Si sufres de dolores en la Pelvis - Cadera Pierna, a continuación, te explicaremos algunas lesiones o patologías que pueden estar relacionadas con el dolor o el malestar en dicha región.
La pelvis, cadera y pierna son regiones importantes en el cuerpo humano en donde puede desarrollarse numerosas patologías o lesiones que desencadenan malestares o dolores en dichas zonas perjudicando de esta manera la calidad de vida de la persona que la padece, provocando así dificultad para que la misma pueda desenvolverse de manera satisfactoria en sus actividades cotidianas, laborales y sociales.
Existen gran variedad de patologías y lesiones que pueden estar relacionadas con el dolor en estas regiones, entre las cuales se encuentran fracturas de pelvis y de cadera, luxaciones, enfermedades congénitas, entre otras alteraciones.
Una mujer de 88 años quedó con un brazo izquierdo roto y una lesión grave en la cadera izquierda después de que un extraño la agarrara por el trasero al azar en Brooklyn esta semana y la tirara al suelo, dicen las autoridades. https://t.co/HhXEcqxs2G
— Telemundo 47 (@Telemundo47) July 1, 2022
La bursitis trocantérea es una de las patologías típicas de la cadera que afecta la salud, se trata de la inflamación de la bolsa sinovial trocantérea.
Clínicamente esta patología produce posee síntomas de inflamación y dolor en la región glútea y lateral de la cadera, la cual se ve agravada por infinidad de factores como la abducción activa de la cadera, una sedestación prolongada, subir y bajar escaleras y posición de decúbito lateral sobre el lado que se encuentra perjudicado.
Se trata de una patología que afecta indistintamente a mujeres y a hombres entre los 40 y los 60 años de edad, sin embargo, existe un predominio en el género femenino siendo de 3 a 1 frente a los hombres. A nivel deportivo es más frecuente en los porteros de fútbol o en los corredores de larga distancia la prevalencia de personas con dolor de cadera por bursitis trocantérica es de un 24% de mujeres y un 90% en hombres.
Esta patología es causada debido a movimientos repetitivos o posicionales que ejercen presión sobre las bolsas sinoviales de la articulación, otras de las causas también asociadas a esta alteración puede ser lesiones o traumatismos de los músculos o tendones cercanos. Es muy frecuente que está afectación comience sin un claro traumatismo, a través de la acción diaria muscular, generando así microtraumatismos de repetición gracias a la fricción que se produce en el tensor de la fascia lata y la cintilla iliotibial sobre el trocánter mayor y la bolsa sinovial.
A través de este vídeo te daremos más información acerca de esta patología de cadera.
Cuando nos referimos a luxación de cadera estamos hablando de la separación de los huesos que pertenecen a dicha articulación, en este caso es el fémur y el hueso coxal.
Las luxaciones traumáticas de cadera suponen entre el 2 al 5% de todas las luxaciones…
Son normalmente consecuencia de traumatismos de alta energía y a menudo están acompañadas de otras lesiones, hasta el 95% de las que acontecen en accidentes de tráfico están asociadas con otra lesión del aparato locomotor.
En la mayoría de los casos de luxación de cadera se produce debido a un accidente de tráfico, otros mecanismos son caídas, accidentes en el ámbito laboral y deportivo. Los pacientes con alteraciones de los tejidos conectivos como aquellos que sufren de síndrome de Down pueden ser más propensos a sufrir este tipo de lesión.
La posición de la cadera, la dirección del vector de fuerza y la anatomía del paciente, son factores que influyen en el resultado de la lesión...
El mecanismo típico de la lesión posterior es un accidente con desaceleración, en donde las rodillas chocan contra el picadero con la rodilla y las caderas flexionadas.
Las principales complicaciones de salud que puede proporcionar una luxación de cadera es la necrosis avascular de la cabeza femoral, artrosis, una lesión neurológica, calcificaciones e inestabilidad articular.
Una fractura es una pérdida de continuidad de un hueso donde se produce una rotura o separación del mismo, en la cadera es una rotura de la parte superior del hueso fémur.
Los pacientes que sufren de fractura de cadera pueden padecer serias complicaciones que van desde distintos grados de discapacidad hasta una completa pérdida de su independencia.
La presentación clínica característica se presenta a menudo en el paciente de avanzada edad, sobre todo en género femenino con un grado variable de demencia y que refiere haber sufrido una caída, golpeándose sobre una de sus caderas.
De manera común el paciente puede presentar síntomas como dolor severo en la cadera afectada y posee dificultad e imposibilidad para caminar…
Cuando se realiza un examen se encuentra que la extremidad afectada se encuentra cortada y en rotación externa, el paciente además de ello suele presentar dolor localizado sobre la cadera y movilidad limitada para realizar la rotación y flexión tanto pasiva como activa.
