Los fisioterapeutas deportivos debemos reaccionar rápidamente cuando estamos en pleno terreno de juego y nuestro deportista se lesiona. En esos momentos no contamos con todo el tiempo necesario para hacer una evaluación completa ni tampoco contamos con un ecógrafo para determinar si efectivamente ocurrió un desgarro muscular u otra lesión. Por suerte, el deportista puede sentir determinadas sensaciones que nos ayudarán a determinar que sufre una lesión muscular u otra.
¿Cómo sabemos si el jugador sufre una rotura de fibras, una contractura o una simple distensión?
Para poder diferenciar una rotura de fibras (1), una contractura o una simple distensión debemos preguntar por la sensación dolorosa, dependiendo de la respuesta sabremos qué tipo de lesión puede ser.
Rotura de fibras
La rotura de las fibras suelen estar caracterizadas por un fuerte dolor repentino de manera intensa provocado por la rotura de las fibras de un músculo en mayor o menor medida, de lo cual depende se gravedad.
Roturas musculares
Un dolor localizado brusco y de alta intensidad que genera una limitación funcional inmediata, por lo general se trata de una rotura muscular (2) o un desgarro muscular. En este vídeo te vamos a dar toda la información que necesitas para comprender cómo ocurren, porqué ocurren, cómo hacer un diagnóstico y cuál es el tratamiento a seguir en caso de que ocurra una lesión muscular de este tipo.
Las roturas musculares son más comunes en personas activas que sedentarias, sobre todo en deportistas, pero eso no quita la posibilidad que a una persona no deportista le pueda ocurrir al menos una vez en su vida, por eso es importante conocer cómo evitar que ocurran o saber cómo actuar si nos ocurre a nosotros.
Contractura muscular
Las famosas contracturas musculares (3) son lesiones que se presentan al generarse una contracción del músculo de manera involuntaria y sostenida en el tiempo. Generando dolor, inflamación, molestia, etc.
Distensión muscular
La distensión muscular consiste en la elongación de las fibras musculares de manera exagerada y que resulta lesiva para el organismo, generando dolor o incluso incapacidad funcional (es decir, la persona no puede continuar la actividad que realiza).
Diagnóstico de una lesión muscular: cómo identificar sin exámenes imagenológicos
Para un diagnóstico más acertado necesitamos disponer de un ecógrafo o una resonancia magnética que verifique el estado del músculo. Sin embargo, la mayoría no tenemos el privilegio de disponer uno de ellos en nuestro centro deportivo y son equipos que no se pueden llevar al campo debido a su magnitud y delicadeza en el caso de que un jugador se lesione durante un juego.
¿Cómo es entonces posible identificarla? Pongamos el siguiente ejemplo: el pasado 18 de noviembre, las selecciones nacionales de fútbol convocaron a sus jugadores para enfrentarse entre ellas en un partido amistoso. Trece jugadores fueron lesionados durante la competición o los entrenamientos con sus respectivos equipos. Uno de ellos fue el jugador del FC Barcelona, Rafinha Alcántara, quien tuvo una distensión muscular.
¿Cómo supo el FC Barcelona que Rafinha tenía una distensión muscular?
“El mediocentro del Barça sigue sin levantar cabeza en cuanto a lesiones se refiere. Tras abandonar la concentración con la selección sub 21 de Brasil, el Barça confirmó que sufre una leve elongación del músculo sartorio de la pierna derecha que le tendrá apartado de los terrenos de juego entre 7 y 10 días de baja”
Jesús Fernando Lopez, vía Marca.
El jugador blaugrana arrastraba molestias musculares desde el partido en el que el equipo culé se enfrentaba al Almería, partido en que el Rafinha fue titular. El dolor se acentuó en el primer entrenamiento con la selección brasileña y decidió abandonar la concentración para someterse a las pruebas médicas oportunas.
