Rutina de ejercicios para la rectificación cervical

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    Yexenia Rojas Martinez
    Lcd. en Fisioterapia / Geriatría / Neurología

    Estudié la licenciatura en fisioterapia en la Universidad Arturo Michelena (UAM). Además, cursé una diplomatura en el área de fisioterapia neurológica y terapia manual ortopédica, avalada por FUNDACELAC, extensión de la Universidad de Carabobo (UC) buscando capacitarme y aprender mucho más del campo que me apasiona.

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La región cervical es una de las zonas que con mayor frecuencia genera dolencias musculares y articulares. Esto es motivado por el ritmo de vida actual, es decir, los niveles de estrés y el sedentarismo, sobre todo en la población de mediana edad. En muchos casos estos malestares vienen acompañados de un diagnóstico de rectificación cervical, por lo que en el siguiente artículo te explicaremos qué significa este problema y algunos ejercicios para mejorarlo. 

¿Qué es una rectificación cervical?

Nuestra columna vertebral está formada por cuatro curvaturas naturales en forma de “C”, las cuales se denominan lordosis cervical, cifosis dorsal, lordosis lumbar y cifosis sacrocoxígea. 

Se le llama rectificación cervical a la disminución en la lordosis fisiológica de la columna en dicha región, en la cual se reduce o pierde su curvatura natural. Esta alteración puede ser identificada a través de estudios de radiografía, en donde se logra evidenciar las vértebras dispuestas de forma recta.

Causas de la rectificación cervical

Generalmente, los hábitos con posturas corporales mantenidas durante mucho tiempo son los principales responsables de dar origen a un problema de rectificación cervical y a otro tipo de patrones en la postura corporal. Además de esto, dentro de las posibles causas que pueden estar vinculadas al origen de la rectificación cervical también se encuentran las siguientes:

  • Esguince o latigazo cervical
  • Tensión muscular por estrés
  • Impacto por actividades deportivas
  • Enfermedades reumáticas
  • Malformación congénita

Síntomas de la rectificación cervical

Algunos de los principales signos y síntomas que se pueden presentar asociados a la presencia de rectificación cervical son:

  • Dolor en la región cervical
  • Rigidez o limitación de la movilidad
  • Puntos gatillos en la musculatura del cuello (ECOM, trapecio, elevador de la escápula, etc)
  • Cefalea o dolor de cabeza
  • Mareos y vértigos
  • Sensación de adormecimiento y hormigueos que se extienden a los brazos

Por sí mismo, un diagnóstico de rectificación o inversión de la lordosis cervical no suele representar justificación para el origen de dolor cervical u otro tipo de molestias. De igual manera, si en tu caso presentas malestares asociados a este tipo de alteración en la alineación de la postura a continuación se plantea una rutina de ejercicios que te van a poder ayudar en el alivio de estos malestares. 

Consecuencias de la rectificación cervical

Las curvaturas naturales que presenta la columna vertebral cumplen un rol en la alineación de la postura corporal, la distribución de las cargas y esfuerzos al momento de realizar las actividades del día a día. Por ello, cuando existe alguna modificación en la alineación de la postura corporal, diferentes estructuras como músculos, ligamentos y huesos de la región se ven comprometidos a una tensión mayor, aumentando el riesgo de sufrir dolencias o alguna lesión.

Tratamiento para la rectificación cervical

En general, el tratamiento a realizar en un caso de rectificación cervical varía según cual sea la molestia que se presente asociada a este. El tratamiento de fisioterapia para la rectificación cervical va principalmente orientado a aliviar el dolor y mejorar las capacidades funcionales que implican a esta región.

Ejercicios para mejorar la rectificación cervical

La práctica de ejercicios como parte del trabajo para mejorar la rectificación cervical va a ayudar principalmente a mantener una movilidad óptima, aumentar la flexibilidad en la musculatura de la región cervical, aliviar la sensación de rigidez y disminuir la tensión muscular, así como también logra ayudar a prevenir la aparición de dolor y molestias en la región.

Ejercicio de tracción con toalla

Para llevar a cabo el siguiente ejercicio se va a requerir el apoyo de un paño o toalla pequeña, el cual va a ser de utilidad para realizar tracción de las vértebras cervicales. Esta se debe posicionar a la altura de la séptima vértebra cervical (C7). Para ubicar la C7 se debe realizar un movimiento de flexión completo de la cabeza, palpando con las manos la mayor protuberancia ubicada en la parte posterior del cuello. 

Tomando los extremos de la toalla se realiza un movimiento de tracción anterior en una dirección de 45 grados, sosteniendo en cada repetición durante 5 segundos. Esto se recomienda llevar a cabo por 4 a 5 series durante 15 a 20 repeticiones según el nivel de tolerancia.

Ejercicio de doble mentón

Cómo lo indica su nombre, este segundo ejercicio consiste en realizar un movimiento como si se buscase sacar el doble mentón o la papada, acercando así el mentón al cuello sin realizar una flexión cervical. Esto se debe llevar a cabo durante 4 series de 20 repeticiones cada una.

Ejercicio de extensión cervical

Para este último ejercicio nos posicionamos en el borde de la cama con la cabeza y cuello por fuera de ella. Desde esta posición, se procede a llevar a cabo una extensión completa de la cervical, dejando caer suavemente la cabeza, movimiento que se debe mantener por 20 segundos. Al igual que en el caso anterior, este ejercicio se lleva a cabo por 4 a 5 series de 20 repeticiones.

Si presentas este tipo de alteración postural no dudes en poner en práctica los ejercicios planteados en esta rutina o asistir a un profesional de la fisioterapia que sin duda podrá ayudarte en la corrección de este problema. 

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