Hoy en día una mujer no es consciente que “en sus bajos” tiene músculos, hasta que tiene problemas con ellos. Hay veces que tenemos suerte y alguien nos habla del suelo pélvico, otras lo conocemos cuando nos embarazamos y otras, que aunque saben que existe, consideran normal tener ahí abajo problemas. El caso es que cuando una mujer llega a la consulta por un problema de suelo pélvico, muchas incluso, no saben llamarlo por su nombre, da apuro (vagina, vejiga, ano, vulva…) o en el peor de los casos no saben de su existencia.
¿Qué es el suelo pélvico?
El suelo pélvico es el conjunto de músculos y tejido conjuntivo que cierran la cavidad pélvica por su parte inferior. Observa la siguiente imagen:
El músculo, más o menos, tenemos identificado lo que es, pero el tejido conjuntivo es casi todo en nuestro cuerpo. A lo que me refiero es que el suelo pélvico está constituido básicamente por colágeno. El colágeno proporciona firmeza y que evita los descolgamientos. Lo que ocurre en el suelo pélvico cuando el paso de los años deteriora el colágeno y pierde esa firmeza.
Funciones del suelo pélvico
Una vez que sabemos qué lo forma os preguntaréis porque es tan importante, pues bien, es importante por las funciones que cumple, que a continuación expongo:
Función de amortiguación
Esto significa que absorbe o compensa el movimiento de las vísceras ante los esfuerzos que provocan un descenso del diafragma. Imaginaros un ascensor: cuando yo estoy en el bajo y quiero subir al cuarto, el mecanismo del ascensor formado por el contrapeso baja y nosotros en el interior de la cabina subimos hasta el piso deseado. Extrapolando esto al cuerpo, cada vez que yo levanto algo o me agacho (gravedad) y vuelvo a la posición inicial, mis vísceras se han comportado como el contrapeso del ascensor descendiendo el diafragma y todas las vísceras digestivas contra las vísceras pélvicas que a su vez impactan contra el suelo pélvico. Esto ocurre al subir un peso pero también al reir, cantar, tocar instrumentos de viento…
Función de soporte
A mí me gusta explicar que el suelo pélvico es el "tapón" que evita que los órganos se nos escapen por los agujeros inferiores. Esto significa que el suelo pélvico aguanta el peso de la vagina, recto, útero, vejiga y uretra dentro de los órganos pélvicos que a la vez soportan el peso de todo el aparato digestivo.
Función sexual
Si queremos de forma natural contraer todas las fibras musculares del suelo pélvico solo se consigue con un orgasmo, de modo que una forma de ejercitar este músculo y que no flojee es el sexo (todo no iban a ser penas). Además un buen tono de suelo pélvico mejora el rozamiento aumentando el placer durante las relaciones con penetración, y en caso de no realizar sexo con penetración, el mero hecho de tener “conciencia pélvica” mejora la vivencia sexual.
¿Cómo localizamos el suelo pélvico?
Una vez sabemos que es y para qué sirve, vamos a localizarlo. Lo explicamos de una sencilla manera para entenderlo bien, aunque ya hace tiempo que sabemos que no tiene exactamente esa forma sino que esta invertida. El suelo pélvico tiene forma de hamaca, va del pubis (que es el huesito que está bajo el vello púbico, de ahí su nombre) hasta el coxis (que es la terminación de las vértebras de la espalda localizado detrás del orificio glúteo).
En el dibujo de arriba se ve claramente. Hoy en día se sabe que esta hamaca esta invertida y que más que una hamaca tiene forma de paraguas abierto, pero toda la información y dibujos que tienes en la red aparece el primer modelo explicativo (hamaca) ya que el cuerpo humano se estudia en cadáveres y ahí el suelo pélvico no tiene tono con lo que el suelo pélvico pierde la forma, y por eso en los libros de anatomía no aparece así.
Bueno ahora que ya sabes que es, donde está y para qué sirve… si queréis saber más sobre él no dudéis en preguntar y seguirnos, en breve, un post sobre cómo se estropea y que debes evitar hacer para no acabar usando las “maravillosas” compresas anteriormente nombradas.
¡Hasta la próxima!