En la mayoría de los pacientes con este tipo de lesión se requerirá una intervención a través de cirugía, seguida de una movilización precoz que es esencial para evitar las complicaciones asociadas con el reposo prolongado en la cama que perjudican la salud.
La osteoporosis, además de ser un factor de riesgo importante, es factor que contribuye ya que disminuye la resistencia de los huesos y por lo tanto, facilita que ocurra una fractura de cadera. Los principales factores de riesgo para sufrir es una historia de fractura de cadera materna, exceso de consumo de cafeína, bajo peso corporal, inactividad física, estatura alta, fractura de cadera previa, uso de psicotrópicos, demencia y discapacidad visual.
Las fracturas de pelvis son producidas debido a traumatismos de alta energía y conllevan en gran parte de los casos a un gran número de lesiones asociadas, no solo a nivel musculoesquelético sino también craneales, abdominales y torácicas.
Debido a la complejidad de este tipo de lesión posee diferentes clasificaciones que radican en numerosos factores anatómicos, bioquímicos, clínicos y pronósticos. Estas normalmente se clasifican en Tipo A, las cuales son menos complejas, tipo B y tipo C que resultan las más incapacitantes y requieren obligatoriamente tratamiento a través de cirugía, todas estas se dividen en tres subgrupos correspondientes.
A través de este vídeo obtendrás más información acerca de este tipo de fracturas.
Los isquiotibiales son tres músculos que recorren desde la articulación de la cadera hasta la rodilla y que insisten en la extensión de la primera y en la flexión de la segunda respectivamente, el músculo semitendinoso, semimembranoso y bíceps crural forman parte de este grupo muscular.
Cuando nos referimos a distensión de isquiotibiales, estamos hablando acerca del estiramiento anormal de estos músculos donde incluso se puede producir un desgarro de la musculatura.
Obtén más información acerca de esta lesión que afecta la región de la pelvis, cadera y pierna, échale un vistazo a este video.
Las lesiones musculares pueden ocurrir de manera frecuente en las actividades diarias de rutina y son más probables de ocurrir cuando se produce un ejercicio excesivo. Asumiendo que la tensión contribuye a la lesión y puesto que la tensión surge en movimientos normales, esta alteración se relaciona de manera específica cuando la tensión de la fibra muscular, tejido conectivo y sus superficies de contacto se hace realmente excesiva.
Una lesión de los isquiotibiales puede ser producto de una fractura por avulsión de la tuberosidad isquiática esta suele producirse como consecuencia una reacción violenta de la cadera con la rodilla en extensión. De igual manera, se puede producir también debido a una contracción rápida y explosiva de estos músculos mientras que la cadera se encuentra flexionada con la rodilla extendida, elevando la cadera hacia extensión y flexionando la rodilla.
Las lesiones más comunes ocurren en deportes que requieren movimientos de velocidad de rápida aceleración, como en el caso del rugby, fútbol, tenis y baloncesto..
Un apropiado calentamiento, fatiga muscular, lesión previa, desequilibrio en la fuerza muscular y poca flexibilidad, también ha sido correlacionadas con esta alteración, por ejemplo, se ha encontrado que jugadores de fútbol tienen desequilibrio de fuerza entre este grupo múscular y el cuádriceps, siendo la fuerza de los isquiotibiales de menos del 60% en comparación con la del cuádriceps.
La enfermedad de Legg-Calvé-Perthes se define como un proceso autolimitado de eventos en cascada de diferentes grados de necrosis que afecta la epífisis femoral capital juvenil. Se produce debido a una isquemia de origen desconocido, está inicia con un período de isquemia que causa necrosis de la cabeza femoral inmadura, lo cual lleva a su fragmentación, a fractura subcondrales por estrés que inicia con periodo clínico para así pasar por un periodo de absorción, o sea remodelación de la cabeza femoral dejando como secuela alteraciones de la longitud de la extremidad y enfermedades.
Obtén más información acerca de la necrosis y como puede suceder a través de este video.
A lo largo de los años se han producido numerosos estudios que intentan identificar la etiología de esta enfermedad celular e incluso hasta la fecha es aún desconocida su causa directa.
La isquemia la epífisis femoral capital, la cual produce una necrosis en la cabeza femoral los autores la asocian con algunos padecimientos que pueden contribuir a la obstrucción del aporte sanguíneo capital cefálico como la sinovitis transitoria traumatismo, congestión venosa local, aumento de la viscosidad sanguínea y trombofilia, sin embargo, están de acuerdo en que ocurre un bloqueo de la circulación en el extremo proximal femoral.
