemas de espalda como se explica en el siguiente vídeo
Otros posibles síntomas pero menos frecuentes son:
- Intolerancia al humo de los cigarrillos
- Depresión
- Sensación de “irrealidad” o de “flotar”
- Incapaz de tomar decisiones
- Sensación de quemazón, hormigueo o entumecimiento
- Debilidad muscular o parálisis
- Dolor o inflamación de las articulaciones
- Ataques de ansiedad o llanto
- Manos y pies fríos y/o sensación de frío
- Irritabilidad
- Incapacidad para concentrarse
- Cambios de humor frecuentes
- Insomnio
- Mareo o pérdida del equilibrio
- Sensación de presión en los oídos
- Entumecimiento u hormigueo
- Mucosidad en las heces
- Boca o garganta seca
- “Ronchas” o costras en la boca
- Mal aliento
- Persistente mal olor corporal que no desaparece al lavarse
- Congestión nasal
- Picor nasal
- Dolor de garganta
- Tos o bronquitis recurrente
- Dolor o presión en el pecho
- Ahogo o dificultad al respirar
- Puntos en la visión o visión errática
- Picor o sensación de quemazón en los ojos u ojos llorosos
- Frecuentes infecciones de oído o supuración de oídos
Existen ciertas enfermedades y desequilibrios relacionados con la candidiasis crónica. Éstos son:
- Enfermedad de Crohn
- Colitis
- Síndrome del intestino irritable
- Artritis reumatoide
- Lupus
- Esclerosis múltiple
- Fibromialgia
- Síndrome de la fatiga crónica
- Hipotiroidismo
- Hipoglucemia
- Depresión y estados de ansiedad
- Anemia
- Alergias
El perfil típico de una persona con candidiasis crónica sería:
Síntomas generales:
- Cansancio
- Malestar general
- Dolor muscular y de articulaciones
- Hinchazón abdominal
- Diarrea y/o estreñimiento
- Depresión
- Irritabilidad
- Incapacidad para concentrarse
- Reacciones alérgicas
- Molestias vaginales (irritación, quemazón, picor)
- Dolores de cabeza
Historial clínico actual y pasado
- Frecuentes infecciones (vaginales, oídos, anginas) tratadas con antibióticos
- Uso de la píldora anticonceptiva o tratamiento hormonal sustitutivo
- Uso de corticoides para tratar problemas de oídos, piel, alergias o dolores artríticos
- Épocas de estrés muy fuerte
- Dieta, durante años, alta en carbohidratos refinados (pan, pasta, arroz blanco, etc.), azúcar, café, refrescos, alcohol, bollería confitería o pastelería. Por otro lado, baja en proteínas
- Inactividad física y pocas horas de sueño durante años
Afecciones o trastornos asociados
- Síndrome premenstrual
- Psoriasis
- Síndrome del Intestino Irritable
- Hipotiroidismo
- Ansiedad
- Depresión
Tratamiento de la candidiasis crónica
La candidiasis intestinal se trata de una infección por hongos que tiende a la cronicidad. Se dice que por cada año de antigüedad que uno esté padeciendo síntomas relacionados con la candidiasis crónica, tu tratamiento va a tener una duración de 1 mes.
Primera fase
De forma genérica va a durar 1 mes y va a consistir principalmente en lo siguiente:
- Dieta estricta con restricción de hidratos de carbono de absorción rápida –azúcares, bollería, galletas, magdalenas, cruasanes, bebidas edulcoradas, frutas dulces como uvas pasas, higos y ciruelas, harinas refinadas, pan blanco, pasta, arroz blanco, patata– y de chocolate, naranjas y lácteos.
- Debes consumir una dieta rica en todo tipo de verduras, proteínas de buena calidad, hidratos de carbono de absorción lenta (cereales y arroz integral), legumbres y frutos secos. En general, debes evitar las frituras, los aditivos y los conservantes.
- Si sufres de problemas de digestión puedes consumir clorhidrato de betaína 5 o 10 minutos antes de comer, para facilitar la producción y el aumento de ácidos grasos.
- Para facilitar el debilitamiento del hongo puedes mezclar a partes iguales las siguientes plantas medicinales: orégano, tomillo, diente de león, cola de caballo, agrimonia, zaragatona, manzanilla y tila. Debes ingerir 3 veces al día una infusión realizada con la mezcla de estas plantas.
- Para ayudar con el proceso depurativo del hígado puedes consumir la siguiente mezcla de aceites: 700 ml de aceite de oliva virgen extra con 200 ml de aceite de girasol y 100 ml de aceite de lino. Debes almacenarlo en una botella de cristal y mantenerlo refrigerado, no debes cocinar con él.
- Puedes empezar a tomar algún tipo de complejo multivitamínico.
De forma más pormenorizada la dieta antifúngica sería esta:
Alimentos y bebidas que se deben eliminar:
- Azúcares y cualquier comida o alimento con sabor dulce. Los azúcares incluyen azúcar blanco y moreno, miel siropes, malta, dextrosa, glucosa, sucrosa, sacarina y lactosa.
- Levadura y toda la comida que la contenga o que sea derivada de ésta. La levadura incluye el pan, comida rebozada, pizzas, cubitos para el caldo, glutamato monosódico (que se encuentra en la comida china), vitaminas hechas de levadura, soja disecada.
