El riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) es mayor en personas que tienen una enfermedad cardíaca o mala circulación en las piernas, causada por estrechamiento de las arterias, de igual manera en personas que tienen malos hábitos como el tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, consumo de drogas, una dieta rica en grasa y falta de ejercicio.
Los pacientes con ACV comprenden de varias fases durante su recuperación: tumbado, sentado, de pie, en marcha, etc; para esta fase de la recuperación el paciente se encuentra capacitado para empezar a caminar.
¿Cómo sostener al paciente?
Evita tomar las palmas de la mano del paciente y evita tus malas posturas. Lo principal es darle estabilidad y confianza al paciente, así que aquí encontrarás 2 recomendaciones muy comunes.
Paciente lateralizado
Realiza la toma desde el miembro superior afecto, de esta manera le ayudarás con el peso al paciente y evitarás que se lateralice hacia el lado no afecto, de igual forma realizando esta toma podrás percibir si el paciente realiza el apoyo del talón completamente al caminar.
Paciente encorvado
Colócate detras de él, toma sus 2 manos, evita tocar sus palmas ya que esto activaría los receptores de las manos y volvería a cerrar los dedos, de esta forma tendrás la posibilidad de evitar que se crucen sus piernas.
¿Qué es lo más importante al caminar?
Lo más relevante es que el talón realice el apoyo en el suelo, es lo principal que debes cuidar al momento de practicar la marcha con un paciente que sufrió un ACV,
por otro lado, debes de tener en cuenta que la pierna afecta no se cruce con el lado no afecto.
La cadera debe tener un movimiento natural, por lo general la pelvis se queda atrás en cada paso que da y esto puede generar lesiones y una marcha inadecuada, lo que crea una inestabilidad en el paciente, por lo que te recomendamos colocarte por delante del él, tomarlo de la cadera y mantener equilibrada la misma.
Recuerda evitar los giros al inicio de estos ejercicios ya que requieren una mayor estabilidad y concentración, quizás para ti resulta fácil pero para el paciente es un esfuerzo grande. Trabaja siempre con la disposición del paciente y con su resistencia, si se siente agotado lo mejor es parar, si existe algún dolor acude con un profesional.