La isquemia en la epífisis del fémur produce necrosis de la cabeza femoral inmadura…
La principal determinante es la arteria circunfleja femoral, la cual es la principal fuente de suplemento sanguíneo para la cabeza femoral en adultos, no obstante, en los niños este aporte se da gracias a los vasos cervicales laterales ascendentes, los cuales son muy vulnerables y fácilmente puede bloquearse durante el crecimiento por su posición anatómica en esta época de la vida.
La presentación de esta enfermedad suele ser muy insidiosa y poco clara, se inicia comúnmente en chicos de 4 a 8 años de edad, los padres notan claudicación al caminar, muy pocas veces saben cuándo inició el dolor.
Cuando se realiza la palpación al paciente para diagnosticar esta enfermedad se puede encontrar contractura en los músculos aductores, así como en el psoas ilíaco. Cuando se trata de palpar la cabeza femoral se puede causar dolor. Se realizan estudios de imagen como gammagrafía ósea, ultrasonido, artrografía y la resonancia magnética.
La displasia de cadera se trata de una lesión que se produce en niños donde el espectro de enfermedades varía de una ligera incongruencia entre las superficies articulares del ilíaco y el fémur, lo que produce un desgaste prematuro la articulación, hasta la situación más grave cuando la cabeza femoral se encuentra fuera del acetábulo lo cual provoca un sinfín de alteraciones colaterales, como es la desviación de la columna, el acortamiento de la extremidad en un área importante, deformidades en las rodillas y en la cadera contralateral, sumado a dolores.
La displasia de cadera anteriormente era conocida como una luxación congénita de cadera, la cual integra anormalidades anatómicas que afectan la articulación coxofemoral del niño como la mala posición de la cabeza femoral.
Para diagnosticar esta alteración se debe realizar una exploración física, realizando la prueba de Ortolani y la maniobra de Barlow. En niños recién nacidos hasta los 3 meses de edad, estás pruebas son esencialmente importantes debido a que las radiografías no son totalmente confiables, por lo tanto, se puede decir que el diagnóstico de esta alteración a esta edad está basado prácticamente en la exploración física.
En niños de 3 a 6 meses de edad los resultados de la prueba de Ortolani y la maniobra de Barlow no son realmente confiables, sin embargo, con el desplazamiento de la cabeza femoral hacia afuera y hacia arriba, sufren de algunos signos físicos que tienen cierto nivel de evidencia como es el Signo de Galeazzi, que consiste en la asimetría de los pliegues en la cara interna de los músculos, así como una limitación en la abducción de cadera y acortamiento de la extremidad afectada.
La intervención médica estará indicada según el tipo de lesión y su causa.
En este video te explicaremos acerca de la intervención de este tipo de fracturas y sus respectivos cuidados.
El abordaje será conforme a la edad, en los recién nacidos y menores de 6 meses se suele recomendar el uso del arnés de Pavlik, el porcentaje de éxito es alrededor del 95% y sus complicaciones son mínimas.
En los niños de 6 a 18 meses de vida, el tamaño de este utensilio es insuficiente para mantener las caderas en la abducción, por lo tanto, se trabaja con férulas las cuales mantienen la cadera en flexión y abducción.
Al igual que ocurre en tratamientos médicos el tratamiento de la fisioterapia estará enfocado según el tipo de patología que se produzca en esta región. Un abordaje temprano permitirá que el paciente pueda evitar futuras complicaciones o que se produzca discapacidad.
Desde el punto de vista de la fisioterapia integrativa la intervención para lesiones a nivel musculoesquelético se basará en primer lugar en un abordaje local, es decir, en un tratamiento para trabajar la inflamación con el uso de crioterapia o diatermia en caso de que sea algo más crónico, la aplicación de agentes como la onda de choque y diferentes técnicas de masajes o técnicas manuales, aplicando un montón de herramientas para la zona donde se produce el dolor y así mejorar la salud del paciente.
Integrado a este tipo de protocolo de intervención se debe llevar una buena alimentación y gestión de emociones, debido a que hay numerosas patologías que pueden ser desencadenadas gracias a problemas que van más allá de lo físico y perjudican la salud.
Dependiendo del tipo de lesión que se produzca en esta región pueden ser prevenidas a través de diferentes medidas, como el fortalecimiento de la musculatura, el calentamiento adecuado (en el caso de distensión muscular) e infinidad de tratamientos o protocolos que pueden prevenir numerosas lesiones. Aunque si bien existen algunas alteraciones que no pueden ser prevenidas ya que son ocasionadas por accidentes traumáticos, una rehabilitación a edades tempranas proporciona al paciente una recuperación óptima, un desenvolvimiento de sus actividades de manera satisfactoria y evitar el surgimiento de lesiones futuras que perjudican su salud.