- Malta y productos de malta que se encuentran en productos como cereales de desayuno, bebidas de cereales y otros sustitutos del café.
- Productos lácteos
- Productos fermentados como bebidas alcohólicas, vinagre, salsa de soja, picles, salsas de ensalada, miso, tempeh y yogures en general.
- Fruta y zumos de fruta.
- Fruta seca (pasas, higos, ciruelas secas, etc).
- Cacahuetes y pistachos.
- Champiñones y setas, patatas, calabaza y boniatos.
- Té y café (incluido el descafeinado).
- Especias muy picantes.
Alimentos y bebidas que se pueden tomar:
- Carne roja y blanca. Siempre mejor carne biológica ya que los antibióticos y las hormonas sintéticas son dos factores clave en el desarrollo de la candidiasis, y las carnes no biológicas contienen grandes cantidades de estos fármacos.
- Pescado. A pesar de que el pescado tiene mala fama debido a la contaminación del mar, indudablemente las ventajas de su consumo superan sus desventajas. El pescado, sobre todo azul, contiene un aceite (Omega 3) absolutamente necesario y beneficioso para nuestro organismo en general, pero especialmente para la mucosa intestinal y el sistema inmunitario.
- Huevos. Al igual que en el apartado de la carne, los huevos también deben ser biológicos para evitar ingerir los fármacos administrados a las gallinas y a los piensos con las que las alimentan.
- Algas. Se pueden usar en sopas, guisos, ensaladas o pasadas por la sartén. Se cocinan junto con las legumbres y ayudan a que éstas sean más fáciles de digerir.
- Vegetales (excepto los champiñones, setas, patatas, calabaza y boniatos). Los vegetales pueden ser consumidos crudos o ligeramente cocidos. Si se cocinan, es mejor hacerlo al vapor y en el menor tiempo posible. Han de quedar ligeramente crujientes.
- Legumbres. Las personas que no deseen comer proteínas animales, pueden optar por el consumo de legumbres mezcladas con cereales. Esta mezcla combina los siete aminoácidos esenciales que componen las proteínas necesarias para nuestra salud.
- Cereales. Mi consejo es que se consuman pocos cereales, porque éstos pueden producir fermentación y mucosidad en un intestino desequilibrado. Sin embargo, los que recomiendo, siempre en poca cantidad y de vez en cuando, son la quinoa, trigo sarraceno y amaranto. Éstos cereales que no suelen producir intolerancias, ni son tan irritantes como los demás cereales para el aparato digestivo.
- Frutos secos (crudos y sin salar) y semillas de calabaza, sésamo, lino y girasol. A pesar de la mala fama que tienen entre las personas que quieren adelgazar o hacer régimen, la realidad es que estos nutritivos y deliciosos alimentos no engordan.
- Tostadas (crackers) de centeno o amaranto, tortas de arroz o pan de almendras. Al igual que no recomiendo excederse en el consumo de granos y cereales, tampoco recomiendo utilizar las tostadas y tortas regularmente. Sin embargo, si se desean consumir con moderación, las tostadas de centeno y amaranto no son difíciles de conseguir y se mezclan muy bien con cualquier comida.
- Limón y aguacate. El limón se puede utilizar como sustitutivo del vinagre en las ensaladas, para hacer limonada natural o para darle sabor a los tés de hierbas.
- Leche de soja, arroz y avena. Estas leches pueden consumirse calientes o bien como refresco.
- Tofu y soja texturizada. Estos alimentos se pueden utilizar como sustitutivos de la carne o pescado.
- Aceites. El aceite de oliva se puede usar tanto para cocinar como en crudo mientras que el aceite de lino solamente debe consumirse en crudo ya que al ser un aceite muy inestable, su contacto con altas temperaturas y luz lo convierten en un aceite tóxico a nivel celular.
- Agua mineral embotellada.
- Especias (excepto las muy picantes porque pueden irritar aún más el intestino). El orégano es antifúngico: el jengibre, cilandro y comino ayudan el proceso de la digestión; la cúrcuma tiene propiedades antiinflamatorias.
- Infusiones de hierbas y té verde. Las infusiones pueden servir como un sustitutivo del café, además de que, al igual que las especias, nos aportan propiedades beneficiosas para el tratamiento de la candidiasis.
Segunda fase
Va a durar entre 1 a 4 meses y se va a caracterizar por ser la fase de ataque del hongo. Además de mantener la dieta anteriormente especificada, puedes consumir productos naturales anti fúngicos como el ajo e infusiones de la mezcla de tomillo, manzanilla amarga , artemisa, diente de león, orégano y cola de caballo, 1 cucharada de esta mezcla por cada infusión. Al menos 3 infusiones al día. También antifúngicos de herbolario como cándida forte o nutriexpore.
Tercera fase
A partir del 3er o 4to mes vas a empezar a consumir prebióticos para repoblar la flora intestinal y a introducir algunos de los alimentos restringidos como frutas dulces, arroz blanco, pasta, lácteos… manteniendo las infusiones y los antifúngicos.
Cuarta fase
Durante varios meses vas a mantener la dieta restringiendo sobre todo los hidratos de carbono de absorción rápida (los dulces y bebidas edulcoradas) y consumiendo algunas infusiones citadas.
Buena parte del contenido de este artículo está basado en el libro de Cala H. Cervera " la candidiasis crónica".