Las contracturas musculares dan origen a una de las molestias más comunes a nivel musculoesquelético dentro de la población mundial, como lo es el síndrome del dolor miofascial.
La musculatura de la espalda es sin duda una de las más solicitadas a nivel funcional, teniendo una constante demanda funcional y postural, lo cual en muchas ocasiones, genera un aumento de la tensión en sus fibras, dando inicio así a las contracturas musculares o puntos gatillo miofascial.
Este problema suele llegar a afectar en mayor porcentaje al sexo femenino y está asociado a aspectos emocionales como la ansiedad, estrés y depresión.
¿Cuáles son los tipos de contracturas musculares?
Contracturas posturales: Siendo las más frecuentes y vienen ocasionadas por el mantenimiento de posturas continuas durante un largo periodo de tiempo que llegan a sobrecargar la musculatura de la espalda.
Contracturas por lesión traumática: Ocurren como consecuencia de un evento traumático, como caídas, golpes u algún otro, debido a señales que envía el cerebro a dicha musculatura para estar alerta.
Contracturas por deshidratación: Ocurriendo como consecuencia de una falta de líquido en los tejidos que crea un déficit metabólico afectando el funcionamiento muscular.
¿Cómo se originan las contracturas musculares a nivel de la espalda?
La aparición de contracturas musculares sobre la región dorsal es más común de lo que se cree y a continuación te mencionamos algunos factores que influyen en ello:
Levantamiento de objetos pesados durante un largo periodo de tiempo
Condiciones como la escoliosis u algún otro síndrome de desviación postural
Caídas, golpes u algún otro tipo de traumatismo ocurrido a nivel de la espalda o zonas relacionadas.
Situaciones que involucren emociones de estrés, ansiedad o depresión
Sobrepeso u obesidad, debido que existe un aumento de la carga axial
Mala hidratación
Consumo en exceso de bebidas energizantes, café o alcohol.
¿Cuáles son los síntomas y signos asociados a las contracturas musculares de la espalda?
Este tipo de molestia suele generar una sintomatología bastante característica, de las que se menciona:
Dolor localizado, punzante e irritante a nivel de la zona dorsal que se agrava al movimiento
Dolor referido en zonas asociadas como el hombro, cadera, cabeza, etc.
Limitación de la movilidad en la zona dorsal
Sensación de pesadez y molestia al realizar algún tipo de movimiento
Alteraciones de la sensibilidad como alodinia, hiperestesia u alguna otra.
Tratamiento para las contracturas musculares en la espalda
El tratamiento médico recomendado para éste tipo de problema sugiere la ingesta de medicamentos analgésicos y el uso de pomadas mentoladas para ayudar a aliviar las molestias.
El abordaje mediante la fisioterapia, debe ir dirigido a mejorar los síntomas presentes mediante la aplicación de distintas técnicas de tratamiento como pueden ser:
Terapia manual
Punción seca
Estiramientos musculares
Aplicación de agentes físicos (termoterapia y electroestimulación)
Ejercicios que favorezcan el fortalecimiento de la musculatura dorsal
Re educación postural global
La Fisioterapia integrativa se enfoca en el tratamiento de la disfunción visceral asociada según la zona que se encuentre contracturada, mediante infusiones de plantas medicinales, asesoramiento nutricional y el trabajo de las emociones asociadas.