Una distensión muscular es cuando el músculo se elonga por encima de sus posibilidades fisiológicas, manteniendo su integridad, sin llegar a romperse y sin presentar hematoma. Generalmente, el deportista no recuerda el momento específico de la lesión pero siente dolor y bandas tensas durante o después de la práctica deportiva. Para diagnosticarlo, en el momento de la lesión el fisioterapeuta solicita al jugador una contracción activa del músculo afectado, primero con el músculo estirado. El dolor puede ser general o localizado y el estiramiento y contracción no tienen por qué producir dolor en una lesión de esta índole. La palpación del músculo afectado es dolorosa durante los primeros días para el paciente, y el fisioterapeuta notará un aumento de la tonicidad muscular. Generalmente, no hay necesidad de abandonar la actividad deportiva, pero sí abandonar el entrenamiento con el grupo para una readaptación más individualizada. Normalmente se soluciona en pocos días. Observa el siguiente vídeo:
Tratamiento y recuperación de una rotura de fibras
En el siguiente vídeo te explicamos en qué consiste el tratamiento y la recuperación de una rotura de fibras, una lesión muscular muy frecuente en el deporte.
Evidentemente, las fases de curación van a depender de la intensidad de la rotura. No será lo mismo una mircrorrotura a una rotura más amplia de las fibras de un músculo (4). Pero en cualquier caso, siempre en una rotura muscular necesita un período mínimo de recuperación (aunque sea una rotura muy pequeña).
Aquí en Fisioterapia Online te recomendamos que desde el primer momento del tratamiento apliques hielo a la zona de la lesión. El hielo hará que el sangrado sea menor y que la inflamación posterior a la rotura se mantenga controlada. Otra buena herramienta es la aplicación de emplastos de arcilla roja y vinagre de vino tinto. Esta pasta, al ser colocada en la zona de la rotura, ayuda a reabsorber el hematoma producto de la rotura de las fibras. Igualmente, durante los primeros días la ingesta de medicamentos naturales (específicamente de árnica) permitirá que la inflamación baje rápidamente.
¿Es necesario reposar?
Pues sí, pero el reposo dependerá del grado y la extensión de la lesión. El reposo es para prevenir que el tejido se vuelva a lesionar y darle paso a las células para reparar los tejidos.
Ya en una segunda fase, el objetivo sería activar el movimiento. Progresivamente, se realizan ejercicios y estiramientos de la zona lesionada. El calor se puede aplicar en esta fase para acelerar el proceso de cicatrización de los tejidos y ayudará a reabsorber el edema que pueda haber quedado de la primera fase.
En una tercera fase, os objetivos serían ya progresar hacia ejercicios y estiramientos un poco más intensos, para devolverle al músculo su fuerza y su amplitud de movimiento original. La aplicación del calor debe mantenerse en esta fase.
En una última fase, se debe de volver a las actividades habituales. En el caso de un deportista, se puede volver a la intensidad de la carrera, aumentando la duración y la intensidad del ejercicio y de los estiramientos. Para evitar las adherencias en el músculo, se realiza el masaje de Cyriax (masaje transverso).
Conclusiones sobre la rotura de fibras en el deportista
La hipótesis diagnóstica debería ser contrastada con una ecografía o una resonancia magnética. A las 24 horas tras la lesión será el momento más adecuado para realizar una resonancia magnética en busca de un diagnóstico más exacto. En lesiones como la de Rafinha se observará un aumento de la señal intersticial e intermuscular. No será hasta las pasadas 48 horas tras la lesión el momento más idóneo para establecer un diagnóstico ecográfico. En la prueba se observa una mínima elongación muscular con edema y líquido intersticial.
En este artículo hemos aprendido que:
- Una distensión muscular es cuando el músculo sufre un estiramiento excesivo sin llegar a romperse, por lo que su recuperación se dará en pocos días.
- Un signo diferencial con respecto a la rotura de fibras es que el jugador que sufre una distensión no recuerda el momento exacto de la lesión.
- En el primer momento de la lesión, el fisioterapeuta explorará al jugador solicitándole una contracción del músculo en estiramiento.