La miastenia Gravis es una enfermedad de origen autoinmune que afecta la unión neuromuscular del músculo. Esta enfermedad se caracteriza por presentarse sólo en los músculos estriados o voluntarios, ocasionando una debilidad variable en sus fibras. En rehabilitación debemos enfocarnos en programas de ejercicio físico y fisioterapia respiratoria para minimizar los efectos en caso de crisis.
Síntomas de la Miastenia Gravias
La miastenia Gravis presenta una variedad de síntomas entre los cuales podemos resaltar:
- Intranquilidad, ansiedad.
- Debilidad corporal general.
- Dificultad para respirar.
- Tos débil.
- Voz gangosa y nasal.
- Piel pálida.
- Piel fría y húmeda.
Posibles causas
Las causas pueden depender de diversos factores y entre ellos podemos destacar:
- Gripes e infecciones respiratorias fuertes.
- Los medicamentos contraindicados.
- El stress
- La depresión
- Sobredosis de piridostigmina.
- Sobreesfuerzo físico.
- Infecciones.
El ejercicio físico debe practicarse sólo en pacientes estables con el objetivo de mejorar el estado físico disminuirá los efectos de las fases de agravamiento. Deberá cumplir con las siguientes características:
- Individualizado
- De intensidad moderada
- Tolerable y agradable para el paciente
Beneficios del ejercicio físico en paciente miasténico
El ejercicio es un aliado en el tratamiento de pacientes miasténicos y a continuación os nombraremos una serie de beneficios que se obtiene con la implementación del ejercicio físico dentro del programa de rehabilitación.
- Mejora de la salud y calidad de vida en general
- Influye positivamente en el metabolismo y en los sistemas cardiovascular, respiratorio, nervioso y locomotor
- Refuerza el sistema inmunológico
- Disminuye el estado de nervios y las tensiones
- Refuerza la capacidad de concentración y agudiza la capacidad intelectual.
- Mejora la condición física y motriz, lo cual supone un aumento de los recursos físicos y psíquicos para afrontar con éxito la vida y el trabajo cotidiano.
Aspectos a tomar en cuenta para corregir el programa de ejercicios:
- Si el paciente continúa fatigado 2 horas después del esfuerzo
- Si aumentan los síntomas miasténicos
- Si la FC aumenta a más de 30 ppm respecto a la basal
- Si presenta disnea
- Persiste el dolor incluso al día siguiente del ejercicio
Ejercicio recomendado
A continuación, os indicaremos ciertos parámetros que se deben seguir dentro del ejercicio recomendado en pacientes miasténicos.
Caminar:
- Comience sobre superficies planas
- A un paso cómodo
- En un ambiente agradable
Bicicleta estática: Permite medir y controlar el esfuerzo.
Gimnasio
1. Máquinas con mecanismo de seguridad y poco peso
2. Cargas libres ligeras
10-12 repeticiones
No más de 3 series
NUNCA LLEGAR A LA FATIGA
Hidroterapia
Hacer puntas
Evitar temperaturas demasiado frías o calientes
Fisioterapia respiratoria
Los dos principales objetivos a trabajar son favorecer la expectoración y entrenar los músculos respiratorios.
Durante la fase de entrenamiento de los músculos respiratorios se pondrá énfasis en disminuir el trabajo respiratorio, mejorar la oxigenación, aumentar la función respiratoria.
Mediante el uso de técnicas de expansión pulmonar e inspiración y/o espiración contra resistencia.
Ejercicios específicos
Respirar a ritmo de metrónomo: 1½ seg. inspirando, 3 seg. espirando.
Ejercicio 1: respiración a labios fruncidos
Se realiza con los labios fruncidos de manera similar a cuando se apaga una vela o silbar, a continuación inspire lentamente por la nariz con la boca cerrada y espire lentamente por los labios entreabiertos. En este ejercicio es importante que la espiración dure el doble que la inspiración.
Ejercicio 2: Respiración diafragmática
El paciente se encuentra sentado, con las rodillas flexionadas y las manos sobre el abdomen. Una vez en esta posición debe inspirar de manera profunda por la nariz manteniendo la boca cerrada. Al inspirar, el abdomen se distiende y provoca que eleve las manos. A continuación el paciente debe colocar los labios como si fuese a silbar y espirar suavemente y lentamente, haciendo un sonido silbante cuidando no inflar las mejillas. Al ir expulsando el aire, los músculos del abdomen se hunden, volviendo a la posición inicial.
Ejercicio 3: Ejercicios de expansión pulmonar
El paciente se encuentra sentado, con las rodillas flexionadas y las manos sobre el tórax. Una vez en esta posición debe inspirar profundamente mientras empuja el tórax expandiéndolo contra la presión que ejercen las manos. El paciente deberá mantener unos segundos la máxima inspiración posible y comenzar a espirar el aire lentamente. Al finalizar la espiración, realizará con las manos una ligera vibración sobre el tórax.
Ejercicio 4: Ejercicio para toser de manera eficaz y controlada
La posición del paciente es sentado tan erguido como sea posible, comenzará a practicar la respiración diafragmática (ejercicio 2) durante 3-5 segundos y luego deberá espirar lentamente todo el aire que sea posible a través de la boca (notará como su abdomen y caja torácica inferior se hunden). Una vez hecha esta respiración, se procederá a realizar otra inspiración profunda, contenerla y toser dos veces de forma corta con fuerza desde el pecho (no desde la garganta). Es recomendado practicar este ejercicio 3 o 4 veces al día, descansando de 15 a 30 después de cada sesión y realizarlas media hora antes de las comidas y antes de dormir.